“Vino, vio y se contagió” es una sentencia que puede resumir la presencia del ministro de Salud brasileño, Marcelo Quiroga, quien integró la numerosa delegación encabezada por el presidente Jair Bolsonaro.
A las críticas que generó el discurso del mandatario en las Naciones Unidas (con inexactitudes relativas al combate de la pandemia y promoviendo medicamentos que demostraron ser inútiles contra la COVID-19) se sumó la actuación de la propia delegación: ningún restaurante los quiso atender por no estar vacunados, enfrentamientos con manifestantes callejeros, y el hijo de Bolsonaro calificando de “marxista” al alcalde de Nueva York.
Todo esto se coronó con el diagnóstico positivo que dio el ministro Quiroga y que lo obligó a permanecer en Manhattan.
De retorno a Brasil, Bolsonaro fue recibido con las magras cifras de la última encuesta realizada por la prestigiosa agencia Datafolha: el 68 por ciento de los encuestados sienten desconfianza por el Gobierno (11 puntos más que el último sondeo) y un 61 por ciento teme un aumento de la corrupción.
Según la agencia de noticias Europa Press, los resultados del sondeo muestran un aumento de la preocupación en torno a la corrupción en la Administración Bolsonaro, así como una disminución de tres puntos porcentuales de la confianza depositada en las autoridades del país en plena pandemia de coronavirus, según ha recogido el diario Folha de S. Paulo.
El exmandatario brasileño cree que si Cuba no tuviera un bloqueo económico, "sería como Holanda". Foto: Prensa Latina
Entre la población contraria al Gobierno, el 77 por ciento ha expresado que considera que la corrupción irá en aumento. El pesimismo asociado a la corrupción es mayor entre las mujeres, los jóvenes de entre 16 y 24 años y las personas con educación primaria, tal y como muestra el sondeo.
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Entre los opositores, alrededor del 78 por ciento de los encuestados considera que la situación favorece el establecimiento de un Estado antidemocrático en el país iberoamericano.
Asimismo, un 70 por ciento de los que prevén votar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en las próximas elecciones teme un empeoramiento de la corrupción, una cifra que se sitúa en torno al 40 por ciento entre los votantes de Bolsonaro.
Alianza opositora. El expresidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso (1995- 2002) propuso la creación de un frente amplio contra el actual jefe de Estado.