Muere Assata Shakur, la activista estadounidense buscada por el FBI y protegida en Cuba, a los 78 años
Conocida por su lucha contra la opresión racial, Shakur había recibido asilo en Cuba desde hace más de 40 años tras escapar de prisión en EE. UU. donde cumplía cadena perpetua.
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El gobierno de Cuba anunció este viernes la muerte de Joanne Deborah Byron, conocida como Assata Shakur, a los 78 años en La Habana. Según la cancillería cubana, la activista estadounidense falleció el 25 de septiembre debido a problemas de salud y su avanzada edad. Shakur había recibido asilo político en la isla desde hace más de cuatro décadas, tras escapar de una prisión en Nueva Jersey donde cumplía cadena perpetua por el asesinato de un policía estatal en 1973.
Exmiembro del Ejército de Liberación Negra, Shakur se convirtió en una figura polémica: para sus seguidores fue una luchadora incansable contra la opresión racial, mientras que para sus críticos representaba a una fugitiva peligrosa y la primera mujer en integrar la lista de “terroristas más buscados” del FBI, que ofrecía 2 millones de dólares por su captura. Hasta sus últimos días en Cuba, ella se autodefinía como una “esclava fugitiva del siglo XX”.
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¿Quién fue Assata Shakur, una de las mujeres más buscadas por el FBI?
Assata Shakur, nacida Joanne Chesimard en Nueva York, fue una de las figuras más reconocidas del movimiento de liberación negra en Estados Unidos durante los años 70. Militó primero en el Partido Pantera Negra y luego en el Ejército de Liberación Negra, organizaciones que denunciaban la violencia racial y la represión policial. En ese contexto, se convirtió en objetivo del programa de contrainteligencia COINTELPRO del FBI, que buscaba desarticular a los grupos militantes afroamericanos acusándolos de actividades criminales.
En 1973, Shakur fue detenida tras un tiroteo en una autopista de Nueva Jersey, en el que murió el policía estatal Werner Foerster. Ella resultó herida y siempre sostuvo que fue víctima de un intento de ejecución extrajudicial. A pesar de la falta de huellas dactilares en las armas y de pruebas discutidas, en 1977 fue condenada a cadena perpetua por asesinato y agresión. Su juicio estuvo rodeado de denuncias de irregularidades, y ella misma aseguró que fue perseguida por motivos políticos y raciales.
En 1979, apenas dos años después de ser condenada, militantes armados lograron liberarla de la prisión de mujeres Clinton en Nueva Jersey. Tras pasar un tiempo en la clandestinidad, Shakur llegó a Cuba en 1984, en plena Guerra Fría, donde el gobierno de Fidel Castro le concedió asilo político. Desde entonces vivió en La Habana, publicó su autobiografía en 1987 y se mantuvo su lucha contra el racismo y la represión en Estados Unidos, mientras Washington exigía sin éxito su extradición.
En 2013, el FBI la declaró la primera mujer incluida en la lista de terroristas más buscados y ofreció dos millones de dólares por su captura. Su figura dividió opiniones: para Estados Unidos fue una fugitiva y terrorista, mientras que para activistas y simpatizantes fue un ícono de resistencia. Además, era madrina y tía política del rapero Tupac Shakur, lo que reforzó su vínculo con la cultura popular.

























