
Brenda Amaya tiene 34 años y, hace seis, rescata animales, entre perros y gatos. Su noble labor comenzó cuando parte de su corazón se fue junto con el de su abuela, su segunda mamá. "Cuando ella fallece, tenía que encontrarle un rumbo a mi vida porque era la persona que me crió desde bebita... anímicamente me sentía mal, no quería sentirme en depresión y optamos (ella y su familia) por rescatar".
Recuerda que en su niñez, sus abuelos ayudaban a perros. Nunca tuvo gatos, siempre recogió a perros. Ellos costeaban los gastos, en esos años no existía las redes sociales y no podían postear los casos como ahora. "Anteriormente, te soy sincera, nunca lo llevamos al veterinario, porque no teníamos noción sobre ello, ni de esterilizar, no teníamos esa información... Todo era casero, las curaciones, los cuidados, tratábamos de sacar adelante a nuestros perritos".
Tal vez el limón en el cuello no era la solución, pero sus métodos salvaron a muchos animales que fueron abandonados a su suerte sin la oportunidad de reclamar o quejarse de sus verdugos. Porque en esos años, la conciencia y sensibilidad hacia los animales no existía —y aún, no existe—. Un perro iba en el techo o en la puerta de una casa para "cuidar", si tenía suerte comía dos veces, porque "perro es perro".
La partida de su abuela fue uno de los motivos que incentivó a Brenda a rescatar, junto con sus cuatro pequeñas y su pareja Fernanda, en Ventanilla. Su primer rescatado fue Abby, una perrita preñada que deambulaba por las calles. A pesar de tener la panza ancha por sus crías, se le marcaba las costillas, la sarna había logrado evidenciar la carencia de su frágil cuerpo. Brenda logró dar en adopción a los cachorros, pero la mamá no alcanzó una vacante, se quedó con ella seis largos años hasta que le tocó partir. Hoy, sus cenizas descansan en el cálido hogar de la familia que le dio otra oportunidad de amar.
Brenda inició su labor de rescate después del fallecimiento de su abuela, hoy, tiene alrededor de 50 animales entre perros y gatos. Considera que sus rescatados merecen vivir digndamente en un espacio donde puedan correr y jugar. Foto: Carlos Felix.
Ser rescatista no es fácil, muchas personas critican su labor porque consideran que lucran con el dolor de los animales, Brenda cuenta que para aquellos es fácil hablar, pero no hacer. Ella divide su tiempo familiar con el rescate, realiza actividades que inculque e involucre a sus hijas el respeto y amor hacia sus 'otros hijos' de cuatro patas. Cuenta que tuvo que renunciar a su trabajo como promotora de campo de empresas de telefonía para dedicarle tiempo al albergue. Ahora, vive de su propio negocio que no le da lujos, pero sí, lo necesario para vivir.
Esta pasión de ayudar también la comparte Emilia Carhuamarca desde Huancayo, ella inició esta labor hace siete años aproximadamente. Comenzó de manera particular, porque atravesaba un momento muy difícil en su vida. Fue tanto que se había olvidado de su propia perrita que tenía como mascota. Cuando tomó consciencia de su rumbo retomó volver a cuidarla. "Había perdido mi vida y empecé a retomarla junto con ella", cuenta aún afligida que cuando regresaba de su casa, junto a su mamá, un auto atropelló a su mascota. "Fue algo que me impactó, que me dejó muy mal, me dejó llorando casi un año".
Emilia confiensa que los animales la rescataron de una vida que no quería. Tiene más de 400 perros de tamaño mediano y pequeño en su albergue en Huancayo. Comenta que el abandono animal en provincia es mucho mayor. Foto: Cortesía.
Pasó el tiempo y su hermano, al verla consumida por la depresión y el remordimiento, le dijo que mire páginas de apoyo animal para que adopte un perrito. "Entré y solicité adopción, pero quedé impactada porque no sabes cuál es la realidad de sufrimiento del mal... quise adoptar, no me quisieron dar y tuve que comprar uno... Después adopté y vino la pandemia, me quedé con siete perros", relató.
