La lucha contra la anemia en niños de 6 a 35 meses ha tenido avances después de mucho tiempo y se halla en menos del 40%, como promedio nacional.
Sin embargo, esta situación no ha sido igual en todas las regiones, pues en 14 de ellas las cifras han retrocedido (ver infografía), según la reciente Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del Instituto Nacional de Estadística Informática (INEI).
Durante el 2021, la anemia infantil en el grupo mencionado bajó hasta un 38.8%; es decir, hubo una reducción del 1.2% en comparación del año previo.
María Elena Ugaz, oficial de Desarrollo Infantil Temprano y Nutrición de Unicef-Perú, señala que esto ‘’de alguna manera es alentador’', pues en más de 10 años no se había podido bajar a menos del 40%.
‘’De acuerdo con lo que se recomienda, por parte de la OMS y Unicef, Perú estaba categorizado como un país con un problema de salud pública severo (…). Todavía tenemos un problema crítico, pero por lo menos ya está categorizado, a nivel internacional, como moderado’'.
Pero hay regiones en donde la anemia en niños de 6 a 35 meses está por encima del 50%, mientras que ninguna se encuentra por debajo del 20%, que vendría a ser una categoría de leve. Incluso Puno ha alcanzado el 70.4%, que es preocupante, advierte Ugaz.
anemia
El exjefe de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Puno Jorge Sotomayor manifiesta que un motivo por el cual las cifras no mejoran en esta región es la falta de un trabajo interinstitucional, así como de continuidad en las políticas buenas.
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‘’Si los gobiernos regionales tuvieran otra apreciación de cómo se maneja el sector salud, yo pienso que habría jefes de Diresa con experiencia en gestión pública y que sepan cómo es la realidad en el sector’', añade.
Sotomayor considera que la situación se debe manejar de manera multisectorial, pues reducir la anemia en Puno no solo es un tema de salud, sino también educativo e incluso relacionado a la agricultura.
Mientras tanto, el jefe de la Diresa de Madre de Dios, Jorge Ascencio, sostiene que se debe aplicar protocolos según la región, como costa, sierra y selva, ya que cada zona tiene una geografía distinta.
Agrega que muchas veces los padres no llevan a sus hijos a los establecimientos de salud y el personal tampoco va a buscarlos, pero no necesariamente porque no quiera, sino por la demanda que hay.
En tanto, Sotomayor explica que en muchos distritos de Puno no hay agua potable, por lo que existen altos índices de parasitosis en los niños, que condiciona la mejora en la anemia. Además, no se hace un seguimiento adecuado de las gestantes porque no siempre es fácil para ellas acudir a los establecimientos de salud.
En el caso de Ucayali, la segunda región con el índice más alto de anemia infantil, un gran problema también es el saneamiento, dice Victoria Rivera, jefa de la Diresa. Esto genera que los menores tengan parasitosis, lo que impide que absorban los nutrientes correctamente.
‘’En Ucayali, más del 60% (de población) no tiene acceso a agua segura, entonces más que nada los niños con anemia están en las zonas rurales’'.
PUEDES VER:dica Rivera, en una gran parte de las más de 250 comunidades indígenas ‘’no hay variedad en su alimentación, ni tampoco es rica en hierro’'.
En tanto, el gobernador de Cusco, Jean Paul Benavente, refiere que hace una semana tuvo una reunión con los responsables de la encuesta Endes debido a los cuestionamientos que tiene sobre esta medición que arroja resultados negativos en su región.
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Considera que no ha habido precisión en los resultados, ya que según el Sistema de Información del Estado Nutricional (SIEN) que emplean para hacerle seguimiento a cerca de 36 mil niños de Cusco, de los más de 120 mil de 6 a 35 meses que existen, ha habido más bien mejoras en los índices.
‘’Amerita una buena interpretación de este resultado que debe manejarse con mucha mesura’', se puede leer en el documento. En Cusco, ‘’habría disminuido en 6% la anemia’', que es más o menos el margen de error de la encuesta, señala el gobernador.
Ugaz, en tanto, recuerda que la anemia en una edad temprana puede afectar el desarrollo intelectual e incluso emocional del niño. ‘’Tiene un impacto en la formación del cerebro’'. Y recuperar el daño costará mucho más, por lo que el enfoque preventivo es primordial.
Enfatiza que se debe prestar atención a aquellas regiones en donde las cifras no han disminuido, al igual que aquellas donde se han incrementado.
Los resultados preliminares de Endes indican que ha habido una disminución en los menores de cinco años con desnutrición crónica. En el 2020, la cifra era del 12,1%, mientras que en el 2021 bajó al 11,5%.
Las regiones con los porcentajes más altos son Huancavelica (27,1%), Loreto (23,6%) y Cajamarca (19,4%).
Y las zonas con las cifras más bajas son Lima metropolitana (3,5%), Moquegua (2,9%), así como Tacna (1,5%).
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También se puede observar una gran diferencia entre la zona rural con la urbana. En la primera, el porcentaje de menores de cinco años con desnutrición crónica es de 24.4% y en la segunda baja a un 6.8%.
María Elena Ugaz, Unicef Perú
“Si bien es cierto que el bajar al 38.8% es un aliciente, creo que justamente por eso tenemos que seguir reforzando mucho más las intervenciones efectivas que el país ha diseñado. Ya está descrito y debemos hacer que cada vez funcione mejor”.
Jean Paul Benavente, gobernador de Cusco
“La movilización social es lo que importa porque no hay forma de luchar contra la anemia si no sensibilizas (...). Seguridad alimentaria, educación, seguimiento a niñas y niños y saneamiento son los cuatro criterios para mejorar la anemia”.