Política

Frepap: Mitos, verdades y pugnas en la agrupación israelita

Versiones y facciones. Riñas internas en el Frepap por la ausencia de su líder Jonás Ataucusi Molina, quien gestiona todo desde la sombra. En medio de ese dilema, sus hermanos Juan y Raquel Ataucusi acusan a la familia Molina de buscar enquistarse en el poder del partido israelita.

En unas semanas, el Frepap se instalará como la cuarta fuerza política del nuevo Parlamento. Al cierre de esta nota, las actas contabilizadas de la ONPE al 92.3% le otorgaban 15 escaños al partido fundado por Ezequiel Ataucusi.

Sin duda, es una cifra histórica. Pero en medio de esa satisfacción –que de seguro sienten en la interna israelita–, yacen pugnas aún no resueltas entre los hermanos Ataucusi, y también versiones dispersas sobre la doctrina, organización y funcionamiento del Frepap y la Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal (AEMINPU).

La actual fragmentación –por así decirlo– radica en tres facciones: la del líder del Frepap, Jonás Ataucusi Molina; Juan Ataucusi Ospina, quien reclama el trono; y Raquel Ataucusi Puchuri, quien denuncia a la familia Molina de esconder a su hermano Jonás.

El miércoles 5, Ataucusi Puchuri denunció ante la Dirincri la desaparición de su hermano Jonás Ataucusi. Pero al día siguiente, La República informó que el 22 de mayo del 2019 el líder del Frepap se acercó a la Reniec de Chorrillos –distrito donde vive– para renovar su DNI. A eso se suma que sus vecinos sostuvieron que sí lo han visto.

El último viernes, Raquel Ataucusi relató a este diario que no ve a su hermano desde junio del 2015. “Hice memoria en la Dirincri, yo pensé que eran solo dos años”, dijo. La última vez que lo vio fue en Cieneguilla –agregó– y conversaron sobre las acusaciones contra Jonás Ataucusi acerca de no reconocer a sus hijos. “Eran comentarios de Juan Ataucusi. Por eso lo abordé”, contó. Y desde ahí no supo más.

Jonás y los Molina

Fuentes del Frepap respondieron a este diario que Jonás Ataucusi sí se encuentra en el país. Incluso revelaron que la decisión del partido político de no reunirse con el presidente Martín Vizcarra provenía por orden directa del heredero de Ezequiel Ataucusi.

Este diario buscó abordar a los virtuales congresistas del Frepap para saber cuándo se reunirán con su líder. Sus asesores respondieron que, debido a la denuncia de desaparición de Jonás Ataucusi, mantendrán silencio hasta que se conozcan los resultados de las actas contabilizadas de la ONPE al 100% y se sepa cuántos parlamentarios tendrán realmente. La bancada israelita aún no se reúne con su presidente.

Para Raquel Ataucusi existe un afán de la familia Molina de imponer su candidato a la presidencia del Frepap para el 2021. “No les voy a permitir más cosas aberrantes a los Molina. No voy a aceptar humillaciones para la congregación”, exclamó. Sostuvo que el aspirante natural debe ser su hermano Jonás Ataucusi.

Si se trata de dinastía, la hermana del líder israelita tendría razón. Lo concreto, sin embargo, es que en las elecciones generales del próximo año el Frepap deberá realizar elecciones internas con sus militantes. Ahí se definirá el real respaldo de los casi 500 mil israelitas a Jonás Ataucusi. Y de ser favorable para él, tendrá que dar la cara en campaña.

Su hermana, por ahora, ha creado la Iglesia Nueva Jerusalén en Carabayllo con 50 seguidores. Raquel Ataucusi detalló que ahí practican en estricto la doctrina de su padre Ezequiel.

A Juan Ataucusi, por su parte, le siguen un promedio de 40 israelitas. Ataucusi Gamonal ha denunciado, al igual que su hermanastra, a la familia Molina. Los argumentos de ambos se enfocan, por ejemplo, en que actualmente el partido Frepap tiene de secretario general a Toribio Inga Michuy y de personero legal a Wilfredo Tenorio Molina, quienes cumplen el rol de voceros.

El excongresista del Frepap Javier Noriega coincide en que el problema de la organización es que “lo maneja la familia Molina”. Pero considera que Juan Ataucusi miente cuando reclama el poder. “Él aprovecha que Jonás no sale”, sostuvo.

LGTBI, aportes y votos

El 30 de enero, Juan Ataucusi apeló al silencio de su hermano para decir que la iglesia del Frepap no rechaza a la población LGTBI. “En la congregación también hay homosexuales y lesbianas. Se han congregado y hacen su vida normal”, enfatizó.

