Inevitablemente, el Perú se acerca a su variación del PBI más débil en los últimos veinte años —sin contar la pandemia—, considerando que ayer el Banco Mundial llevó a la baja su expectativa de crecimiento para este 2023: 0,8% (en 2001, la tasa fue de 0,6%).
La razón detrás del enfriamiento económico es la inestabilidad política vista en el último año, según William Maloney, economista jefe del BM para América Latina y el Caribe; así como las amenazas del fenómeno de El Niño que han puesto las políticas fiscales en el límite.
Desde el Banco Mundial señalaron a La República que los retos más importantes que el país debe afrontar son la mejora de la calidad de los servicios públicos, una gobernanza y entorno empresarial sólido, ya que la estabilidad política es fundamental para un crecimiento más alto e inclusivo en pro de reducir la pobreza y desigualdad. Además, para el 2024 y 2025, esperan que el PBI alcance sendas tasas de 2,3%.
La desaceleración económica del 2023 mantendrá a 30,5% de los peruanos con ingresos por debajo de la línea de pobreza —fijada en US$6,85 por persona al día, para el Banco Mundial—. Para el 2024 será del 30%.
La lectura del Banco Mundial coincide con la de especialistas como Federico Arnillas, quien en anteriores ocasiones mencionó a este diario que la pobreza monetaria llegaría incluso a más de un tercio de la población, similar a lo que dejó el 2020 con la irrupción del coronavirus.
A criterio de Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del BM para la región, esta parte del mundo ha demostrado ser resiliente a los diversos shocks externos tras el COVID-19, pero lamentablemente está encasillada en un crecimiento anémico.
PUEDES VER: MEF sobre nuevo retiro de AFP: "En caso el Congreso decida aprobarlo, tendría que ser muy acotado"
“Las soluciones digitales pueden ser parte de la respuesta, ya que ayudan a complementar las reformas estructurales para aumentar la productividad, mejorar la prestación de servicios para la población y respaldar la eficiencia del Gobierno. Aquí vemos grandes oportunidades para la región”, mencionó en la presentación del informe Conectados: tecnologías digitales para la inclusión y el crecimiento.
La radiografía del hogar latinoamericano refleja a ciudadanos con salarios que se recuperan a paso de tortuga comparado con sus niveles en 2019, una clase media aún aletargada y con un papel principal de las remesas para las viviendas en pobreza. Si bien a nivel regional las remesas totalizaron US$146.000 millones al cierre del 2022, en Perú se contaron US$3.700 millones. Incluso debajo de Haití.
Maloney aseguró que, en los últimos meses, América Latina es presa del pobre desempeño a largo plazo en inversión en capital y productividad, para lo cual urgen reformas que necesitarán del consenso social para materializarse. Caso contrario, seguirán elevándose los niveles de empleo, pero con salarios más bajos.
La productividad empresarial se ha visto afectada por el aumento de los costos de capital —tras la subida de los tipos de interés en los bancos centrales—, por lo que las corporaciones han preferido sustituir el capital por mano de obra.
William Maloney, economista jefe para Latam y el Caribe del BM
“Está la incertidumbre política que caracterizó al país el último año y, por supuesto, también El Niño que causa problemas; y con las políticas fiscales estrechas se ha reducido el crecimiento”.