China desafía a Estados Unidos y ya planea fabricar cohetes y satélites en serie, como si fueran automóviles
La industria aeroespacial de China adopta el sistema de producción "justo a tiempo" para fabricar cohetes y satélites en serie, con lo que transforma su modelo manufacturero frente al dominio de SpaceX.
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La industria aeroespacial de China inició una ambiciosa transformación en sus métodos de producción que permitirá fabricar cohetes y satélites con la eficiencia de una línea de montaje automotriz. La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), principal contratista espacial del país, implementa el sistema de "atracción del ensamblaje final", un modelo que invierte la lógica tradicional de manufactura espacial. Este cambio responde a la necesidad de producir miles de satélites para las megaconstelaciones Guowang, Qianfan y Hongtu-3, proyectos que requieren capacidad de producción masiva.
Wang Guoqing, director de información de CASC y experto en fabricación espacial, describe esta transición como "una transformación sistémica y disruptiva de los modelos de fabricación existentes". El nuevo sistema elimina los cuellos de botella y reduce el inventario a la producción de demanda real. Este proyecto busca que China logre su objetivo de dominar la producción espacial sobre potencias como Estados Unidos.
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China adopta el modelo automotriz para transformar la fabricación de cohetes y satélites
El sistema de atracción espacial se inspira en el Sistema de Producción Toyota que revolucionó la industria automotriz mundial. Mientras la producción aeroespacial tradicional opera con un método de "empuje" donde los componentes se fabrican según pronósticos, el nuevo modelo implementa un flujo de "tracción" donde cada estación de trabajo solicita piezas solo cuando las necesita. Esta aproximación minimiza el desperdicio, reduce el inventario acumulado y aumenta la eficiencia general del proceso de fabricación.
La implementación incluye líneas de ensamblaje que operan en ciclos rítmicos y centros de ensamblaje flexibles que utilizan inteligencia artificial y robótica para adaptarse a diferentes modelos de cohetes. Un "tablero de extracción digital" centralizado conecta fábricas, laboratorios y proveedores a través de una plataforma que emplea computación en la nube, IoT y gemelos digitales. Esta infraestructura permite el seguimiento en tiempo real de la producción, identificación inmediata de cuellos de botella y alertas automatizadas para piezas faltantes.
La estrategia china frente al dominio de SpaceX y las megaconstelaciones satelitales
Frente al liderazgo de SpaceX, que ya colocó más de 7.000 satélites Starlink en órbita, China busca la colaboración entre empresas estatales, institutos de investigación y proveedores privados. Wang Guoqing y su equipo reconocen en el Journal of Mechanical Engineering que Starlink "demuestra el impresionante poder de la producción espacial a escala industrial", pero destacan que el modelo chino presenta un ecosistema más interconectado y diversificado.
La brecha de capacidad todavía es significativa: en 2024, Estados Unidos completó 158 lanzamientos orbitales, principalmente de SpaceX, mientras China registró 68. Sin embargo, la reestructuración industrial busca cerrar esta distancia mediante la producción de vehículos de lanzamiento reutilizables y la manufactura de pequeños lotes de manera confiable.
























