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Sociedad

En el Perú se atendió más de 280.000 casos de depresión en el 2023

Cada 13 de enero se recuerda el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión. “Debemos prestar atención a los signos de alarma, impulsar la atención especializada y promover la prevención”, advierte el médico psiquiatra Carlos Bromley Coloma.

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Problemas de salud mental aumentaron también durante la pandemia en 2020. Foto: composición de Jazmin Ceras/La República

El 5% de la población adulta en el mundo padece depresión. La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica a este trastorno mental como común, por su elevada incidencia. Y es, además, una de las principales causas de discapacidad a escala global.

Cada 13 de enero se recuerda el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, nos recuerda el destacado médico psiquiatra, Carlos Bromley. “Debemos tener una estrategia para hablar abiertamente de la enfermedad, prestar atención a sus signos de alarma, impulsar la atención especializada y promover la prevención”, señala.

“Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es recurrente y de intensidad moderada a grave. Puede causar gran sufrimiento a la persona afectada y alterar sus actividades laborales, escolares y familiares”, advierte con preocupación.

El peor escenario de este trastorno es que puede conducir al suicidio, añade Bromley.

Para este psiquiatra, la tristeza intensa y persistente, los pensamientos pesimistas, la poca actividad general, la falta de interés y la pobre disponibilidad para realizar las tareas de la vida cotidiana, la pérdida de vitalidad y energía para el día a día, los trastornos del sueño y del apetito, el aislamiento, las alteraciones en las relaciones con otras personas, la pérdida de visión de futuro, son expresiones de depresión, a las que hay que estar atentos para actuar oportunamente y evitar tragedias que lamentar, como las pérdidas de vidas humanas.

Causas son variadas

Además, explica que las causas son muy variadas y comprenden la presencia de familiares consanguíneos con antecedentes de depresión u otro trastorno mental, situaciones estresantes o traumáticas como abuso físico o sexual, el fallecimiento de un ser querido, relaciones interpersonales endebles y problemas económicos.

También las enfermedades físicas crónicas, consumo de alcohol o de otras drogas y la presencia de otros problemas de salud mental en la persona y, en el caso de niñas y niños, puede presentarse con poca tolerancia, fácil irritabilidad, inclusive molestias físicas como dolores de cabeza, estómago, mareos y náuseas.

En los establecimientos de salud del Ministerio de Salud, de acuerdo con un reporte inicial del año pasado, hubo 280.917 casos atendidos por depresión, en los que 46.477 fueron niñas, niños y adolescentes, 74.066 adultos entre 18 y 29 años, 113.309 adultos entre 30 y 60 años y 47.065 adultos mayores.

“La depresión es una enfermedad que, si se trata oportunamente con psicoterapia y medicamentos antidepresivos, mejora notablemente a la persona que la padece, quien puede reintegrarse a su vida personal, familiar y social de manera normal y funcional en poco tiempo”, sostiene Carlos Bromley.

Y añade que, de no tratarse, la persona puede empeorar o convertirse en dependiente con gran discapacidad, disminuyendo marcadamente el rendimiento académico, laboral y social y finalmente llegar a pensar que la vida no tiene sentido, pensar en el suicidio y realizarlo en cualquier momento.

Por ese motivo hay que dejar de lado el estigma contra la depresión que a veces lleva a minimizarla o banalizarla y acudir a atenderse con un profesional de la salud mental para conseguir alivio y mejora de tan terrible enfermedad.