
Policías sirviendo al crimen, el otro enemigo que el Estado debe vencer
Al margen de la ley. Ya es frecuente ver a policías cometiendo delitos o siendo cómplices de ellos, lo que afecta la confianza de la ciudadanía y la moral al interior de la institución. Un reciente caso, en Puno, involucra a 7 suboficiales que cometieron el delito que tenían la misión de combatir: el robo. Desde el 2021 son cerca de 5 mil los efectivos que han sido dados de baja.
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El creciente número de crímenes y la violencia que suele acompañarlos ha generado temor en la población, lo que se agudiza con la desconfianza hacia la Policía que con frecuencia se ve involucrada en escándalos de corrupción.
Después del robo de barras de oro protagonizado por efectivos de esa institución en el Callao, se supo que el suboficial Víctor Hinostroza había sido detenido en Arequipa, en el 2021, con 15 kilos de oro. Estuvo en prisión preventiva y luego fue absuelto y reincorporado. ¿Un caso aislado? Veamos.
Esta semana el Poder Judicial dictó 9 meses de prisión preventiva para siete policías en actividad, miembros del Grupo Terna en Juliaca (Puno), por ser presuntos responsables de un robo en una vivienda, en Lampa.
El último mes de abril también fue detenido en Tacna el superior PNP Roberto Caldas Wong por pedir una coima de 3 mil soles para facilitar el desalojo de un inmueble por orden judicial.
Y no se trata solo de personal subalterno. La detención del coronel Arturo Balta Paredes, acusado de pertenecer a una organización criminal dedicada a la minería ilegal, asi lo demuestra.

El Poder Judicial ordenó nueve meses de prisión preventiva para siete policías del Grupo Terna en Juliaca, acusados de un presunto robo en una vivienda en Lampa.
Casi 4.500 dados de baja
Y el número de policías dados de baja, también es otro indicador de la crisis que vive esta institución. Desde el 2021 hasta agosto de 2024 han pasado al retiro 4.482 efectivos, de los cuales 4.271 son suboficiales (95%) y 211 oficiales.
Hay otro dato preocupante. Según el exdirector de la PNP, Eduardo Pérez Rocha, solo en el primer trimestre de este año el Sistema de Denuncias Policiales ha registrado 1.241 reportes contra el personal policial por faltas graves y delitos.
“Si al año egresa un promedio de 5 mil policías, esto quiere decir que hay tantas denuncias como efectivos que salen de las escuelas”, señala.
Además, hasta septiembre del año pasado había 758 policías presos. Este año, entre enero y marzo, durante las 381 operaciones policiales contra la corrupción, fueron detenidos 24 agentes PNP.
“Se supone todos los años debe existir exámenes médicos para los 135 mil policiales (corazón, presión arterial, vista) pero lo más importante es la salud mental, como son el psicológico y psicométrico. Esto no se está llevando a cabo”, advierte Pérez Rocha.
Otra cosa importante es la evaluación del personal que ingresa a las escuelas. “No se hace un buen análisis de su vida anterior, recién cuando ha salido de las escuelas se descubren sus antecedentes”, manifiesta.
Pérez Rocha señala que estamos frente a una institución policial que no ha sabido elegir a sus integrantes. “Tenemos 27 escuelas de suboficiales, la escuela fémina y la escuela de oficiales, y en lugar de estudiar tres años solo han estudiado un año y medio o máximo dos, y lo más grave es que no se verifica sus antecedentes, en muchos casos cuando se verifican los documentos se detecta un historial, vale decir, delincuentes ingresando a la Policía”.
El exjefe policial señala que se debe modificar la Ley Policial que actualmente no permite que se expulse a los malos elementos.

En Tacna, el superior PNP Roberto Caldas Wong fue detenido por pedir una coima para facilitar el desalojo de un inmueble por orden judicial.
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Piden más inteligencia
Para el exministro del Interior Remigio Hernani, para enfrentar el problema de la corrupción policial se debe trabajar más en inteligencia en Inspectoría General de la PNP.
Sostiene que no hay buena selección del personal y eso le compete al comandante general de la PNP, “pero este señor está más preocupado en viajar que exigir al Gobierno una escuela de policías como corresponde”.
Agrega que no se selecciona bien, “hay un relajo en la captación de nuevos elementos”. Y ello es por falta de control. Hay muchos jefes que no hacen esa gestión. Explica que las evaluaciones psicológicas pasan por agua tibia y “tiene que ponerse más rigor en la selección del personal”.
Hernani sugiere poner un ministro que conozca el tema de inteligencia operativa, porque esto no se trata de sacar personal por sacar, ni de poner el país en estado de emergencia. “Se trata de tener equipos de inteligencia que puedan ubicar, identificar a todos estos delincuentes infiltrados”.
Por su parte, el sociólogo de la UNMSM Arturo Huaytalla Quispe sostiene que en el año 2021, el gobierno aprobó el Plan Mariano Santos 2030 (PMS30), un documento que aspiraba a fortalecer y modernizar la Policía.
Cuatro años después, en el 2025, el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, presentó el Proyecto de Ley n.°10189/2024-CR, el cual declara en emergencia a la policía con el objetivo de mejorar su eficacia contra la criminalidad. Ambas iniciativas comparten un diagnóstico similar: deficiencias en equipamiento, infraestructura y logística. Ambas parten, también, de un error fundamental: la emergencia policial no se debe a carencias, sino a una descomposición por corrupción.
La falta de filtros en la PNP es advertida por oficiales en actividad que aseguran que los mecanismos que la PNP utiliza para detectar posibles agentes que no cumplen con los estándares de conducta y ética, están fallando.
Huaytalla sostienen que antes se realizaban investigaciones exhaustivas de antecedente para determinar si un candidato tenía un historial criminal o estaba involucrado en actividades ilegales. También había evaluaciones de desempeño. Es decir, se monitoreaba el comportamiento de los agentes durante su servicio para detectar posibles inconductas.
La PNP debe implementar filtros efectivos para garantizar la integridad de sus agentes y recuperar la confianza de la gente. Se necesita un compromiso firme con la ética, la profesionalidad y la transparencia, concluye.
Hay una falta de control de acciones policiales cotidiana, dice Wilfredo Pedraza, exministro del Interior
Las inconductas policiales tienen múltiples expresiones. No se trata solo de la conocida coima por asuntos del tráfico vehicular, sino, lo que ocurre en espacios de la investigación criminal, comisarías, procesos de admisión; y, como no, en la ejecución del presupuesto.
Por ello, enfrentarlos demanda diversos enfoques, como la recuperación del Tribunal de Disciplina Policial que creamos en el 2012, bajo la conducción de civiles especialistas en procesos disciplinarios. Fortalecer acciones de la Inspectoría y de la contrainteligencia.
Mejorar los filtros en los procesos de admisión es útil, pero, tienen escasa incidencia, pues vemos que los policías vinculados a hechos irregulares tienen hasta décadas de servicio.
Por ello, es prioritario fortalecer la contrainteligencia y los mecanismos de sanción, en salvaguarda del honor de ese gran segmento de policiales correctos que se esmeran en brindar un buen servicio.