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Sociedad

Fiscalía identifica a 65 capos y clanes de narcos que operan en el país

Alerta roja. Se concentran en 8 regiones del territorio nacional y se dedican a actividades de producción, acopio y exportación de toneladas de cocaína con dirección a Europa. Entre los cabecillas aparecen líderes que fueron detenidos por agentes de la Dirección Antidrogas (Dirandro) con abundante droga, pero el Poder Judicial los dejó en libertad.

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Golpe. En enero, la Dirandro intervino en el Callao casi tres toneladas de cocaína. Foto: difusión

La creciente producción de cocaína ha estimulado la aparición de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico a gran escala. La Oficina de Coordinación y Enlace de las Fiscalías Especializadas en Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas comunicó a la Dirección Antidrogas (Dirandro) que ocho despachos fiscales territoriales en el país han identificado a 65 bandas o clanes familiares que se dedican a la producción y contrabando de pasta básica y clorhidrato de cocaína con fines de exportación en grandes cantidades.

El informe de la Oficina de Coordinación y Enlace de las Fiscalías Especializadas en Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas proporciona los nombres y apellidos, o los sobrenombres de los capos o de los operadores más importantes de las organizaciones del narcotráfico, cuyas actividades han sido detectadas durante las investigaciones fiscales que se encuentran en curso en la actualidad.

El documento al que tuvo acceso La República permite establecer que las operaciones del narcotráfico abarcan gran parte del territorio nacional y que ha incrementado sus actividades en las fronteras con Ecuador, Colombia, Brasil y Bolivia, para franquear rutas con dirección a Europa donde la droga es mucho más cotizada que en Europa.

“Se pone en su conocimiento la información sintetizada por esta oficina respecto a los presuntos cabecillas de clanes y/o organizaciones que se estarían dedicando a actividades de narcotráfico en diferentes lugares del país, datos que fueron procesados de la documentación remitida por las Fiscalías Especializadas de este subsistema especializado”, señala la Oficina de Coordinación y Enlace a la Dirandro.

Sin embargo, la Oficina de Coordinación y Enlace de las Fiscalías Especializadas en Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas no solo remitió la información a la Dirección Antidrogas, también demandó acciones inmediatas para desarticular a las 65 organizaciones criminales o clanes familiares que controlan el narcotráfico en el Perú.

“Se solicita adoptar las acciones correspondientes a efectos de que mediante un trabajo coordinado entre los equipos de inteligencia y las Fiscalías Especializadas Antidrogas arriben a ubicar, identificar y determinar las acciones ilícitas que se encuentran en curso, en el marco de la lucha antidrogas en el transcurso del año 2023”, señala el informe.

Abatido. Edmerson Quispe Pariona, “El Chavo”. Foto: difusión

De acuerdo con la cifra más reciente que manejaba la Oficina de Política Nacional para el Control de la Casa Blanca (ONDCP, por sus siglas en inglés), la producción de cocaína en el Perú llegó a las 785 toneladas en 2021

Sin embargo, se prevé un aumento, ya que en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), donde se concentra el 40% de la elaboración de cocaína en el Perú, los sembríos de hoja de coca se ampliaron un 15% de 2020 a 2021. La segunda zona de importancia donde han aparecido más áreas cocaleras es en la frontera con Colombia.

Coincidentemente, en octubre de 2022, La República incursionó en los distritos de Teniente Manuel Clavero y El Estrecho (provincia de Putumayo, Loreto), comprobó que exintegrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) reclutan a niños y jóvenes para que cosechen hoja de coca destinada a laboratorios de procesamiento de cocaína. Aunque les pagan por sus labores, los mantienen encerrados, bajo amenaza y les imponen condiciones de trabajo forzoso.

Este diario también recogió testimonios de dirigentes y miembros de comunidades indígenas del Putumayo sobre la violencia ejercida por los exguerrilleros de las FARC, y sus aliados narcotraficantes, que los obligan a efectuar labores agrícolas en campos de cultivos de hoja de coca.

