Países de la Unión Europea aprueban endurecer políticas migratorias: centros de retorno, sanciones y más
Para entrar en vigor, la medida deber ser ratificada por el Parlamento Europeo. Organizaciones en defensa de los derechos civiles se oponen a la propuesta.
- Presidente de Ucrania se reúne con aliados europeos tras críticas de Donald Trump sobre acuerdo de paz
- Israel confirma que "muy pronto" comenzará la segunda fase del alto al fuego en Gaza

El lunes 8 de diciembre, los países de la Unión Europea dieron el siguiente paso para dar luz verde a una serie de políticas migratorias en el continente que se asemejan a las impulsadas por su vecino Estados Unidos, liderado por Donald Trump. Dentro de las medidas que se impulsan está crear un centro de concentración, a las afueras de las fronteras, para solicitantes de asilo, cuyas peticiones fueron denegadas.
Según el procedimiento, para poner en marcha esta reforma, que se da en un contexto de auge de la derecha, debe contar con el aval del Parlamento Europeo.
TE RECOMENDAMOS
MÁS PERUANOS CONTRA FUJIMORI: LO QUE SE LE VIENE A KEIKO | LA VERDAD A FONDO CON PEDRO SALINAS
La UE y su intención de aplicar una gresca campaña antiinmigrantes
En Bruselas, La Unión Europea, con la venia de los 27 ministros del Interior de los Estados miembros, está a solo un paso de dar marcha a una agresiva campaña antiinmigrantes, rechazada por la izquierda y organizaciones que defienden los derechos civiles, que pretende replicar las acciones llevadas a cabo por la Administración Trump en Estados Unidos.
Solo falta que la Eurocámara la ratifique. Dentro de las acciones que contempla esta medida están concentrar en un "centros de retorno", fuera del bloque, a aquellos solicitantes del asilo cuyos trámites no obtuvieron el visto bueno. Asimismo, este paquete de reformas advierte sanciones más severas, sin especificar cuáles, contra aquellos extranjeros irregulares que se nieguen a abandonar el territorio.
Además, como EE. UU., da la potestad a Europa de poder deportar a aquellos inmigrantes a países terceros, que no son sus lugares de origen, pero que sean considerados "seguros" para ellos. A pesar de la disminución del ingreso irregular de inmigrantes a Europa con respecto al año pasado —20% menos—, la presión sobre el endurecimiento de las políticas migratorias no cesan y resaltaron la importancia de transmitir al ciudadano "la sensación de que controlamos lo que está ocurriendo", según afirmó Magnus Brunner, comisario europeo.
PUEDES VER: Sudán intensifica la guerra con muerte de 114 personas tras ataque a una guardería y un hospital

La izquierda y organizaciones internacionales en contra de la propuesta
La medida, que busca reforzar el control de ingreso y expulsión de inmigrantes en Europa, fue rechazada por los principales gobiernos de izquierda en el continente, como España —que no cree en la efectividad de los centros de retorno y los considera "difícil de mantener"— y Francia, quienes consideran que esta propuesta vulnera los derechos humanos de miles de extranjeros.
Además, organizaciones que trabajan en boga de los derechos de inmigrantes condenaron la aplicación de esta medida, alegando que existen otras prioridades de vital importancia en las que se debe poner el foco. "En lugar de invertir en seguridad, protección e inclusión, la UE opta por políticas que expondrán a más personas al peligro y a la inseguridad jurídica", enfatizó Silvia Carta, oficial de Defensa de Políticas de Cumplimiento de Migración de PICUM, ONG con sede en Bruselas.
Dentro de las discusiones, la Unión Europea, con el fin de aliviar el peso a los países que forman parte de la ruta migratoria en el continente, solicitarán a los demás estados miembro a acoger a solicitantes de asilo, de lo contrario, deberán realizar una contribución de 20.000 euros —US$23.000 aproximadamente— por cada peticionario.




















