Precio del dólar en Perú hoy baja a S/3,3810 pese a tensión política: sol se fortalece por cuarta sesión consecutiva
El precio del dólar en Perú cerró el 17 de octubre en S/3,3810, mostrando una apreciación de 0,17% del sol, su nivel más bajo desde 2020.
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El precio del dólar en el Perú cerró el viernes 17 de octubre en S/3,3810, tras una apertura en S/3,3910, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Con ello, la moneda local se apreció 0,17%, su nivel más bajo de la jornada, luego de oscilar entre un máximo de S/3,3932 y una apertura en S/3,3846. Este desempeño marca la cuarta sesión consecutiva de fortalecimiento del sol, que alcanza niveles no vistos desde 2020.
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A pesar del contexto político convulso, el sol peruano se mantiene firme. Analistas coinciden en que la debilidad global del dólar estadounidense y la confianza en la estabilidad macroeconómica interna han permitido que el tipo de cambio retroceda y consolide al sol como una de las divisas más estables de América Latina, apreciándose 1,62% esta semana.
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Crisis política no debilita la confianza económica en Perú
En el frente político, el presidente José Jerí cumplió su primera semana en el cargo en medio de un fallecido, violenta represión policial y los cuestionamientos a su legitimidad .
Ahora bien, de acuerdo con el analista Felipe Mendoza, de ATFX Latam, "el mercado ha interpretado que esta transición no representa una amenaza a la institucionalidad económica". La "continuidad de las políticas fiscales y monetarias", junto con la credibilidad del BCRP, han funcionado como "anclas de confianza" frente a la incertidumbre.
Un factor adicional que refuerza la estabilidad es el crecimiento de 3,2% del PIB en agosto, impulsado por la minería, el comercio y la agricultura. Este resultado demuestra que, pese al ruido político, la actividad económica mantiene su dinamismo y continúa atrayendo el interés de inversionistas extranjeros.
En la misma línea, el economista Eduardo Recoba, economista principal para Latinoamérica de iFOREX, señaló a La República que “la matriz política no ha influido en absolutamente nada a propósito del tipo de cambio”, ya que el comportamiento del dólar responde principalmente a factores externos.
“Lo que está golpeando al dólar tiene que ver más con lo que pasa afuera que con lo que pasa adentro del Perú”, explicó.
El analista sostuvo que el actual escenario internacional es de presión y especulación sobre el dólar, más que de debilidad. “El dólar nunca va a ser una moneda débil; los economistas serios no lo consideran así. Pero sí enfrenta un contexto de impacto por la incertidumbre global, el nerviosismo de los mercados de capitales y el resurgimiento de la guerra comercial entre China y Estados Unidos”, detalló.
Recoba recordó que China ha respondido con sanciones —por ejemplo, sobre tierras raras— e impulsa el uso del yuan como moneda de pago internacional, buscando competir con la hegemonía del dólar. A esto se suma la baja de tasas de la Reserva Federal (Fed) el pasado 18 de septiembre, que redujo el atractivo del billete verde.
“Cuando una tasa de referencia baja, la moneda de ese país pierde potencia porque los activos financieros en dólares ajustan sus precios, y eso provoca que los inversionistas busquen refugio en el oro, que hoy supera los US$4.600 por onza”, explicó.
En el ámbito corporativo, la renuncia de Alejandro Narváez a la presidencia de Petroperú generó interrogantes sobre el futuro de la petrolera estatal, que enfrenta presiones financieras por su alto endeudamiento.
No obstante, los mercados reaccionaron con cautela, interpretando el cambio como parte de un proceso de reestructuración necesario, más que como una señal de inestabilidad.
Por su parte, BBVA Research advirtió que la economía peruana podría estar subestimando el impacto positivo de la digitalización y la inteligencia artificial en su crecimiento potencial, lo que sugiere que el PBI real podría expandirse más de lo previsto, fortaleciendo los fundamentos de mediano plazo.
“El Perú vive un sinceramiento del dólar”
Para Recoba, el tipo de cambio actual refleja un precio real y sincero del dólar, producto de la sobreoferta de divisas que recibe la economía peruana.
