Sudán intensifica la guerra con muerte de 114 personas tras ataque a una guardería y un hospital
El control de zonas civiles y petroleras por parte de las FAR agrava la crisis y complica el equilibrio de poder en Sudán.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó este lunes que al menos 114 personas murieron, incluidos 63 niños, en un ataque ocurrido el 4 de diciembre contra una guardería y un hospital en Kalogi, en el estado de Kordofán del Sur, al sur de Sudán.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció en la red social X (antes Twitter) que los bombardeos afectaron en múltiples ocasiones instalaciones civiles, con un saldo de 35 personas heridas. La información proviene del sistema de vigilancia de ataques contra la atención médica que opera la organización.
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Autoridades locales responsabilizan a las FAR
De acuerdo con funcionarios locales, el ataque habría sido perpetrado por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) —grupo paramilitar enfrentado al ejército regular desde abril de 2023— junto a sus aliados del Movimiento Popular de Liberación de Sudán-Norte. El jefe administrativo de Kalogi, Essam al Din al Sayed, indicó que los ataques se dirigieron primero contra la guardería, luego al hospital y posteriormente a personas que intentaban auxiliar a los menores.
La OMS respaldó esta versión, señalando que los hechos constituyen un grave atentado contra la protección de la población civil y el personal médico, en violación del derecho internacional humanitario.
Fuerzas de Apoyo Rápido capturan principal campo petrolero de Sudán
En un hecho paralelo, las Fuerzas de Apoyo Rápido anunciaron el lunes la ocupación del yacimiento petrolero de Heglig, el mayor del país, ubicado en la misma región de Kordofán del Sur. El control de esta infraestructura marca un punto de inflexión en el conflicto, según diversas fuentes locales.
Un ingeniero del lugar confirmó a la agencia AFP que la producción fue detenida y el personal evacuado, mientras una fuente de las FAR aseguró que también se tomó la base militar cercana.
Este avance sucede poco después de la caída de El Fasher, último bastión militar del ejército en el oeste de Sudán, lo que fortalece la presencia de las FAR en zonas estratégicas.
División territorial y crisis humanitaria sin precedentes
Sudán se encuentra actualmente dividido en dos zonas de control: el ejército domina el norte, centro y este del país, mientras las FAR y sus aliados ocupan extensas regiones del sur y oeste. La guerra, que comenzó en abril de 2023, ha provocado decenas de miles de muertes y más de 12 millones de desplazados, según datos de Naciones Unidas.
Además, importantes yacimientos petroleros, operados por empresas extranjeras desde los años 90, han sido abandonados por la inseguridad. El exministro de Petróleo, Gadein Ali Obeid, calificó la situación como un “desastre” de enormes consecuencias económicas.




