Aunque suene increible o descabellado, Emilia tiene en su poder a 400 perros, una cantidad admirable por algunos y condenada por otros. Cuenta que ha recibidio críticas que la hicieron temblar, pero jamás se dejó volver a destruir. "Yo no me amilano, no me flaqueo, porque tengo que ver por ellos, a pesar que no sean eternos, les doy una oportunidad de que puedan ser felices. Los viejitos tiene su cama y sus frazadas, tienen comida y cuidado. No los puedo dejar".
Emilia Rescata Animales Huancayo es un albergue ubicado en Junín. Emilia Carhuamaca, su fundadora, tiene alrededor de 400 perros en su poder. Foto: Cortesía.
La rescatista evidencia que en su localidad, Huancayo, la sensibilidad por los animales es escasa, que la ley es un chiste, las personas no ayudan. "He viajado a Tarma, Huancavelica, La Oroya, entre otro lugares para salvar mascotas... Ayudaré lo que pueda ayudar, a pesar de que tenga semanas y meses difíciles", dijo con cierta resignación.
PUEDES VER: Más de 120 unidades de la empresa Sol de Oro llevan cinco días paralizadas por amenazas de extorsionadores

"Cuando yo vine a vivir aquí, de verdad, nunca había visto tanto abandono animal. Camada de perros abandonados. Era traumático para nosotros salir a la calle", cuenta Brenda. Cada perro rescatado pasaba por "triaje", un espacio que adecuó en su propia casa para atender a los heridos y enfermos. Tras recibir un alta del veterinario, los trasladaba a su albergue en Pachacútec, donde esperan ser adoptados.
Durante la pandemia mundial por Covid-19, la activista indicó que sus adopciones se volvieron casi nulas, porque la gente creía que los animales transportaban el virus. Rememora que, durante ese periodo, una vecina la llamó a la 1 a. m. para ayudar a unos perros que habían sido evenenados: "Era toque de queda, Fernanda sabía como sacarlos adelante cuando estaban envenenados, pero ¿y si nos agarraba la policía? Corrimos, no carro ni mototaxi, llegamos a la casa de la señora y hasta el día de hoy, los cinco perros siguen vivos".
Sin embargo, no siempre llegaba a salvar a todos. Esta realidad, la situación muchas veces la hizo sucumbir entre sus más profundos pensamientos. "Me tumbaba. Nos sentiámos supermal, hasta mis hijas se ponían a llorar. Fernanda es un poco más dura, ella nos hizo entender que era parte de la vida me dijo: 'No vamos a poder salvar a todos, y si queremos seguir con esta labor, tienes que grabártelo. No vamos a salvar a todos'".
Albergue Mascotas Al Rescate en Ventanilla salva y cura a animales en situaciones críticas. Tienen alrededor de 50 animales entre perros y gatos. Foto: Carlos Felix.
En caso de recién nacidos encontrados, las activistas suelen acudir a las mamás nodrizas para salvaguardar la alimentación de los cachorros. Foto: Carlos Felix.
A pesar de ser crudo, directo y doloroso, Brenda entendió que álgunos de los animales que rescata tendrán una nueva oportunidad de vivir, otros se irán luchando, pero fallecerán sabiendo que alguien les brindó tiempo y ofreció amor en sus últimas horas de vida.
Para Emilia, quien quiere ser rescatista, tiene que estar dispuesto y presto para ayudar: "Si yo pongo un límite a esto, pues voy a seleccionar y de eso no se trata. Me ha tocado llevar animalitos agonizando al veterinario, los tenía que hacer descansar, porque lo necesitaban, sufren... A todos ellos, los hemos enterrado, no los he mandado al basurero, ellos están en la tierra".
PUEDES VER: Protestas por retiro AFP HOY 13 de septiembre: conoce los puntos de concentración en Lima y regiones

En algún momento, ambas mujeres pensaron que no podían más, lloraron en silencio, se deprimieron, se aislaron, pero no dejaron que estas emociones las avasallen. Construyeron perseverancia y fuerza para seguir atendiendo y rescatando animales, a pesar de los comentarios crueles de redes. Con el tiempo, de manera cruda y dura, han interiorizado que no podrán rescatar a todos, así lo quisieran. Han visto sufrir, morir y revivir a un ser que no conoce de maldad, pero ha tenido que vivir una. No humanizan a los animales, pero sienten que son seres similares a los niños: son traviesos, juegan, te miran, te quieren.