“Somos una economía primario-exportadora y globalizada en las sombras. Exportamos minerales, recibimos dólares, y además circula una cantidad considerable de divisas provenientes de actividades informales. Por eso, lo que estamos viendo hoy es un sinceramiento del dólar, un precio verdadero del mercado”, sostuvo.
El economista señaló que, pese a la disciplina y profesionalismo del BCRP, la estructura económica del país hace que haya una sobreoferta de dólares constante. “El Perú tiene una política monetaria muy sólida, reservas elevadas y una autoridad independiente, pero su sistema productivo primario-exportador genera ingresos de divisas que presionan a la baja el tipo de cambio”, explicó.
Recoba estimó que el dólar podría mantenerse en el rango de S/3,36 a S/3,38 durante las próximas semanas, aunque no descartó una intervención del BCRP para evitar una caída mayor.
“El Banco Central probablemente terminará comprando dólares para sostener un rango operativo. Este nivel no es alarmante, sino temporal. Cuando se normalicen los flujos de capitales y el mercado internacional recupere estabilidad, el dólar rebotará”, afirmó.
También advirtió que no existen pronósticos certeros sobre la evolución inmediata del tipo de cambio.
“No hay ser humano que sepa exactamente lo que va a pasar con el dólar. Nadie puede proyectar su comportamiento a corto plazo. Lo que sí es claro es que no es una divisa débil, y que retornará a sus rangos históricos de prevalencia frente a otras monedas”, subrayó.
El economista consideró que el intento de China por imponer el yuan como divisa global tomará tiempo. “Esto podría demorar entre diez y veinte años. Los chinos tienen paciencia, van construyendo poco a poco su influencia. Pero el dólar seguirá siendo dominante durante mucho tiempo”, apuntó.
Un “club del dólar” y presiones especulativas
Recoba también recordó que, en periodos de alta tensión política, algunos bancos “usaron el dólar como arma política”.
“Durante el gobierno de Pedro Castillo, hubo entidades que presionaron artificialmente el tipo de cambio. En ese momento dije que existía un ‘club del dólar’ en el sistema bancario, y me criticaron por eso. Pero las investigaciones posteriores confirmaron operaciones atípicas en mesas de dinero”, contó.
Según relató, estas prácticas incluyeron pactos informales entre operadores financieros de distintos bancos, lo que generó distorsiones en el mercado cambiario. “Hubo entidades que acordaban tipos de cambio específicos sin grabación ni respaldo normativo, lo cual está prohibido por el BCRP. En su momento, esto llevó a sanciones y despidos”, añadió.
Recoba enfatizó que hoy el escenario es diferente y que los principales bancos han corregido esas prácticas. “El mercado se ha normalizado, el BCRP mantiene control y las fuerzas actuales son genuinamente de oferta y demanda”, remarcó.
Factores externos impulsan al sol y debilitan al dólar global
En el contexto internacional, el índice del dólar (DXY) cerró la semana con retrocesos, presionado por una postura más prudente de la Reserva Federal de Estados Unidos, que dejó abierta la posibilidad de recortes de tasas en 2026 ante señales de enfriamiento económico.
Además, la confirmada reunión entre Donald Trump y Xi Jinping en Corea del Sur redujo temporalmente la percepción de riesgo comercial, impulsando a los activos emergentes.
El oro también reforzó su papel como activo refugio, alcanzando máximos históricos de alrededor de US$4.380 por onza, antes de una leve corrección de 2% el viernes. Los flujos hacia los ETF respaldados en oro y la compra récord del metal por parte de bancos centrales reflejan una preferencia sostenida por activos reales ante la volatilidad global.
Según el analista Felipe Mendoza, si el dólar continúa retrocediendo y el oro mantiene su impulso, el tipo de cambio podría consolidarse entre S/3,36 y S/3,38.
No obstante, si las tensiones políticas locales se agravan o el índice DXY rebota desde su soporte técnico, no se descarta una corrección hacia S/3,40–S/3,42, en un contexto donde la percepción de riesgo político seguirá siendo clave para el mercado cambiario.
























