En una entrevista publicada en el diario El Peruano, Isis Pagola Díaz narra pasajes importantes de su vida que ahora pueden considerarse como un ejemplo de perseverancia y determinación. A los 16 años decidió mudarse sola a Lima en busca de mejores oportunidades como estudiar una carrera universitaria. Hoy, su trayectoria es una fuente de inspiración, ya que ha pasado de vender chocotejas y contar carros en diversas calles de Lima y Callao, a formar parte del equipo encargado de la gestión del megaproyecto Línea 2 del Metro de Lima y Callao como ingeniera en la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU).
Isis recuerda con claridad sus primeros trabajos: "Vendía chocotejas en la academia preuniversitaria, mesera en restaurantes, ayudante de cocina, también enseñaba matemáticas a chicos de primaria y secundaria, repartía volantes en peajes y contaba carros en calles de Lima y Callao. Era duro, pero tenía claro que necesitaba salir adelante". Estas experiencias forjaron su carácter y le enseñaron el valor del esfuerzo y la dedicación. Con ese espíritu, decidió estudiar ingeniería, a pesar de las dificultades económicas.
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Con el tiempo, su esfuerzo fue recompensado. A mitad de la carrera, hizo prácticas en las municipalidades de La Victoria y de Lima, lo que le permitió ganar experiencia en su campo laboral. En el 2014, se graduó con éxito, ocupando el primer puesto en toda su facultad. Sus logros académicos la llevaron a obtener oportunidades laborales importantes, culminando en su actual posición en la ATU, donde forma parte del equipo encargado de la gestión y construcción de uno de los proyectos de infraestructura ferroviaria más ambiciosos del país, como es la Red Básica del Metro de Lima y Callao.
La Línea 2 del Metro de Lima y Callao mejorará la calidad de vida de los usuarios al reducir su tiempo de viaje hasta en una tercera parte. Además, es ambientalmente amigable y altamente duradero. "Un solo tren puede durar hasta 50 años", afirmó.
Isis Pagola nació en Chancay, un pequeño distrito costero al norte de Lima. "Mi infancia fue feliz, pero llena de desafíos", recuerda. Siendo menor de edad se mudó a Lima y, por si no fuera poco, lo hizo sin su familia. Esta drástica decisión la tomó pensando en busca de mejores oportunidades. Confiesa que adaptarse a la capital no fue nada fácil, pero desde el principio mostró una notable capacidad para enfrentar y superar las dificultades.
Isis logró tener un presente soñado gracias a su perseverancia y talento para la ingeniería. Foto: Difusión
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A los 16 años, Isis comenzó a trabajar para cubrir los costos de los estudios, vivienda, pasajes y alimentación. "Hacía de todo un poco, desde vender chocotejas hasta contar carros en diversas calles de Lima y Callao. Fue una etapa difícil, pero también me enseñó el valor del trabajo duro y la importancia de la educación", comenta. Esta etapa de su vida moldeó su carácter y determinación. Además, de esta forma ella podía disminuir la carga económica de sus abuelos quienes quedaron a cargo de su crianza luego de la prematura muerte de su madre: “Mi abuela es analfabeta y mi abuelo apenas completó la primaria. Ambos dedicaron toda su vida a trabajar en la chacra; por eso, cuando terminé la secundaria, mi abuela fue sincera conmigo y me dijo que, si quería seguir estudiando, tendría que irme a la ciudad y forjar mi propio camino”.
Isis ahora es reconocida como una de las ingenieras líderes del megaproyecto. Foto: Diifusión
Decidida a continuar cambiando su destino, no contenta con graduarse como la mejor de su promoción en la Universidad Nacional Federico Villarreal, Isis se esforzó por obtener una educación superior. Luego de años intentando y gracias a su talento y dedicación, ganó una Beca Generación del Bicentenario del Pronabec para estudiar el máster en Transporte, Territorio y Urbanismo que se dicta en la Universidad Politécnica de Valencia, en España. "Cada paso en la universidad era un logro para mí y mi familia. Sabía que con educación podría alcanzar mis sueños", dice. Su éxito académico y profesional no pasó desapercibido, y rápidamente se destacó en su campo.
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Hoy, Pagola forma parte de la ATU, del equipo técnico encargado de la gestión y construcción del megaproyecto de la Línea 2, así como de las demás líneas que forman parte de la Red Básica del Metro de Lima y Callao. "Trabajar en estos proyectos es un sueño hecho realidad. Es la oportunidad de aplicar todo lo que he aprendido y contribuir al desarrollo de mi país", afirma con entusiasmo. Con sus aportes, los proyectos avanzan con firmeza, prometiendo una mejora significativa en el transporte público de la ciudad.
Línea 2 del Metro de Lima es una de las obras más esperadas en el país. Foto: ATU
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Isis Pagola es un ejemplo de cómo la perseverancia y el esfuerzo pueden transformar vidas. Su historia es una inspiración para muchos jóvenes que, como ella, buscan superar las adversidades y alcanzar sus metas.