Tras dos años de pandemia de COVID-19, la ciudadanía se pregunta si la convivencia con el virus significará seguir inmunizándose. Algunos países ya han advertido sobre sus planes de vacunación y han puesto en el radar una cuarta dosis. En tanto, otros ya la están aplicando. ¿En qué escenario se encuentra el Perú?
De momento, el país solo administra tres dosis contra el coronavirus, aunque no se descartó seguir los pasos de Israel y Chile, donde ya la cuarta dosis es una realidad. En ese panorama, ¿es recomendable empezar con esta vacunación?, ¿en qué momento debería administrarse?, ¿hay estudios sobre la segunda dosis de refuerzo?
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De acuerdo con el infectólogo Juan Villena, se ha demostrado que la cantidad de anticuerpos van disminuyendo continuamente, por lo que se ha requerido la aplicación de dosis de refuerzo.
“La información que hasta hoy se maneja sobre las dosis de refuerzo, ya sea una cuarta, es considerando que cada dosis podría ser conveniente al tercer mes. Esa es la idea porque se ha observado que dos o tres meses después, la cantidad de anticuerpos disminuye”, sostuvo.
En esa línea, Villena resaltó que es necesaria su aplicación, siempre y cuando hayan transcurrido de tres a seis meses desde la aplicación de la tercera dosis contra el coronavirus.
“Si las personas ya tienen seis meses, deben aplicarse, ya deberían tener su cuarta dosis. Incluso en tres meses ya debería aplicarse”, acotó.
Sin embargo, el epidemiólogo Edgardo Nepo precisó que aún no deberían implementarse la cuarta dosis, debido a que existen brechas en la administración del tercer fármaco.
“Yo creo que este todavía no es el momento para iniciar una vacunación con cuarta dosis, creo que es necesario cerrar la brecha de la vacunación de la tercera dosis”, resaltó.
Asimismo, precisó que la evidencia parece demostrar que se tendría que vacunar a la población de manera periódica. Además, se deberá evaluar si solo será para un grupo determinado, como las personas vulnerables, por ejemplo.
“Se sabe que pareciera que se requiere vacunar periódicamente, hay que establecer bien cuántos meses después”, manifestó.
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El médico Villena explicó que no hay estudios científicos, debido a que no se ha logrado una evaluación detallada.
“Todavía no hay evaluación detallada de cuántas dosis debemos recibir. Las decisiones se toman en base a lo que viene sucediendo en otros países”, explicó.
Del mismo modo, el especialista Nepo destacó que hay poca evidencia sobre la cuarta dosis, pero esta situación también se ha vivido con las vacunas anteriores.
“Hay muy poca evidencia, pero eso también nos ha pasado con las vacunas anteriores. Entendemos que los países toman decisiones. Esto de Chile nos dará información para comparar el impacto de una cuarta dosis”, informó.
Asimismo, señaló que es necesario comenzar a discutir sobre su administración. En esa línea, lamentó que el equipo consultivo del Ministerio de Salud haya renunciado, ya que es este grupo de especialistas evalúan la vacunación y la situación epidemiológico.
“Yo creo que este es el momento de tener discusiones técnicas muy sólidas. Es lamentable la renuncia del equipo consultivo, que reflexiona sobre esto (la vacunación), eran quienes estaban revisando, hay que recomponer eso”, puntualizó.
Su turno. La vacunación de los menores se inicia mañana en Lima y Callao, y en regiones a partir del 2 de noviembre. En total, suman 3,6 millones. Foto: Rodrigo Talavera / La República
A la fecha, la vacunación de dosis de refuerzo solo ha alcanzado el 28,42% (9 317 036) de la población objetiva. En esa panorama, Nepo destacó que hay una inmunización desigual, cuya menor incidencia se muestra en la Amazonía y regiones del sur.
Según el especialista, la mayoría de las personas cree que solo necesita dos dosis, cuando se debe contar con las tres, sobre todo para la población vulnerable.
“Se nos metió en la cabeza de que si tengo dos, ya estoy vacunado, pero todavía hay grandes segmentos de población que no ha recibido el refuerzo, algunos creen que es adicional u optativo”, explicó.
En tanto, Juan Villena detalló que la vacunación se ha detenido por desinformación y los temores de la ciudadanía, que se ha dejado influenciar por las redes sociales y no por la ciencia.
“Se ha detenido la vacunación por temores, inquietudes, la influencia de los antivacunas. Es probable que siga sucediendo eso. No predomina la información basada en evidencia, sino lo que dicen en redes sociales que es cualquier cosa”, comentó.
Nepo hizo hincapié en que las vacunas han logrado que disminuyan los casos graves y, por lo tanto, la mortalidad.
“En el Perú, la primera ola tenía una letalidad de 8,9%, una de las más altas; en segunda ola, la tasa fue peor con 9,1%; en la tercera (desde noviembre) solo ha sido de 0,7%. Una caída dramática. Esas cosas hay que decirlo, tiene que ver con la vacunación”, finalizó.