Su labor no hubiese sido posible sin la bondad de otras personas que se conmovieron y apoyaron desinteresadamente en cubrir los alimentos, medicinas, y cualquier otra necesidad que las rescatistas soliciten porque a pesar de su incansable trabajo, el dinero no siempre les alcanza y deben acudir a las redes sociales para recibir donaciones.
Emilia cuenta, con ternura, que hasta niños le han escrito diciendo que han juntado de su lonchera para donar siete soles. Todo ello lo recibe con gracia y amor "porque es un apoyo desinteresado". De esa manera, cree que la nueva generación pueda tener mayor conciencia sobre la tenencia y sensibilidad animal.
PUEDES VER: La Teletón Perú EN VIVO: sigue el evento y conoce cómo donar, dónde ver y cuál es la meta de este 2025

Evelyn Quispe no cuenta con un albergue conformado como tal, pero su inmenso amor hacía los gatos y perros hizo que estos la desplazaran en su propia casa. Cuenta, con cierta complicidad, que sus rescatados están bien acomodados en un espacio grande, porque ella está en el más pequeño. Es soltera e independiente, dedica su tiempo a su futuro albergue que poco a poco está construyendo en el sur de Lima, aunque sus vecinos de Manchay ya se han quejado. Más allá de las incomodidades humanas, ella quiere darle una mejor vida a aquellos que no tuvieron la oportunidad de conocer el significado de familia porque los botaron o se aburrieron de ellos.
Como sus compañeras, Evelyn también tiene una historia de cómo comenzó con esta aventura que a veces la hace vivir un carrusel de emociones en un solo día. "A veces me culpo cuando no llego a salvar a uno, me digo ¿y si hubieses llegado antes? ¿y si hubiese hecho esto? Una vez estaba llorando por un perro atropellado que no pude salvar. En ese momento, me llegó un mensaje diciendo que me aceptaron una adopción. Al minuto, estaba mitad feliz y mitad triste. Así me llegan las noticias, así de drástico".
Evelyn tiene seis años como rescatista y producto de su esfuerzo, construirá un albergue para sus animalitos en el sur de Lima. Foto: Cortesía.
Milagros Tovar, presidenta de la Federación Nacional de Organizaciones y Activistas, Animalistas y Ambientalistas (FENOAAA), quien también es abogada especializada en derecho animal, y rescatista, lleva un registro de casos de maltrato y abandono animal a nivel nacional —tratan, porque el Estado no lo brinda—. "Estamos llevando 100 a 105 casos hasta la fecha... tenemos abandono, luego los casos puros y duros como atropello; es decir, el hecho de abandonar al animal luego de atropellarlo, de animales amarrados en los techos, sin agua ni comida, o los que trasladan a otro lugar y los dejan, ahorcamientos, golpes, envenenamiento. Todos los actos de crueldad".
Asimismo, enfatizó que en el Estado "no existe una regulación específica para albergues, refugios u hogares temporales, entre otros espacios para animales". Comenta que en muchos casos estos servicios de ayuda han sido utilizados como fachadas por criaderos ilegales... toman fotos de otros casos y piden plata. Por eso debe existir una norma que obligue a tener una licencia y fiscalización municipal", expuso.
Los animalistas promueven constantemente la adopción de mascotas, rescatan, esterilizan y atienden a los animales para difundir sus casos en redes. Tratan de tomarles el mejor ángulo, cuentan un poco de la historia para conmover al lector —un posible adoptante—, esperan con paciencia, y un poco de ansiedad, recibir respuestas. Pasan horas, días, y a veces no obtienen respuestas buenas. Otras quedan en el olvido. "Los viejitos son los que menos adoptan", comentan.
