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Sociedad

Las mujeres que ponen alto a la violencia en Tambopata

Defensoras comunitarias en madre de dios. Eufrocina Esperilla y Yesica Villafuerte fueron capacitadas por el MIMP y hoy empoderan a víctimas, además de prevenir la violencia de género. Según las cifras oficiales, el 65,6% de mujeres en la región sufrió algún tipo de agresión por parte de su pareja.

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Sensibilización. Las defensoras comunitarias entrenadas por el MIMP ayudan con la prevención de la violencia. Foto: difusión

“¡Auxilio! ¡Ábreme, por favor, te lo suplico!”, gritaba desesperada una mujer que había sido secuestrada por su expareja en Tambopata, Madre de Dios. Y no era para menos. El lugar ardía en llamas y el agresor Anthony Mondragón Ortiz (28) amenazaba con explotar un balón de gas. Felizmente, tras la alerta de los vecinos, el Serenazgo llegó a la casa y la rescató.

En la actualidad, en Madre de Dios, el 65,6% de las mujeres de 15 a 49 años ha sufrido algún tipo de violencia por parte de su pareja, según las cifras del Programa Nacional Aurora, del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).

De ese universo, el 60,1% sufrió violencia psicológica; el 32,4%, física; y el 6,2%, sexual.

Además, de enero a abril últimos, los cinco Centros de Emergencia Mujer (CEM) que hay en esta región atendieron 355 casos de violencia, de los cuales 188 fueron denuncias de violencia psicológica (53%), 71 de tipo sexual (20%), 95 de violencia física (26,8%) y un caso de violencia económica (0,3%).

Caso. Yessica Villafuerte ayuda a derivar los casos de violencia a las autoridades del Estado. Foto: difusión

Defensoras comunitarias

Para visibilizar esta situación, prevenirla y combatirla, el Servicio de Atención Rural (SAR) del Programa Nacional Aurora ha empezado a formar, capacitar y fortalecer a un grupo de mujeres que han salido del círculo de la violencia y hoy ayudan a otras a hacer lo mismo.

Estas mujeres están asumiendo ahora el liderazgo, vigilancia y prevención de la violencia contra otras mujeres e integrantes del grupo familiar.

Uno de estos centros es el SAR Las Piedras que tiene 32 defensoras comunitarias, como Eufrocina Esperilla Manya, originaria de la comunidad de Piñal.

Hoy su vida transcurre entre Tambopata y el pueblo de Mavila. Eufrocina comenzó esta experiencia a los 21 años cuando asumió el liderazgo en su comunidad. Luego, en el 2018, fue tenienta gobernadora.

Luchadora. Eufrocina sufrió violencia física. Hoy en día aconseja a las mujeres a decir basta. Foto: difusión

Hoy, como defensora comunitaria acreditada por el MIMP y alcaldesa de su comunidad, cuenta que desde el 2023 participa de las capacitaciones que realiza el SAR, decidida a erradicar el machismo en su comunidad y empoderar a las mujeres.

“Por eso estamos fortaleciendo a las mujeres de Mavila, explicándoles qué es la violencia, cómo las afecta y cómo podemos prevenirla, además de involucrar a parejas y hombres en talleres de sensibilización”.

También se les orienta cómo deben reportar casos de manera inmediata y unir esfuerzos con otros actores locales, como los ronderos. “Lo que busco en mi comunidad es poner un alto a la violencia”, señala.

Ella también sufrió violencia física por parte de su expareja. “Cuando era teniente gobernadora, mi esposo me quiso pegar, yo puse un alto porque no podía haber una segunda vez”.

Al inicio, la comisaría no le quiso aceptar la denuncia.

El comisario le dijo: “Usted es una autoridad, qué feo se va a ver que denuncie, solo tienes un golpecito”. Tras ello, se quejó ante la Inspectoría de la PNP y fue así que le recibieron la denuncia. El agresor se fue a la cárcel.

Eufrocina aprendió así a no callarse y ahora enseña a otras mujeres a poner un alto. Orientó a varias a denunciar a sus parejas que las agredían.

“Ahora las mujeres están denunciando; cuando hay denuncias; recién se dan cuenta de que hay bastante machismo en la zona, y sí hay”, afirma.

Valiente y empoderada

De igual manera, Yesica Villafuerte Encinas deriva los casos de violencia y brinda orientación en las charlas informativas que da en la comunidad y también en los colegios. “Nos vamos a distintos lugares donde nos invitan. Hemos estado en Puerto Maldonado, conocemos a los fiscales y a los jueces”.

Señala que en el centro poblado Alegría, que está en el distrito de Las Piedras, ubicado a 38 km de Puerto Maldonado, se presentan casos de violencia física y psicológica. “Hay mujeres que aún no han aprendido a decir basta. Las denuncias no se dan con frecuencia, al mes puede haber uno o dos casos”.

Villafuerte tiene como motivación a sus cuatro hijos y, junto con su pareja, vive en el centro poblado de Alegría. Desde el 2022, recibe capacitaciones del SAR. “Gracias a lo que aprendí en las capacitaciones, hoy soy una defensora comunitaria”, cuenta.

Los 433 Centros de Emergencia Mujer a nivel nacional han recibido 53.502 denuncias de violencia de enero a abril de este año. En el 85,2% de casos, las agresiones fueron contra mujeres; mientras que el 14,8%  fueron contra  hombres.

El 42,5% de las denuncias  fue por violencia psicológica; el 38,9%, violencia física; el 18,2%,, violencia sexual; y el 0,4%, violencia económica. Aún hace falta detener el machismo.

Claves

MIMP capacitó a 62 mujeres de las provincias de Tambopata y Tahuamanu, a través del Servicio de Atención Rural (SAR), del Programa Nacional Aurora.

De enero a abril se han registrado 66 casos de feminicidio y 77 casos de tentativa de feminicidio.

En el 45,5% de feminicidios y en el 39% de las tentativas, las víctimas tienen vínculo de pareja con el presunto agresor.