Esa declaración contradijo al candidato al Congreso Wilmer Cayllahua, quien tres días antes había sostenido que los miembros de la comunidad LGTBI tienen el mal “enquistado en su corazón y en su sangre”. Fuentes del Frepap aclararon que su organización no acepta a la comunidad gay como parte de sus fieles. Pero mantienen la distancia y respeto.

En cuanto al financiamiento de la agrupación, durante el debate electoral del JNE, la entonces candidata María Teresa Céspedes consideró que los partidos políticos deberían informar sobre sus aportes antes de que culmine la campaña. “Debe ser en forma progresiva de acuerdo al gasto que está haciendo el partido político”, dijo el 12 de enero. Y resulta contradictorio porque el Frepap no ha aplicado lo planteado por su aspirante. En el portal de la ONPE no figura ningún reporte del reciente proceso.

El politólogo Fernando Tuesta explicó que sí es viable informar sobre los aportes antes de las elecciones. Pero que un partido lo haga o no, es otra historia. El abogado José Tello recalcó que una vez que el JNE emita la resolución que finalice el proceso electoral, los partidos –en este caso, el Frepap– tendrán 15 días para reportar su financiamiento.

Raquel Ataucusi denunció que, si bien es histórica la cantidad de escaños obtenidos por el Frepap, se debería investigar el financiamiento de la campaña. “El partido está en manos de los Molina. Tienen empresas y terrenos en Ica, haciendas”, expresó.

Fieles del Frepap admiten que la familia Molina elevó su patrimonio posterior a la muerte de Ezequiel Ataucusi y desde que su hijo Jonás pasó a estar en la sombra.

La clave

Los votos. Fuentes del Frepap consultadas por este diario explicaron que no es obligatorio para los fieles llevar túnicas y, en caso de los varones, tener la barba crecida. Sin embargo, precisaron que quienes cumplen con ese modo de vida están ejerciendo sus “votos”, que, según su doctrina es comprometerse con Dios.

Congresistas del Frepap: esos perfectos desconocidos

Según el recorrido que hizo La República a las viviendas consignadas por los virtuales congresistas del Frepap Wilmer Cayllahua Barrientos (46), Richard Rubio Gariza (52), María Cristina Retamozo Lezama (36), María Teresa Céspedes Cárdenas (56), Isaías Pineda Santos (37) y Alcides Rayme Marín (60), ninguno es reconocido por sus vecinos.

En su hoja de vida, Wilmer Cayllahua declaró poseer dos casas y tres vehículos. En el garaje de su vivienda de tres pisos, en la Asociación Las Américas de Ate, se realizan cultos en los que tampoco suele participar. "Acá casi no lo conocen, no ha hecho campaña, solo lo vemos llegar por las noches en su camioneta", declaró una señora. El inmueble que dijo tener en la avenida Nicolás Ayllón no existe con tal numeración, pero hay un edificio de tres pisos con propaganda suya en la fachada.

En el hogar de Richard Rubio, en Pamplona Alta, San Juan de Miraflores, vive su hermana Yovana, quien dijo que está “inubicable”. Soledad, otra pariente, sostuvo que él para en el local del partido en Surco. En efecto, por la noche lo ubicamos ahí, apurado, esquivo. ¿Por qué la cura de silencio en Frepap? “Están eligiendo vocero. Están ordenando. Están haciendo una capacitación”, alcanzó a decir. Afuera estaba la camioneta SsangYong B1U-245 de Wilmer Cayllahua, pero de él ni su sombra.

En la avenida Andrés Ponce Palacios, El Agustino, radica María Cristina Retamozo. Miguel, su hermano, dice que "sale a las 7 a.m. a la base de Surco y vuelve por las noches". Ella estudió contabilidad en un instituto. En su perfil no registra experiencia laboral. "Trabaja en el partido", señalaron.

María Teresa Céspedes vive en Carabayllo, pero tampoco para ahí. Tiene un negocio de medicina natural. Su hija Ana es la que atiende. La dirección de Isaías Pineda en San Genaro, Chorrillos, es inubicable, pero dimos con su domicilio real, en el cruce de Calle 14 con Áncash. Es una casa de dos pisos. Alcides Rayme tiene una casa en el AH Luis Felipe de las Casas, en Ventanilla. Su esposa dijo que se había ido a un retiro. Tanto ella como su hijo Carlos admitieron no conocer las propuestas del próximo representante chalaco. “Se le ve tranquilo, pero no sabíamos que había postulado”, exclamó un morador.

Créditos: URPI–GLR

Unidad de Respuesta Periodística Inmediata del Grupo La República

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