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Sociedad

El Niño costero será más agresivo con el tiempo

Alerta roja. Expertos de entidades públicas y estudiosos independientes coinciden en que el calentamiento de las aguas del océano Pacífico causarán más precipitaciones con desastrosas consecuencias.

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Mala señal. Los expertos advierten que el calentamiento de las aguas del océano Pacífico podría intensificar la potencia de las lluvias y, consecuentemente, el desastre sería mucho peor. Foto: John Reyes/La República

No hay nada que se pueda hacer para detener el futuro impacto de El Niño Costero en 2024. Y no solo por las anomalías climatológicas, sino también por la poca prevención que se podrá emprender debido al corto tiempo. Lo sucedido este verano es poco frente a lo que se viene. No lo dicen los adivinos. Lo afirman los expertos.

La República consultó con especialistas en geología, geografía y representantes de entidades públicas relacionadas con el clima en Perú, para analizar el escenario que afrontará el país ante el calentamiento acelerado de las aguas del océano Pacífico. El resultado no es alentador.

“Por las experiencias que ha vivido el país en los años 1982, 1983, 1997 y 2017, sabemos perfectamente qué es lo que pasa cuando el calentamiento del mar ocurre. Sabemos inclusive qué ciudades, qué cuencas y qué ríos son los afectados. El problema es que no hemos hecho nada para prevenir los daños materiales”, explicó el geólogo y expresidente ejecutivo del Servicio Nacional de Meteorología de Hidrología del Perú (Senamhi) Patricio Valderrama Murillo .

Si bien se estima que las lluvias del 2024 serán más intensas y más prolongadas, para Valderrama “no importa cuánto llueve, sino cómo nos afecta”.

Prevención. Existen las normas, pero no se aplican. Foto: difusión

El factor humano

La apreciación de Valderrama es compartida por otros profesionales.

Para el geógrafo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, Francisco Meléndez de la Cruz, ya que los fenómenos naturales como El Niño suceden desde hace miles de años, no son un desastre en sí mismo.

“El desastre es la persona y las sociedades que instalan ciudades en el cauce de quebradas. Por eso el desastre termina siendo más social que natural”, arguyó. Lo que afirma Meléndez, se confirma con los hechos.

La República reveló en la última semana que cuando se iniciaron los desastres ocasionados por el llamado ciclón Yaku, la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) registraba 105 obras paralizadas en regiones afectadas por las lluvias. Deben estar concluidos los proyectos de infraestructura, se pudo haber atenuado la gravedad del daño material.

Inclusive, la misma presidente ejecutiva de la entidad, Rosmary Cornejo, admitió públicamente que se cometió el error de priorizar la reconstrucción de colegios y hospitales, en lugar de ponerle más énfasis a la construcción de obras para la prevención de desastres. El problema no era el presupuesto, sino el enfoque erróneo de los funcionarios de la ARCC.

La coordinadora técnica de la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), la ingeniera Rina Gabriel Valverde, indicó que el calentamiento de las aguas se seguirá sosteniendo unos meses más.

Retrasos. Las obras de mitigación de daños no se completaron a su debido tiempo. Foto: difusión

Números en la mano

“Al ver que entraron aguas cálidas de las costas de Ecuador y Colombia, entonces concluimos que tendríamos una temporada caliente. Ese calentamiento va a dejar el mar del norte del Perú más caliente hasta junio, esa es nuestra proyección. Por lo tanto, hay alta probabilidad de que el calentamiento podría extenderse casi cinco meses. Para agosto se espera que nuestro mar siga caliente”, informó Rina Gabriel.

La entidad esperará hasta fines de abril para dar proyecciones más precisas sobre el Fenómeno El Niño del próximo año. “Tenemos un cambio estacional de verano a otoño, por lo tanto hay una barrera que puede generar algunos errores. Pero sí, este calentamiento de la región ecuatorial central se está extendiendo más meses. Estados Unidos ha dicho que se estaría desarrollando un Niño global”, apuntó.

Otra de las autoridades rectoras en el tema es el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred). El geógrafo vocero de la entidad, Vladimir Cuisano Marreros, participó en la elaboración del estudio ‘Temporada de lluvias 2022-2023. Escenarios de riesgo por superávit de lluvias para abril y junio 2023’.

En dicho documento se estima que los daños humanos y materiales para El Niño Costero serían los siguientes: 684.601 personas afectadas y 174.304 viviendas quedarían destruidas o inhabitables, entre otros datos detallados en la infografía que presenta esta nota.

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En este momento, los huaicos originados por las fuertes lluvias han dejado 16.831 damnificados, 104.660 afectados, 70 fallecidos y 5 desaparecidos. En cuanto a viviendas, 2.391 casas destruidas, 4.195 inhabitables y 44.132 viviendas afectadas.

Vladimir Cuisano precisó que las precipitaciones se van a enfocar en los próximos tres meses, principalmente en la costa norte y central del Perú. Las localidades de Tumbes a Ica seguirán sufriendo los estragos de este fenómeno climatológico.

