El "Efecto Petro": ¿Podría la crisis de la visa desencadenar la ruptura de las relaciones entre Colombia y Estados Unidos?
Lo que empezó como un cruce de palabras entre Petro y Trump ahora pone en riesgo acuerdos clave de comercio, seguridad y diplomacia entre Colombia y Estados Unidos.
- La ruta de las armas de EE.UU. a Haití que alimenta a las bandas criminales y goza del silencio de Donald Trump
- Estados Unidos renueva alerta e insta a sus compatriotas a abandonar "inmediatamente Venezuela"

La relación entre Colombia y Estados Unidos enfrenta su prueba más severa en tres décadas tras la revocación de la visa al presidente Gustavo Petro. El viernes, el Departamento de Estado estadounidense anunció en su cuenta oficial de X la medida contra el mandatario colombiano por sus "acciones imprudentes e incendiarias" durante su visita a Nueva York. Petro respondió en la misma red social que no necesita la visa estadounidense y acusó a Washington de violar el derecho internacional, lo que aumenta un vínculo que ya mostraba señales de deterioro.
Las tensiones acumuladas entre Estados Unidos y Colombia incluyen la reciente descertificación antidrogas, diferencias irreconciliables sobre el conflicto en Gaza y desacuerdos en política migratoria, lo que crea el escenario para una ruptura diplomática.
TE RECOMENDAMOS
MÁS PERUANOS CONTRA FUJIMORI: LO QUE SE LE VIENE A KEIKO | LA VERDAD A FONDO CON PEDRO SALINAS
Relaciones diplomáticas en riesgo: el futuro del vínculo entre Colombia y Estados Unidos
El gobierno de Trump mantiene por ahora la cooperación bilateral a través de un "waiver" que preserva la ayuda militar y antidrogas, pero este mecanismo muestra fragilidad. Camilo Sánchez, presidente del Consejo Gremial Nacional, advirtió en diálogo con EL TIEMPO sobre el riesgo de "consecuencias gravísimas" para la economía colombiana, dado que Estados Unidos es el principal socio comercial del país, receptor del 30% de sus exportaciones.
La posibilidad de una ruptura total gana credibilidad entre analistas de relaciones internacionales. Un alto funcionario del Departamento de Estado, en declaraciones a periodistas en Nueva York, intentó bajar las tensiones: "Reconocemos que cualquier líder en particular no es lo mismo que el país que dirige. Queremos tener cuidado de que nuestras preocupaciones sobre Petro no tengan consecuencias negativas para el pueblo colombiano". Sin embargo, esta postura contrasta con acciones concretas como la revocación visa y la descertificación.
Antecedentes históricos: no es la primera vez que EE. UU. cancela la visa a un mandatario colombiano
El expresidente Ernesto Samper, en entrevista con la W Radio, trazó paralelos con su propia experiencia en 1996 cuando Estados Unidos le revocó la visa durante el escándalo del Cartel de Cali. "Las visas que se toman para complicar reputacionalmente a un presidente son una forma de retaliación que no debíamos aceptar", afirmó el exmandatario. Sin embargo, Samper reconoció una diferencia crucial: en su caso no se contempló la ruptura de relaciones.
La actual crisis supera en gravedad a episodios anteriores. Mientras en 1996 se mantuvo la cooperación en seguridad, hoy pesan sobre la relación elementos adicionales como la descertificación antidrogas, el conflicto en Gaza y diferencias ideológicas más profundas. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia ya adelantó represalias al anunciar la suspensión de compras de armamento estadounidense.
¿Punto sin retorno? Los escenarios que podrían llevar a la ruptura total
Expertos consultados por EL TIEMPO identifican tres detonantes potenciales para una ruptura diplomática completa. Primero, nuevas declaraciones de Petro incitando a la desobediencia militar estadounidense, que podrían interpretarse como violación a la Ley de Sedición de 1918. Kevin Whitaker, exembajador de EE.UU. en Bogotá, explicó al diario que aunque estas leyes rara vez se aplican, "claramente podría argumentarse que los comentarios de Petro constituyeron violaciones".
Segundo, la imposición de aranceles a exportaciones colombianas por parte de Trump, quien ya amenazó con esta medida en enero durante el conflicto por vuelos de deportación. Tercero, una escalada retórica que lleve a declarar persona non grata a Petro, medida reservada para diplomáticos pero que en este contexto podría extenderse al jefe de Estado.
El analista Gonzalo Araujo, de la firma Orza, señaló a medios colombianos que "Petro está jugando con fuego al radicalizar su postura frente a Trump". La pregunta que ronda los círculos diplomáticos es hasta cuándo Washington mantendrá su estrategia de castigar al presidente pero no al país.





















