El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recomendado subir de forma temporal los impuestos a las compañías que tienen beneficios “excesivos”, con la intención de “reducir la carga” que suponen las ayudas públicas de los gobiernos a las empresas afectadas por la pandemia.
El documento relativo a las deudas y retos que afronta el sector privado, presentado durante una reunión de este lunes, también aconseja a los gobiernos que “calibren el ritmo de su consolidación fiscal”.
Jean-Marc Natal, uno de los autores del informe, dijo que “el principio general de las finanzas públicas es encontrar dónde están los recursos e intentar compensar a quienes más sufren”.
En palabras de Natal, las características propias de una crisis como la pandemia hicieron que algunas compañías en determinados sectores sufran duras consecuencias, mientras que otros logren beneficios.
Omar Azañedo, economista y Ceo de Noncash, aseguró que la sugerencia del ente multilateral es una señal de que “la crisis económica global propiciada por el Covid-19 se está acentuando, sobre todo con la guerra en Ucrania”. Por lo que la medida iría en línea con “fomentar más la recuperación económica global”.
Volviendo a la propuesta del FMI, esta considera que dicho apoyo debe limitarse a circunstancias en las que ha habido un “fallo del mercado”.
El FMI rebajó previsión de crecimiento en 143 países por la guerra de Ucrania
Azañedo señala que la “falla de mercado” es aquella donde se pueda encontrar un escenario en el que el Estado “no fomente o facilite la competencia”, es decir, “alguna situación monopólica u oligopólica”, consideró el experto.
Sin embargo, el FMI también advierte que en los sectores más golpeados por la pandemia es mejor incentivar la reestructuración o la reconversión.
“Sugiere una reconversión del sistema tributario, ven que la tasa de interés no será suficiente, y me parece que sí es adecuado, siempre y cuando en cada nación se cuente con un soporte técnico, con una verdadera identificación de aquellos sectores en que en los últimos meses han generado más ingresos por la pandemia”, acotó Azañedo.
De hecho, el informe recuerda que el impacto de la pandemia en las finanzas de los hogares y empresas ha sido desigual en el mundo, y depende mucho también de la composición económica por sectores de cada país. “Esto es algo que ya se ha hecho en otras ocasiones, por ejemplo después de guerras, y es una forma de redistribución”, añadió Jean-Marc Natal.
No obstante, Azañedo reconoce que la “alta informalidad” en que muchas empresas de Latinoamérica se encuentran podría ser obstáculo para la aplicación al pie de la letra.
“Si bien se puede cobrar más, hay que tener el talento para recaudar y llevarlo con medidas adecuadas y programas puntuales a quiénes lo requieran”, comentó el experto.
Enfoque por Armando Mendoza, Economista
La figura de un impuesto temporal y solidario no es nueva, es una medida conocida dentro del ámbito de la economía y fiscalidad nacional e internacional. Es innegable que, mientras hay sectores con ganancias extraordinariamente altas -como industrias extractivas y agroexportaciones-, otros en el aparato productivo han sufrido de forma terrible. Es razonable, entonces, pensar que, en el caso de estas ganancias, se considere algún tipo de gravamen, pero con cuidado para no generar malestar entre los agentes y desacelerar las inversiones. La idea de recaudar para que vaya al agujero negro de la caja fiscal, para no saber dónde termina, sería una mala señal. Tendrían que dirigirse los recursos a temas específicos como salud, educación, programas sociales o subsidios a las familias.