La región Ucayali es el “nuevo” Vraem del narcotráfico
Escalada antinarcóticos. El gobierno de los Estados Unidos repotencia su cooperación con la lucha antidrogas en el Perú con la entrega de 3 helicópteros UH-60 Black Hawk de un total de 9, en la base policial Policial de Pucallpa: el centro de operaciones frente a la creciente presencia de organizaciones trasnacionales del narcotráfico.
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(Especial desde la base de la Aviación Policial de Pucallpa, ubicado en el distrito de Yarinacocha, en la provincia de Coronel Portillo, Ucayali). El explosivo incremento de los cultivos de hoja de coca y la consecuente escalada de la producción de cocaína en la región Ucayali ha obligado a las autoridades antinarcóticos del Perú y Estados Unidos a replantear la estrategia para esta zona.
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El centro de la lucha contra las organizaciones del narcotráfico ha cambiado dramáticamente: en los años 80 y 90 fue el Alto Huallaga, en las dos primeras décadas del 2000 se concentró en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) y ahora es Ucayali.
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Esto explica por qué después de varios años de cierta dejadez en el fortalecimiento de la asistencia antidrogas estadounidense, caracterizada por el suministro continuo de fondos y equipamiento, la Casa Blanca ha decidido reactivar y potenciar su respaldo a la Policía Antidrogas con la donación de nueve helicópteros UH-60 Black Hawk.
En noviembre de 2024 llegó uno a territorio peruano; en mayo de 2025 se recepcionó dos unidades y la semana pasada otras tres fueron recibidas en la sede de la Unidad Desconcentrada de la Dirección de Aviación Policial (DIRAVPOL), en Yarinacocha, desde donde informa La República.
El próximo año se completará la flota de aeronaves imprescindibles para perseguir, intervenir y neutralizar a los narcotraficantes que se valen de la extensa y espesa selva amazónica para dedicarse a sus actividades ilícitas.
Con la dotación de nueve helicópteros será factible una mayor destrucción de las pistas clandestinas emplazadas en el territorio de Ucayali que sirven para exportar cocaína. Este año la organización Mongabay Latam detectó 67 de estas narcopistas.
En junio de este año, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA) emitió su último informe sobre el monitoreo de los cultivos de hoja en todo el Perú, destacando los sorprendentes hallazgos en la región Ucayali.

En el campo. La erradicación de lo cultivos de hoja de coca en Ucayali aumentó considerablemente el último año. Foto: difusión
Un crecimiento salvaje
Entre 2020 y 2024 los cultivos de hoja de coca se expandieron en 193%. Una cifra a todas luces espectacular.
Es decir, saltó de 3,822 hectáreas registradas en 2020 a 11,206 en 2024.
El ritmo de crecimiento es brutal.
De acuerdo con las fuentes consultadas en esta base policial a donde ha llegado La República para conocer en detalle el desarrollo del programa, la provisión de nueve helicópteros es resultado de un acuerdo con la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL) de los Estados Unidos, cuyo objetivo es cortar radicalmente el flujo de cocaína hacia el país del norte por parte de una red transnacional de organizaciones criminales que se ha expandido y fortalecido en los últimos años.
La donación de los nueve Black Hawk se cumple en función de la Estrategia de Seguridad Nacional, recientemente lanzada por el gobierno de Donald Trump, y que implica una reactualización de los intereses de la Casa Blanca en dos ámbitos en América Latina: el económico y el militar. La reformulación de la estrategia antinarcóticos se alinea a este último propósito.

