¿Quién gana y quién pierde con la propuesta de paz de 28 puntos para Ucrania presentada por Donald Trump?
El borrador exige a Ucrania ceder territorios, limitar su ejército y renunciar a la OTAN. Rusia obtendría el levantamiento de sanciones y su reintegración al G8. Líderes occidentales ven bases para negociar, pero piden cambios.
- Corea del Sur apuesta por este país de América Latina con millonario proyecto de infraestructura y tecnología en 2026
- Los 3 países de América Latina cuyas economías crecerían más en 2026: superarán más de 2 veces a Chile, México y Brasil

El Gobierno de Donald Trump elaboró un plan de paz para Ucrania que consta de 28 puntos y plantea concesiones significativas. Según el borrador, la propuesta requiere que Kiev ceda territorios, además de que renuncie a su aspiración de ingresar a la OTAN y limite el tamaño de sus fuerzas armadas. Funcionarios estadounidenses aclararon que el documento aún podría ser modificado y que cualquier acuerdo final dependería de concesiones de ambas partes.
Trump estableció como plazo el 27 de noviembre para la aceptación del documento. "Tendrá que gustarle, y si no le gusta, entonces ya sabes, supongo que deberían seguir luchando", declaró en referencia a Zelenski. Aunque posteriormente señaló que no es su “última oferta” para Kiev, esta postura ejerce una presión sin precedentes sobre Kyiv: ceder en demandas clave o arriesgar el apoyo de su principal aliado.
TE RECOMENDAMOS
ACCIÓN POPULAR AFUERA Y NOTICIAS CRIMINALES E INTERNACIONALES | SIN GUION CON ROSA MARÍA PALACIOS
PUEDES VER: Jair Bolsonaro revela que intentó quemar su tobillera electrónica con un soldador en momento de "paranoia"

Un análisis punto por punto: los mayores sacrificios de Kyiv y las concesiones a Moscú
El borrador de la propuesta detalla con precisión lo que debe asumir Ucrania. En el aspecto territorial, el punto 21 establece el reconocimiento de que Crimea, Donetsk y Luhansk son “de facto rusos”, incluso por parte de Estados Unidos. Los óblast de Jersón y Zaporiyia quedarían congelados en la línea de contacto actual, un cesión de territorios que legalizaría las ganancias rusas. Además, Ucrania se retiraría de la parte del Óblast de Donetsk que aún controla, convertida en una zona desmilitarizada.
En materia de seguridad, Kyiv aceptaría consagrar en su constitución la renuncia a su ingreso a la OTAN, mientras que la Alianza modificaría sus estatutos para impedir la futura admisión de Ucrania (punto 7). La OTAN también se comprometería a no desplegar tropas en el país (punto 8). Uno de los puntos más controvertidos es la imposición de límites al ejército ucraniano a 600.000 efectivos (punto 6), una cifra que, aunque elevada, representa un gasto sostenido para la economía y no conlleva recortes simétricos para las fuerzas armadas rusas.
PUEDES VER: Venezuela intercepta avioneta procedente de Guyana que invadió su espacio aéreo: al menos 2 detenidos

A cambio de estas concesiones, Ucrania recibiría garantías de seguridad. El punto 10 detalla que si Rusia invade, se activaría "una respuesta militar decisiva y coordinada" y se restablecerían todas las sanciones a Rusia. Sin embargo, la cláusula especifica que la garantía quedaría invalidada si lanzan un misil contra Moscú o San Petersburgo "sin causa".
Los ganadores geopolíticos y perdedores estratégicos del acuerdo
El plan de paz de Trump cambiaría el tablero geopolítico. Rusia surge como el gran triunfador. El punto 13 plantea su reintegración a la economía global, con el "levantamiento de sanciones" de forma gradual, la firma de un acuerdo de cooperación económica a largo plazo con Estados Unidos y una invitación a reincorporarse al G8. Esto supone el fin del aislamiento internacional de Moscú.
PUEDES VER: El Ejército de Israel ataca en Líbano y confirma la muerte del jefe de Estado Mayor de Hezbollah

La guerra culminaría con Moscú conservando los territorios ocupados y logrando su objetivo primordial: evitar la expansión de la OTAN hacia sus fronteras. El punto 14 sobre los fondos congelados también le ofrece un alivio. Se propone invertir 100.000 millones de dólares en activos rusos congelados en la reconstrucción de Ucrania, pero Estados Unidos recibiría el 50% de las ganancias. El resto se invertiría en un fondo conjunto entre Washington y Moscú, un mecanismo que, según el corresponsal Nick Paton Walsh, le permitiría a Rusia recuperar parcialmente su dinero para reconstruir las ruinas que ella misma creó.
El acuerdo también consolida a Donald Trump como el mediador supremo. El punto 27 establece que la implementación del pacto será supervisada por un "Consejo de la Paz encabezado por Donald J. Trump". Esto relega a la OTAN y a la Unión Europea a un segundo plano.
La reacción en Kiev y Moscú: dos visiones opuestas
La recepción del borrador en las capitales involucradas no puede ser más disconforme. En Kiev, el presidente Zelenski se enfrenta a la presión más difícil de su mandato, pues asegura que deben elegir entre "perder la dignidad o arriesgarse a perder a un socio importante". En este sentido, hizo un llamado por la unidad nacional para preservar al menos "la dignidad y la libertad de los ucranianos". En el frente, soldados como Vitalii Traikalo, de 33 años, se preguntan por el sentido de sus sacrificios: "¿Defendemos nuestras fronteras aquí solo para entregarlas?".
PUEDES VER: El Cártel de los Soles: así opera la organización nacida en el corazón del régimen venezolano

Desde la perspectiva ucraniana, puntos como la celebración de elecciones en 100 días (punto 25) son inviables y allanarían el camino para un gobierno sin legitimidad o susceptible a la influencia rusa. La amnistía total para todas las partes (punto 26), que en la práctica busca anular la orden de arresto de la Corte Penal Internacional contra Vladimir Putin, les resulta éticamente inaceptable para una población que sufrió crímenes de guerra.
Moscú, en cambio, ve el plan de paz de Trump para Ucrania con buenos ojos. El presidente ruso, Vladímir Putin, describió la iniciativa como "la base para la resolución del conflicto". Para el Kremlin, el borrador legitima sus conquistas territoriales, satisface sus demandas de seguridad históricas y ofrece la ansiada salida a las sanciones a Rusia.






