Es la hora. Decisión política para obras de prevención. Foto: difusión

“Para las autoridades, ya existe la normativa respectiva para no permitir la localización de la población en estos espacios de riesgo. También existe información de mapas que pueden ser utilizados para la toma de decisiones en el mar de la planificación urbana”, afirmó el especialista del Estado.

Sin embargo, a pesar de las múltiples alertas de prevención, no hay nada que se pueda hacer para, realmente, prevenir el impacto del desastre del próximo año. “Afirmar que si trabajamos desde ahora para el próximo año evitar problemas, sería muy difícil afirmarlo porque hay muchas quebradas habitadas con viviendas e inversión pública y privada”, explicó el experto.

“Lo que sí podemos hacer es evitar que los probables impactos de los eventos como inundaciones sean menores, si nos preparamos desde ahora. Estos daños siempre van a ser concurrentes. Donde ya pasó un huaico, va a volver a suceder. Donde ya ocurrió una inundación, va a volver a suceder. La alerta ya está”, expresó. Los días que vienen para los residentes en zonas de riesgo serán muy duros.

IEP: 54% de residentes del norte se sintió afectado

Al ser consultados los ciudadanos a nivel nacional sobre si las lluvias, inundaciones o huaicos afectaron sus viviendas, el 32% respondió mucho y algo. Sin embargo, el 54% de los residentes de la macrozona norte contestó que fue perjudicado mucho o algo, de acuerdo con los resultados de la encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).

A la consulta respecto a si sus actividades económicas resultaron afectadas, el 56% dijo que poco o nada. Esta percepción se disparó en la macrozona norte: 70%. En Lima fue 49%; en el centro, 56%; en el sur, 49% y en el oriente, 55%.

A la interrogante sobre si alguna vez resultó afectado personalmente o algún miembro de su familia sufrió por algún desastre natural, el 48% dijo que sí. Aunque en el Perú rural es más alto (55%) que en el Perú urbano (50%).

A los que contestaron que fueron perjudicados por los desastres naturales se les preguntó qué tanto. El 34% respondió que mucho (24%) o algo (10%). El 52% no precisó o no fue afectado.

Con los pies en el barro

Opinión. Patricia Zárate, jefa de Estudios de Opinión del IEP

La intensidad de las lluvias ha vuelto a traer a las portadas de diarios y noticieros el registro de inundaciones y estragos que ha causado el ciclón Yaku Los efectos han sido contundentes, aunque no han sido iguales para todos. Un 19% dice que las lluvias han afectado mucho su vivienda, ese porcentaje se eleva a 33% en el área rural y a 35% en el norte.

La actividad económica, tan informal en nuestro país, se ha visto muy afectada para 38% de los encuestados, en el área rural y en el norte el impacto aumenta a 52% y 56%, respectivamente. Y aquí es necesario destacar que 44% de las mujeres, frente a 32% de los hombres, han visto muy afectada su economía. Como sucedió con las protestas, esta afectación económica tiene una clara distinción de género (al respecto un informe que hicimos en el IEP: https://bit.ly/3F3FsRu).

Las imágenes de las autoridades con los pies en el barro producto de las inundaciones nos transmiten la idea de siempre, de falta de prevención, y metafóricamente la idea de la corrupción en diferentes niveles que ha tenido que haber para que un evento de la naturaleza se convierta en un desastre (no) natural.

Personalmente, creo que en un país tan diverso y fragmentado (casi 200 provincias y casi 1.900 distritos), las iniciativas macro (entidades autónomas) prácticamente no cambian las cosas. Creo que es hora de enfocarnos en la burocracia más cercana a la ciudadanía, en los burócratas de la calle como los llamaba Michael Lipsky, y pensar en medidas de prevención quizá menos ambiciosas, pero concretas y que busquen fortalecer el Estado a lo largo del país.

Datos

Fuera de foco. Este diario consultó varias veces al Ministerio de Ambiente si contaba con planes de contingencia frente a la emergencia.

No hay nada. El ministerio contestó que por el momento no contaban con información sobre el tema.“Decir que si trabajamos desde ahora para el próximo año evitar desastres, es muy difícil afirmarlo”.

Reacciones

Vladimir Cuisano, CENEPRED

“Ya existe información para que las autoridades tomen decisiones inmediatas con el propósito de prevenir pérdidas humanas y materiales ante el futuro Niño Costero que se nos viene”.

Rina Gabriel, ENFEN

“Tenemos registradas anomalías y temperaturas altas como para anticipar un Niño Costero. Debemos estar atentos porque hay altas probabilidades de que el calentamiento se extienda en el tiempo”.

Francisco Meléndez, geógrafo

“Esperamos un Niño Global de fuerte a intenso. El problema es que no se pueden predecir los patrones de lluvia porque se han alterado. Lo que debemos hacer es invertir en tecnologías de prevención”.

Patricio Valderrama, geógrafo

“Este año acabó lo peor. La falta de alimentos y desastres pueden ocurrir en la siguiente temporada, para el verano de 2024, porque se espera que El Niño afecte la temporada de lluvias”.