La pandemia del coronavirus ha golpeado a casi todos los países del mundo. Hay uno donde el efecto no ha sido demoledor, pero que lleva varios años de crisis económica y ahora enfrenta la caída del petróleo: Venezuela.
Desconocido por buena parte de la comunidad internacional como presidente de Venezuela, Nicolás Maduro se encuentra en su segundo año de otro mandato, en medio de una situación tumultuosa.
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Sancionado y acosado por Estados Unidos y sus aliados, al punto en que incluso ofrecen 15 millones de dólares para dar con su captura, ahora combate el coronavirus con un sistema de salud sin insumos y diezmado tras el éxodo de profesionales.
Y este viernes 24 de abril la cotización del petróleo venezolano cayó por debajo de los 10 dólares, a 9,9 el barril, su peor nivel en las últimas dos décadas.
Entrevistado por La República el economista venezolano Víctor Álvarez afirmó que el régimen de Maduro tiene “poco margen de maniobra financiera”, en medio del impago de deuda externa.
“El desplome de los precios del petróleo hace aún más crítica la situación del país (...). La severa contracción del ingreso petrolero, aunado a la falta de ahorro interno y a la salida de los mercados de capitales prácticamente han dejado secas las finanzas de Venezuela”, dijo.
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Álvarez, Premio Nacional de Ciencia, indicó que tan complicada es la posición de Maduro que debe “renegociar la deuda” con China y Rusia, sus principales aliados junto a Cuba.
“Tendría que renegociar esta deuda con una posposición de los próximos pagos, es decir, una mora acordada para poder liberar algunos recursos que le permitan atender las prioridades de la pandemia asociadas a la importación de equipos, pruebas y medicinas”, añadió.
Venezuela, el país con las reservas de crudo comprobadas más grandes del mundo, ha reportado crisis por falta de gasolina en varias ocasiones en los últimos años, pero esta vez coincide con la enfermedad COVID-19.
Según el experto venezolano la escasez de gasolina tiene dos caras: una favorable al régimen de Maduro, dado que al paralizarse el aparato automotor la desmovilización contribuye con la cuarentena.
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Empero en segundo lugar tiene un impacto negativo en el suministro de alimentos de agricultura, como hortalizas y legumbres, especialmente en los diferentes estados; que suelen estar en segundo plano en contraposición a la capital (Caracas).
“Hay un creciente reclamo de los productores del campo porque están perdiendo sus cosechas al no poder transportarlas a los mercados de consumo”, destacó Álvarez.
Como la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) está inmovilizada por las sanciones de Estados Unidos, el economista apuntó que el régimen chavista plantea autorizar a empresas privadas para distribuir la gasolina en el país.
Un negocio que desde 1976 es exclusivo del Estado venezolano tras la nacionalización de su petróleo y la ulterior creación de Pdvsa.
En conversación con este diario por WhatsApp, el director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, habló sobre el estatus actual del líder izquierdista.
Opinó que en el sistema venezolano "se encuentran actores estatales y paraestatales, como por ejemplo el sector militar pero también los grupos paramilitares, que funcionan como balances y contrapesos de unos contra otros".
“Estas estructuras implican la existencia de incentivos, pero también de sanciones o consecuencias para quienes no contribuyen a sostener el sistema”, agregó Alarcón.
Consultado sobre cómo se sostiene en el actual panorama, señaló que el sistema creado bajo el régimen chavista se sustenta bajo varios pilares, como el dinero, las armas o el control del Estado, “pero ninguno de ellos de forma aislada explica la sustentabilidad del sistema”.
Mientras tanto Maduro, en el poder desde 2013, asegura que concluirá su período gubernamental, contemplado hasta 2025.