Esto explicaría por qué de las 65 organizaciones criminales o clanes familiares que reportó la Oficina de Coordinación y Enlace de las Fiscalías Especializadas en Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas, 15 operan en el Distrito Fiscal de Loreto (ver infografía). Entre los identificados se encuentran agrupaciones de colombianos, además de brasileños, con quienes se disputan el contrabando de droga.

Infografía - La República

El segundo Distrito Fiscal con un importante número de organizaciones criminales de gran dimensión que operan en dicha zona es Ayacucho. El informe indica 10 clanes. En algunos casos, se trata de bandas identificadas a partir de incautaciones de droga y la detención de sus integrantes cuando trasladaban la mercancía ilícita.

En el caso del Distrito Fiscal del Cusco, son 9 las bandas o clanes que se dedican al narcotráfico, en particular en la zona que comprende el Vraem, la provincia de La Convención. 

Llama la atención de las autoridades que importantes capos del narcotráfico, como Jorge Bazán Aguilar, “Gordo Tobi”, detenido durante un operativo antidrogas el 27 de junio de 2022, luego fue liberado por disposición judicial. “Gordo Tobi” y otros cuatro cómplices fueron arrestados cerca de una playa de Máncora (Piura), pretendían exportar por vía marítima a Holanda más de 1,8 toneladas de cocaína acopiada de laboratorios del Vraem. Los cinco están prófugos, muy probablemente dedicados nuevamente al narcotráfico.

La Fiscalía Antidrogas del Callao señala a Edwin Lagos Ramírez, “JL”, como uno de los más importantes operadores en el puerto chalaco. 

Otro personaje identificado es Emerson Quispe Pariona, “El Chavo”, productor de droga en el Vraem y exportador de la misma por el puerto del Callao, según el informe fiscal. El 20 de enero de este año, como resultado de disputas con otras organizaciones del narcotráfico, “El Chavo” fue emboscado y acribillado por sus contrincantes, en una comunidad de Pichari. 

Para las autoridades antidrogas, en los clanes familiares, cuando el líder muere o es encarcelado, sus parientes más próximos ocupan su lugar para que continúe la producción de cocaína de exportación. 

“Gordo Tobi”. Jorge Bazán Aguilar, prófugo. Clan Flores. Juan Flores Villar escapó a Bolivia. “Schumacher”. Capo cusqueño Mike Flores Navarro. Foto: composición LR

El informe fiscal se refiere también a una organización del narcotráfico dirigida por un ciudadano serbio. Se trataría de David Cufaj. El 11 de agosto de 2022, miembros de la banda de Cufaj fueron intervenidos por agentes de la Dirandro cuando pretendían embarcar 43 kilos de cocaína con dirección a Europa. Para las autoridades, el caso del serbio Cufaj confirma que capos de la droga que cumplen condena en prisión siguen dirigiendo operaciones de exportación de cocaína.

Que los narcotraficantes vinculados con los productores de droga en el Vraem han convertido el Callao en uno de sus más destacados puertos de embarque de grandes cantidades de cocaína, lo prueba que la fuerza policial antidrogas intervino 4 toneladas en un almacén chalaco, en el asentamiento humano Coronel Francisco Bolognesi, a espaldas del aeropuerto internacional Jorge Chávez, el 8 de enero de este año.

La modalidad favorita de las mafias

Las organizaciones del narcotráfico han desarrollado diferentes formas de embarcar droga en enormes cantidades con destino a Europa. Las bandas internacionales contratan a buzos que pertenecieron a la Marina para infiltrar paquetes de cocaína en las rendijas de los buques. Estas mismas personas luego viajan a los puertos europeos donde recala la embarcación, y proceden a recuperar los alijos. 

En 2020, en el puerto de Avilés, en Asturias (España), tres “narcobuzos” peruanos fueron sorprendidos por la policía local cuando recuperaban de un buque mercante que salió del Callao, alijos de cerca de 100 kilos de cocaína. 

En el caso del capo “Gordo Tobi”, amarró con sogas varios maletines con 1,8 toneladas de cocaína en las cercanías de Máncora. Con un bote pretendía llevar la mercancía a altamar, donde un buque lo recogería para trasladar la droga a Europa.