Oficial. El subdirector de Operaciones del CORAH, Nemesio Moreno Ochoa, en la base la Aviación Policial de Pucallpa. Foto: La República
Replanteando la estrategia
Al respecto las fuentes dijeron que las aeronaves estadounidenses han sido autorizadas para participar no solo en operaciones de interdicción de cargamentos de droga sino también en acciones de destrucción de cultivos de hoja de coca.
“Estas aeronaves que son de gran versatilidad cuentan con mayor capacidad que los helicópteros Bell Uh -Huey II qué teníamos. Se caracterizan por su gran accesibilidad a las zonas de operaciones en la selva de nuestro país” señaló el jefe del equipo de pilotos de la Diravpol, comandante PNP Leydyn Tejada Aguilar.
“Los Black Hawk son más autónomos. Cuentan con dos turbinas y con un sistema redundante, de alta tecnología, gran potencia y mayor capacidad de carga. Cada unidad puede trasladar hasta 18 pasajeros con todo su equipo, en comparación de los 9 pasajeros que llevaba los UH Huey II”, detalló .
El comandante Tejada explicó que los pilotos de la Policía Nacional se encuentran en constante entrenamiento en el uso de las aeronaves, lo que forma parte de un plan de operaciones contra el narcotráfico, en coordinación directa con las autoridades de Estados Unidos.
“ El apoyo del estado norteamericano no solo da entrenamiento técnica a los pilotos, sino también el mantenimiento de los repuestos de las aeronaves”, enfatizo el oficial.

Cambio. Un ejemplar de los 24 helicópteros Bell UH-1H Huey II que será sustituido por la nueva dotación de UH-60 Black Hawk. Foto: La República
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Una masiva destrucción
De acuerdo con los reportes del Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivo de la Coca del Alto Huallaga (CORAH), Ucayali virtualmente se ha convertido en un “nuevo” VRAEM.
Según las cifras de monitoreo del CORAH, en 2025 fueron 36,456 hectáreas de cultivos de hoja de coca que equivale a más de 320 toneladas de clorhidrato de cocaína. Es decir, estamos hablando de un valor aproximado de US$640 millones de la droga puesta en los Estados Unidos.
Las cifras de monitoreo del CORAH indican que las erradicaciones de cultivo de hoja de coca en Ucayali, Loreto, San Martin, Huánuco y Amazonas fueron progresivos cada año.
- En 2020 sumaron 6,272 hectáreas.
- En 2021 alcanzaron 5,774 hectáreas.
- En 2022 subieron a 21,627 hectáreas.
- En 2023 saltaron a 22,599 hectáreas.
- En 2024 fueron 26,474 hectáreas.
Sin embargo, todavía no es suficiente, con o en el caso de Ucayali, como se ha mencionado. Esa es precisamente la idea de las autoridades peruanas y estadounidenses: aumentar la erradicación de manera sostenida hasta revertir la tendencia.
“El objetivo es erradicar 30 mil hectáreas anualmente, pero este año de 2025 hemos sobrepasado la meta y eso es bueno a comparación de otros años”, indicó el subdirector de Operaciones del CORAH, Nemesio Moreno Ochoa.
El funcionario del CORAH explicó que la mayor parte de sembríos ilícitos se erradicó en la región de Ucayali con un aproximado de 18 mil hectáreas eliminadas y en Huánuco se destruyeron 10 mil hectáreas.
Por ejemplo, el distrito de mayor presencia de cultivos de hoja de coca es Tahuania, ubicado en la provincia ucayalina de Atalaya. El año pasado el CORAH eliminó más de 4,300 hectáreas y en lo que va del año otras 6 mil hectáreas.
Según fuentes de la Dirección Antidrogas, el distrito de Tahuania es considerado una zona con alto tránsito de cocaína, laboratorios y pistas de aterrizaje clandestinos, donde las organizaciones criminales sacan la droga por los ríos y vía aérea hacia Brasil.
Una de esas organizaciones enquistadas en el lugar es la organización criminal trasnacional Comando Vermelho, que tiene el control de la triple frontera entre Perú, Colombia y Brasil: uno de los puntos estratégicos de la ruta del narcotráfico
En la misma línea se encuentra la provincia de Padre Abad, también en Ucayali. En 2024, se erradicaron 1,350 hectáreas de cultivo de cocales y hasta noviembre de 2025 se eliminaron otras 4,200 hectáreas.
Pero la erradicación por sí sola no es suficiente. Se requiere simultáneamente cortar el flujo de los insumos químicos, la destrucción de las narcopistas, intervenir el lavado de activos y otros delitos. Pinta como una nueva guerra al narcotráfico.
























