Politólogo revela las posibilidades de una intervención de Estados Unidos en Venezuela: "Son muy superiores"
Expertos advierten sobre una posible intervención de Estados Unidos en Venezuela, bajo el pretexto de combatir el narcotráfico, mientras el gobierno de Maduro considera estas acciones como agresiones ilegales.
- Los 10 apellidos más comunes en Venezuela: el primero de la lista es uno de los más populares en España
- Trump, Maduro y migración: Así se desarrolló el tenso debate entre Jara y Kast antes de las elecciones en Chile

Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela han aumentado considerablemente en septiembre de 2025. La relación se ha visto marcada por incidentes militares en el Caribe, donde las fuerzas de EE. UU. han atacado embarcaciones venezolanas.
El 2 de septiembre, un ataque aéreo estadounidense hundió una lancha venezolana, alegando vínculos con el grupo criminal Tren de Aragua, lo que resultó en la muerte de 11 personas. Posteriormente, el 15 de septiembre, una segunda operación estadounidense causó la muerte de tres personas más, mientras que Venezuela respondió calificando estas acciones como agresiones ilegales.
TE RECOMENDAMOS
MÁS PERUANOS CONTRA FUJIMORI: LO QUE SE LE VIENE A KEIKO | LA VERDAD A FONDO CON PEDRO SALINAS
Ante este contexto, en declaraciones para el medio Latino Actual, el analista político Benigno Alarcón Deza afirmó que es "muy probable" una intervención por parte de Estados Unidos en Venezuela y que actualmente se vive "un juego de gallina asimétrico". Además, Alarcón advirtió que "las capacidades militares estadounidenses son muy superiores a las venezolanas".
La "justificación" de Estados Unidos para realizar la intervención
Según el especialista, Estados Unidos fue contundente al no reconocer a Maduro como presidente legítimo de Venezuela y al catalogarlo como líder de una "organización criminal transnacional". "Es evidente que, con esta narrativa, se intenta articular un conjunto de justificaciones para una operación de mayores proporciones en territorio venezolano", señaló Alarcón.
En esta misma línea, subraya que, aunque el gobierno estadounidense nunca calificaría oficialmente sus acciones como una intervención directa, probablemente las justificaría como parte de la operación antinarcóticos que desarrolla en el Caribe. En este contexto, las incursiones militares en aguas venezolanas, como el ataque aéreo a una lancha ocurrido el 2 de septiembre, se ajustan a dicha narrativa.
Esta estrategia, según el analista, busca restar legitimidad a Maduro y otorgar un marco legal y moral a las acciones militares de EE. UU. en la región, bajo el pretexto de combatir el narcotráfico. Asimismo, sostiene que si un país lanza una amenaza de tal magnitud, como la que Estados Unidos ha dirigido a Venezuela, es muy probable que la lleve a cabo.
El factor "reputación" dentro de las acciones estadounidenses
"Lo que ha dicho Trump en las declaraciones de las últimas horas es que va a haber una operación en territorio venezolano y que van a perseguir a los carteles de las drogas en Venezuela. Entonces, si esa es la amenaza y no se cumple, eso tiene un costo reputacional y lo que cabe esperar es que efectivamente eso va a suceder", explica el analista político.
Solo el 2 de septiembre, la Armada estadounidense llevó a cabo un ataque aéreo en el sur del Caribe que resultó en la destrucción de una lancha venezolana, con 11 personas a bordo, a quienes EE. UU. vinculó al grupo criminal Tren de Aragua. Este ataque fue seguido por otro el 15 de septiembre, que resultó en la muerte de tres personas más, y la destrucción de una tercera embarcación.
Panamá y un antecedente sobre invasión en su territorio
La invasión de Estados Unidos a Panamá en diciembre de 1989, conocida como la Operación Causa Justa, fue una intervención militar de gran escala que tuvo como objetivo derrocar al general Manuel Noriega, quien ejercía el poder de facto en Panamá.
La operación comenzó el 20 de diciembre de 1989 y se extendió hasta finales de enero de 1990. El presidente George H. W. Bush justificó la invasión con varios argumentos: proteger la vida de los ciudadanos estadounidenses en Panamá, defender la democracia y los derechos humanos en el país, detener a Noriega para enfrentar cargos de narcotráfico y respaldar el cumplimiento del Tratado Torrijos-Carter.
La invasión resultó en la disolución de las Fuerzas de Defensa de Panamá y la asunción del poder por parte del presidente electo Guillermo Endara. Noriega se refugió en la Nunciatura Apostólica en Ciudad de Panamá y se entregó el 3 de enero de 1990. Fue trasladado a Estados Unidos, donde fue juzgado y condenado por cargos relacionados con el narcotráfico.
La operación también causó un número significativo de víctimas y daños materiales, aunque las cifras exactas varían según las fuentes. La Asamblea General de las Naciones Unidas condenó la invasión como una violación del derecho internacional


















