“Quedan escombros de Trump": de la muerte de Floyd al estallido que lo llevó a su búnker
“Estamos acercándonos a la triste y perfecta tormenta de EE. UU.", comenta internacionalista Ramiro Escobar. El abuso policial provocó que Trump se refugie en la Casa Blanca y hasta que se evoque la ley marcial.
Con Donald Trump cercado por la polémica, Estados Unidos empezó a arder un día después de la muerte de George Floyd, el afroamericano reducido por un policía blanco en Mineápolis (Minesota), acusado de falsificar un billete de veinte dólares.
De momento, entre la zozobra de una posible invocación de la ley marcial, Trump ha ordenado el despliegue de “todos los recursos civiles y militares para terminar con los saqueos y disturbios”.
El pasado lunes 25 de mayo, el abuso policial fue captado por los móviles de los transeúntes. Fueron nueve minutos agónicos en los que el agente Derek Chauvin asfixió a Floyd con la rodilla sobre su cuello, mientras él suplicaba: “Por favor, no puedo respirar”.
La indignación colectiva copó entonces la ciudad de Minnesota, se replicó en todo el país, arrojó a la Guardia Nacional a las calles de 21 estados y produjo el retiro del efectivo Chauvin, hoy bajo custodia en un centro de máxima seguridad señalado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado.
Las manifestaciones han llegado a 140 ciudades, y se impuso el toque de queda en decenas de ellas. En Washington, Miami y Nueva York resonó “Black Lives Matter” (“La vida de los negros vale”) y "No puedo respirar”, las últimas palabras de George Floyd.
Solo en el centro de Los Ángeles, fueron detenidas unas 500 personas en la noche del viernes y la mañana del sábado. Al menos dos personas murieron y decenas resultaron heridas, muchos de ellos agentes de policía. Según la BBC, son los disturbios más graves que se reportan en el país desde 1968, cuando Martin Luther King fue asesinado.
Y las consecuencias han sido tan drásticas que hasta se evocó la ley marcial, a la que se recurre cuando la guerra o rebelión.
Donald Trump: “Terremoto con consecuencias nefastas”
El internacionalista y catedrático Ramiro Escobar considera que este panorama es la suma de una herencia histórica cruel con los afroamericanos y el “liderazgo errático” de Trump. “Estamos acercándonos a la triste y perfecta tormenta de Estados Unidos, es una situación próxima al desastre político y social”, apunta el especialista.
Trump califica disturbios en Washington como una "deshonra absoluta". Foto: AFP.
No es exageración. El estallido se produce en medio de tres grandes crisis: la sanitaria (más de 100.000 decesos por COVID-19), la económica (40 millones de personas solicitaron subsidio de desempleo) y la social.
“En este momento urge no solo un líder político, sino social. Y Donald Trump es un empresario metido en la política, no entiende la complejidad histórica. Está en el centro de un terremoto que puede tener consecuencias nefastas”, precisa Escobar.
Trump, desde luego, condenó la muerte de Floyd, pero se refirió a los manifestantes como “matones”. Culpó a la “izquierda radical” cuando la estabilidad social del país viene fallando desde hace décadas.
“Puede cambiar de presidente, pero el problema continúa. La elección de Trump en cierto modo fue la sobrerreacción racista, mente cerrada y xenófoba de esa población que se bancó dos presidencias de Obama. Trump agravó el proceso histórico de la población afroamericana”, sostiene el internacionalista.
Donald Trump citado por Anonymous
Cuando la llamarada parecía disiparse, el último domingo Anonymous volvió a la escena pública con documentos que involucran al jefe de Estado en casos de abusos sexuales a menores, además de pertenecer a la red de Jeffrey Epstein, el magnate pederasta hallado muerto en su prisión de Manhattan cuando esperaba una sentencia de tráfico infantil.
Aunque no se ha referido de manera directa a las acusaciones, Trump tuiteó mensajes aparentemente alusivos. Fake News, digitó en signos de admiración tras señalar que EE. UU. “designará a ANTIFA como una organización terrorista”.
Por la madrugada, las luces de la Casa Blanca se apagaron, un hecho que no ocurría desde 1889. El Servicio Secreto, encargado de la seguridad del presidente, lo llevó al búnker subterráneo junto a Melania y a su hijo.
La muerte de George Floyd, replicada con disturbios, lo dejó sin palabras por largas horas y añadió inquietud ante la evolución en los próximos días. Se trata de un escenario donde se habla de reivindicación del “ya no más” (y trae a colación la llamada ley marcial).
“Para que sobreviva, el partido republicano debe poner a otro candidato: Donald Trump es cada vez peor. Su aura se cayó por la pandemia. No ha llegado a nada. Nos queda escombros del liderazgo de Trump. Por eso, lo más probable es que los demócratas ganen”, dice Escobar, especializado en análisis del mundo.
Agrega que, aunque no se puede descartar la renuncia presidencial, Estados Unidos tiene un “edificio institucional suficientemente fuerte” para aguantar un momento político turbulento.
Trump pide a los gobernadores que "controlen las calles". Foto: AFP.
“Hacer un juicio político en vísperas de elecciones sería perjudicial. Solo le queda a Trump flotar en el poder hasta noviembre causando el menor daño posible”. Hasta ahora solo hay un panorama claro: “Trump fue útil para algunos concursos de belleza, pero no como presidente”, enfatiza Escobar.
¿Qué es la ley marcial?
La ley marcial es un estatuto de excepción por el que se otorgan facultades extraordinarias a las fuerzas armadas o la policía en cuanto a la administración de jurisdicción y resguardo del orden público. La última vez que se invocó en Estados Unidos fue hacia 1992.
Por la tarde del lunes, en una llamada con los gobernadores estatales, Trump instó a que se volvieran más severos. Horas después, desplegó miles de soldados armados en Washington.
“Estoy movilizando todos los recursos federales disponibles, civiles y militares, para parar los disturbios y saqueos, para parar la destrucción e incendios provocados. Y para proteger los derechos de los estadounidenses que respetan la ley”, dijo desde la Casa Blanca, en discurso solemne a la nación.