Brenda comenta que en Ventanilla, no solo existe el abandono animal, sino la falta de consciencia sobre las esterilizaciones a las mascotas. Foto: Carlos Felix.
En 2024, el Ministerio de Salud (Minsa) reveló que más de 6 millones de perros se encuentran en situación de calle y que, 4 millones de ellos se encuentran en Lima. El Estado no tiene un registro oficial de cuántos animales (perros y gatos) están abandonados en el país, ya que hasta el momento no existe una regulación oficial sobre el manejo poblacional de estos. A pesar de que en el 2021, el Gobierno del expresidente Francisco Sagasti aprobó la Ley 31311, que prioriza la esterilización de perros y gatos, hasta el momento no se ejerce de manera oficial a nivel nacional.
Milagros Tovar, contó que la asociación, que se creó en el 2022 luego de pandemia cuando diferentes organizaciones se unieron para ayudar a los albergues que no tenían alimentos, lograron recoger 11 toneladas de comida que se distribuyeron en diferentes regiones en todo el territorio. La activista, quien también es abogada especializada en derecho animal, expuso que en nuestro país, todo con respecto a animales está abandonado.
Adopta, no compres. En el Perú existe una sobrepoblación animal de perros entre mestizos y de raza. Comprar, no te hace mejor cuidador. Foto: Carlos Felix.
La especialista resaltó que en el artículo 206-A del Código Penal no tipifica la agresión sexual a animales como delito, sino como agravante. El FENOAAA le da seguimiento a seis casos que pudieron intervenir, pero en algunos no se pudo continuar con el proceso porque los agresores se dieron a la fuga.
No obstante, este diario consultó a las rescatistas si en algún momento llegaron a recibir ayuda de los ayuntamientos de su jurisdicción. Brenda indicó que sí, por parte de la Municipalidad de Mi Perú, porque la de Ventanilla, donde está su albergue, "solo recibe apoyo para la foto del alcalde". En el caso de Evelyn, la administración del alcalde ni tiene idea de la existencia de su refugio. Por su parte, Emilia contó que solo una vez recibió ayuda de su alcalde y "solo porque le hizo roche en redes". Las activistas argumentan que todas las leyes anunciadas por el gobierno son un saludo a la bandera, porque las autoridades no responden a las solicitudes de denuncias como establece la ley.
Milagros Tovar se ha reunido con congresistas para que puedan plantear proyectos de ley con una regulación con base en las denuncias, así como crear una norma nacional para formalizar los albergues, porque muchos de los gobiernos locales "actúan como quieren" y "no hay una linealidad". En ese sentido, exigió a las autoridades que se incluya en las preguntas del Censo 2025, ¿cuántos animales tiene cada familia?
Si no se sabe cuántos animales tiene cada familia, las municipalidades no tienen planes de registro poblacional de perros y gatos callejeros en sus distritos. Señalan que la Policía no toma en serio las denuncias y que el Ministerio Público no toma medidas preventivas contra los agresores, mientras que el Poder Judicial absuelve a maltratadores de animales. ¿Cómo el Gobierno pretende acabar con una problemática que cada vez incrementa? La Ley Cuatro Patas priorizaría la esterilización, pero cada día hay más animales abandonados y maltratados, y muchos de ellos, son producto de personas con problemas de salud mental, otro punto crítico en el Perú.
¡Sigue a La República en WhatsApp! Únete a nuestro canal desde tu celular y recibe las noticias más importantes de Perú y el mundo en tiempo real.

CINEPLANET: 2 entradas 2D + 2 bebidas grandes + Pop corn gigante. Lunes a Domingo
PRECIO
S/ 47.90
ALMUERZO O CENA BUFFET + Postre + 1 Ice tea de Hierba luisa en sus 4 LOCALES
PRECIO
S/ 85.90
CINEMARK: Entrada 2D - opción a combo (Validación ONLINE o mostrando tu celular)
PRECIO
S/ 10.90
PERULANDIA: 1 Entrada +Vale de 30 soles + bosque encantado + piscinas + Perusaurus en Huachipa
PRECIO
S/ 49.90