Por: José Alván y Adolfo Cuicas
Luego de seis intensas noches de violencia, caos y protestas en al menos 143 ciudades de los Estados Unidos por la muerte del ciudadano afroamericano, de 46 años, George Floyd a manos de un policía blanco, el presidente Donald Trump, lejos de buscar la reconciliación de su país, invocó a la bicentenaria Ley de Insurrección y dijo que la usaría si es que algún gobernador se niega “a desplegar a la Guardia Nacional para tomar las calles”.
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Al promediar las 10 de la noche del lunes, hora de Washington, el mandatario envió un batallón de la policía militar en servicio activo que consta de unos 200 a 250 militares para resguardar la capital. Funcionarios de Defensa dijeron que los uniformados solo brindarán seguridad, pero no realizarán arrestos ni detenciones.
Más temprano, en videoconferencia, conminó a los gobernadores a ser mucho más duros con las protestas."Si no dominan, están perdiendo el tiempo", les dijo. "Los van a pasar por arriba. Se van a ver como un montón de idiotas".
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Según dijeron a la cadena ABC el gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, y la alcaldesa demócrata de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, lo que hace el mandatario es empeorar las cosas. “Esto es igual que lo de Charlottesville”, dijo Lance Bottoms en referencia a la respuesta de Trump a la violencia de los supremacistas blancos durante una manifestación en esa ciudad de Virginia en 2017.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció un toque de queda desde las 11 de la noche del lunes. “Apoyamos las protestas pacíficas”, pero "por la seguridad de todos, hemos decidido implementar un toque de queda ", escribió en Twitter.
En el frente externo, los principales rivales de los Estados Unidos, los que constantemente son criticados por Washington por las vulneraciones de los derechos humanos, han dado la vuelta a las acusaciones y han condenado la medida de endurecer la represión contra la ciudadanía que se encuentra reclamando en las calles.
“El racismo contra las minorías étnicas en Estados Unidos es una enfermedad crónica de la sociedad estadounidense”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian.
Además, el vocero de la Cancillería iraní, Abbas Mousavi, usó el lenguaje utilizado por la administración del presidente Donald Trump en su apoyo a los opositores del estado clerical.
"Para el pueblo estadounidense: el mundo ha escuchado su protesta por el estado de opresión. El mundo está de su lado", dijo Mousavi, en inglés, en Teherán.
La tarde del lunes se conoció que una autopsia independiente encargada por la familia de George Floyd concluyó que se trató de un asesinato por asfixia, causado por la presión que ejercía la rodilla del policía Derek Chauvin sobre el cuello del hombre que yacía tendido en el suelo con las manos esposadas y boca abajo.
“Los médicos independientes que realizaron la autopsia a Floyd el domingo determinaron que la causa de la muerte es asfixia debido a una presión sostenida”, dijo el abogado Ben Crump.
Una primera autopsia realizada por el servicio médico del condado arrojó que Floyd murió por una combinación de factores, uno de ellos fue la violenta inmovilización con la que fue reducido, pero también por unas patologías subyacentes.
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Aleccia Wilson, directora de Autopsias y Ciencias Forenses de la Universidad de Michigan, indicó que “hay evidencia de que se trató de un caso de asfixia mecánica o traumática”, según recogió la agencia AFP.
El pasado lunes 25 de mayo se dio el reporte de un billete falso de 20 dólares en una tienda de comestibles al promediar las 8 de la noche en la ciudad de Minneapolis. Floyd intentaba comprar un paquete de cigarrillos. El empleado siguió el protocolo y llamó al 911.
Dos agentes acudieron al lugar y uno de ellos, Thomas Lane, sacó su arma y le ordenó que mostrara las manos. En un principio se resistió a que lo esposaran.
En ese instante apareció el policía Derek Chauvin, quien colocó su rodilla izquierda entre la cabeza y el cuello de la víctima.
Floyd le suplicó que dejara de hacerlo. “No puedo respirar”, le dijo, pero el oficial hizo caso omiso. Minutos después no tenía pulso, fue llevado a un centro médico del condado de Hennepin, donde fue declarado muerto casi una hora más tarde.
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