Violencia marcó paro de transportistas: chofer fue baleado durante jornada de protesta acatada por 450 empresas de transporte
El paro fue convocado por la Unidad Gremial del Transporte Urbano para exigir mayor protección. A pesar de la convocatoria, la participación fue baja y la circulación de vehículos se mantuvo casi normal en muchas áreas de Lima.
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El aumento de la inseguridad ciudadana en el Perú ha golpeado con fuerza al sector transporte, que atraviesa una crisis marcada por el incremento de extorsiones y ataques a conductores. En respuesta a esta situación, la Unidad Gremial del Transporte Urbano se convocó un paro de transportistas el 21 de agosto en la que participarían 450 empresas, con el objetivo de exigir mayor protección y justicia. Sin embargo, esta medida de protesta evidenció tanto la complejidad del conflicto como la división dentro del gremio, además de mostrar el impacto limitado que tuvo en la movilidad urbana durante la jornada.
Convocatoria y razones del paro
El paro fue promovido principalmente por la Asociación Nacional de Transportistas (Anitra), liderada por Martín Valeriano, y la Asociación Nacional de Conductores del Perú, presidida por Miguel Palomino. Ambos dirigentes habían anunciado días antes que, tras reuniones con diversas organizaciones como la Cámara de Transporte Urbano, el Consorcio Empresarial del Callao, la Confederación Nacional de Transportistas y Conductores del Perú, la Confederación Nacional de Mototaxistas del Perú, la Asociación Metropolitana de Transporte Urbano, se buscaba visibilizar la urgente necesidad de respeto a la vida y seguridad de los trabajadores del sector.
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Las exigencias hacia las autoridades han sido reiteradas desde hace meses, sin obtener respuestas concretas, lo que llevó a convocar esta movilización. La inseguridad, los ataques directos a conductores y las extorsiones constantes han generado un clima de temor y desconfianza entre los transportistas, que demandan medidas efectivas para proteger sus vidas y sus fuentes de trabajo.
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Desarrollo del paro: baja adhesión y normalidad en las calles
La jornada comenzó a las 7 a.m. y la plaza Dos de Mayo fue punto principal de concentración para los manifestantes. No obstante, en gran parte de la ciudad, especialmente en el cono norte y sur, la circulación de vehículos fue mayormente normal. Diversos transeúntes reportaron que los carros de transporte público operaban con regularidad y no se registraron retrasos significativos. De hecho, algunos ciudadanos desconocían incluso que se había convocado un paro, lo que explica la baja afectación en las horas punta.
En las principales paradas y puntos estratégicos, se observó la presencia de efectivos policiales, preparados para intervenir ante cualquier altercado. El general Hugo Felipe Monroy, jefe de la Región Policial de Lima, informó que no se reportaron incidentes durante la mañana y que la movilidad se mantuvo sin inconvenientes.
Incidentes y tensión antes del paro
En la madrugada, durante las primeras horas del paro, se produjo un ataque grave contra un conductor de la empresa Santa Catalina en San Juan de Lurigancho. La víctima recibió un disparo en el rostro y fue trasladada de emergencia a un hospital, donde permanece en cuidados intensivos debido a la gravedad de su estado.
Familiares del conductor indicaron que el ataque podría estar relacionado con extorsiones, ya que el trabajador no habría accedido a pagar el monto exigido por los delincuentes. Otra hipótesis apunta a que el atentado sea una amenaza directa por su intención de participar en el paro. Este hecho puso en evidencia la peligrosidad que enfrentan diariamente los transportistas, alimentando el reclamo por una respuesta estatal más contundente. Esta situación generó preocupaciones entre los trabajadores del sector.
Variaciones en la operatividad y quejas por incremento de tarifas
En distritos donde se esperaba mayor impacto del paro, como Ancón y Puente Piedra, las unidades de empresas como Etuchisa, Gran Estrella y Vipusa circularon con normalidad. Sin embargo, se reportaron aumentos en las tarifas de algunos colectivos y combis en zonas como Puente Nuevo, donde el pasaje subió en dos soles respecto a la tarifa habitual, causando malestar entre los usuarios. Un ciudadano señaló: "Lo normal es S/1.50 desde Puente Nuevo hasta el Óvalo de Santa Anita".
Al cierre de esta nota, Martín Valeriano anunció que representantes del gremio se reunirían a las 5 p.m. en el Ministerio del Interior con la finalidad de dialogar con el titular de dicha cartera y buscar soluciones a las demandas. Por esta razón, descartó una marcha hacia el Congreso, opción que inicialmente se había considerado.
Por otro lado, Miguel Palomino estimó que alrededor del 50% de los transportistas acataron la medida, señalando que en una empresa con 70 unidades, solo entre 50 y 60 operaron durante el paro. Aseguró que sí marchó hacia el Congreso para levantar la voz en defensa de los conductores. Además, expresó su intención de reunirse con el presidente del Congreso, José Jerí, tras no obtener resultados con la anterior mesa directiva.
Desde el gobierno, el ministro de Transportes, César Sandoval, minimizó el impacto de la protesta. Para él, el paro "simplemente no existe" y afirmó que el transporte público en Lima y Callao se desarrolló con normalidad, señalando que cualquier paralización representa una pérdida millonaria para el país.
Impacto en el sector educativo
El paro también generó diferentes reacciones en el ámbito educativo. Algunas instituciones, como la Universidad Privada del Norte (UPN), el Instituto Carrión y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), optaron por suspender clases presenciales y realizar actividades virtuales, anunciando esta decisión con anticipación. Por el contrario, las escuelas escolares continuaron con sus actividades normales, según confirmó el Ministerio de Educación. El titular del sector, Morgan Quero, respaldó este informe asegurando que no se registraron problemas durante la jornada.
Nueva convocatoria ante la falta de respuestas
Debido a la escasa participación de gremios en el paro del 21 de agosto y la falta de soluciones claras, se anunció una nueva convocatoria para el 21 de septiembre de 2025. Esta vez, la medida sería indefinida, buscando una mayor presión para garantizar la seguridad de los transportistas y honrar a quienes han perdido la vida en este conflicto.
Manuel Odiana, presidente de AMETUR, enfatizó que la protesta se realiza en defensa de la vida y seguridad de los trabajadores y ciudadanos. Reconoció la existencia de opiniones divergentes, pero reafirmó que la prioridad debe ser proteger a quienes día a día enfrentan riesgos en las calles.
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