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Argentina: juez ordena a clínica aplicar dióxido de cloro a paciente con COVD-19

Miembros de la comunidad médica mostraron su preocupación y afirmaron que “no hay ninguna evidencia científica” que compruebe la efectividad de la sustancia.

El dióxido de cloro no tiene estudios clínicos que demuestren su efectividad contra la COVID-19. Foto: Plan V
El dióxido de cloro no tiene estudios clínicos que demuestren su efectividad contra la COVID-19. Foto: Plan V

Un juez emitió una medida cautelar para que una clínica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires suministre dióxido de cloro a un paciente grave de COVID-19.

El magistrado Javier Pico accedió al pedido efectuado por José María Lorenzo, hijastro del paciente, de aplicar el compuesto por indicación del neurocirujano particular del enfermo.

Pico sostuvo en su decisión que “la cobertura de los tratamientos indicados no ocasionaría un grave perjuicio pero evita, en cambio, el agravamiento de las condiciones de vida”.

El juez catalogó como “categórico y determinante” las declaraciones del neurocirujano del paciente, Dante Converti, quien afirmó que su cliente “se encuentra en muy grave estado de salud” y solicitó la “autorización de manera muy urgente” para el tratamiento con dióxido de cloro.

La clínica Sanatario Otamendi apeló al fallo; sin embargo, hasta que se dictamine una nueva resolución, se debe someter a la medida.

Decisión cuestionada

Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología aseguró que “un juez decida que un médico tiene que aplicar una sustancia para la cual no hay ninguna evidencia científica es realmente preocupante, sobre todo cuando es en forma endovenosa”. El médico añadió que “no es decisión de un magistrado administrar una medicación que no conoce en un paciente, no es su rol”.

Las declaraciones del galeno se adhieren al comunicado emitido en agosto de 2020 por el Ministerio de Salud de Argentina. En dicho mensaje, se manifestó que la utilización de dióxido de cloro para el tratamiento de la COVID-19 u otras enfermedades “no cuenta con estudios que demuestren su eficacia y no posee autorización alguna por parte del ministerio para su comercialización y uso”.

Con información de EFE