
Gavin Newsom solicita al tribunal federal impedir que Trump use la Guardia Nacional y Marines en las redadas de inmigración en California
Gavin Newsom, gobernador de California, pretende frenar el envío de tropas federales a Los Ángeles.
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La tensión política y social se intensifica en Estados Unidos, particularmente en California, a raíz de las recientes acciones relacionadas con la aplicación de leyes migratorias. El gobernador Gavin Newsom ha presentado una solicitud de emergencia ante un tribunal federal con el objetivo de detener el uso de la Guardia Nacional y los Marines en apoyo a operaciones de detención de inmigrantes en la ciudad de Los Angeles.
La decisión de Donald Trump de desplegar aproximadamente 4,000 miembros de la Guardia Nacional y 700 Marines en Los Angeles siguió a manifestaciones impulsadas por la indignación ante el recrudecimiento de las políticas migratorias. La solicitud de Gavin Newsom se fundamenta en un presunto cambio en las órdenes iniciales para las tropas, pasando de la protección de edificios federales a la asistencia directa en redadas migratorias, un punto que genera preocupación entre las autoridades estatales.
Despliegue militar en California y sus implicaciones
La solicitud del gobernador californiano incluye una declaración de Paul Eck, subdirector legal del Departamento Militar de California, quien informó sobre el plan del Pentágono de dirigir a la Guardia Nacional de California para ofrecer respaldo a operaciones migratorias. Dicho apoyo comprendería el establecimiento de perímetros seguros alrededor de las zonas donde se efectúan las redadas y el control de las calles para facilitar el trabajo de los agentes de inmigración.
Originalmente, el despliegue de estos efectivos militares tenía como propósito resguardar edificios federales, lo que genera dudas sobre la modificación de su cometido. Por el momento, la Armada no ha intervenido en las protestas.
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La postura de las fuerzas armadas y la administración Trump
El comandante del Cuerpo de Marines afirmó ante una audiencia en el Capitolio que los efectivos enviados a Los Angeles por orden de Donald Trump no han sido convocados para atender las protestas y que su función se limita a proteger a los funcionarios y propiedades federales. Estos Marines, aunque capacitados para el control de multitudes, carecen de autoridad para realizar arrestos.
El presidente Donald Trump no descartó la posibilidad de invocar la Ley de Insurrección, un poder presidencial de emergencia que permite el despliegue de fuerzas militares para sofocar rebeliones o violencia doméstica. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, sugirió que la utilización de tropas dentro de Estados Unidos podría incrementarse, enfatizando el rol de la Guardia Nacional y las Reservas en la seguridad interna.
Reacciones locales y desafíos legales en California
Las autoridades de Los Angeles, incluyendo a la alcaldesa Karen Bass y al gobernador Gavin Newsom, han expresado su rechazo al despliegue militar, argumentando que la policía local cuenta con la capacidad suficiente para manejar las manifestaciones y que la presencia militar no coordinada crearía desafíos logísticos y operacionales significativos. El jefe de policía de Los Angeles, Jim McDonnell, manifestó su confianza en la capacidad de su departamento. En la plataforma X, el gobernador Gavin Newsom calificó los despliegues como imprudentes.
El fiscal general de California, Rob Bonta, interpuso una demanda contra el uso de las tropas de la Guardia Nacional tras el primer despliegue, buscando una orden que declare ilegal el uso de la Guardia Nacional por parte de Trump y una orden de restricción para detener el despliegue. Este despliegue representa uno de los pocos casos en décadas en que la Guardia Nacional de un estado ha sido activada sin la solicitud de su gobernador, marcando una escalada considerable.