El COVID-19 se ha controlado, pero el dengue y otras enfermedades siguen atacando. El Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud (Minsa) acaba de emitir una alerta epidemiológica por la intensificación de la transmisión de dengue en el país. Solo en lo que va del año se han reportado 9.259 casos y 15 muertos por este mal.
“Estas cifras representan, a nivel nacional, un incremento del 73% de casos en comparación con el mismo período del año 2022”, advirtió el director general del CDC, César Munayco.
Lo preocupante es que entre las víctimas mortales figuran dos gestantes de 20 y 42 años, con 10 y 28 semanas de gestación, respectivamente; así como tres menores de edad.
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Las defunciones se encuentran distribuidas en Ucayali (3), San Martín (3), Loreto (2), Madre de Dios (2), Junín (2), Huánuco, Amazonas y Cusco.
Además, 96 ciudadanos están hospitalizados por dengue en el ámbito nacional, de los cuales siete yacen en UCI. Asimismo, casi la mitad de los hospitalizados (45) están en Loreto.
El gerente regional de Salud, José Salinas, señaló que en Iquitos un menor de 2 años permanece hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital regional tras la picadura del zancudo Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad. “Yurimaguas y Contamana, junto con Iquitos, son las ciudades que tienen un alza de casos”, afirmó el funcionario.
Pero ¿por qué hay gestantes y menores afectados?
En diálogo con La República, el infectólogo Juan Villena señaló que, en el caso de las gestantes, es más complicado porque con el dengue se producen problemas serios de circulación y de coagulación, por lo que las plaquetas caen. “Hay riesgo de que se desprenda la placenta por estos detalles y pueda haber un aborto o parto prematuro”.
Añadió que además de las hemorragias puede haber otras complicaciones, como la eclampsia (presión arterial y convulsiones) que puede verse en una paciente con dengue, sobre todo si está en los extremos de la afectación: en las primeras semanas o cuando están a poco tiempo de dar a luz. Por eso, dijo, es importante un control en las gestantes para evitar complicaciones.
Si bien el dengue y el zika pueden confundirse en el diagnóstico, el segundo compromete a las embarazadas y puede generar desarrollo insuficiente del cráneo en los bebés, como la microcefalia.
“Entonces, sí será importante sospechar que es dengue cuando una mujer tenga un cuadro febril o esté en una zona endémica y con síntomas, como dolor ocular, dolor de los huesos, dolor en los músculos; aunque no se debe descuidar la posibilidad de que sea zika”, explicó Villena. Por eso es importante un descarte temprano.
El Minsa también informó que Madre de Dios, Ucayali, Amazonas y Loreto son las regiones con las mayores tasas de incidencia de dengue, superando el promedio nacional. Los grupos más afectados son los adolescentes, niños y jóvenes.
Si usted presenta síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor de ojos y en los huesos, debe acudir al establecimiento de salud más cercano. La enfermedad se puede agravar con dolor abdominal intenso, vómitos, moretones y sangrado.
Infografía - La República