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Animales carbonizados y silencio desolador tras la tragedia en el Amazonas [VIDEO]

La imagen de un bombero brasileño ofreciendo agua a un armadillo ilustra otra letal consecuencias de los incendios en la Amazonía: la extinción de especies de fauna y flora ya amenazadas.

Foto: Instagram.
Foto: Instagram.

Diecinueve días después de que se originaran los incendios forestales en la Amazonía, el fuego ha devorado miles de hectáreas verdes y devastado el hábitat de la fauna silvestre.

El tesoro ecológico de la Amazonía, con una superficie de 5,5 millones de kilómetros cuadrados, se encuentra amenazado tras esta catástrofe originada por la creciente deforestación.

Diversos organismos han señalado que la producción de soja y ganadería, la construcción de represas hidroeléctricas y carreteras, y la industria minera incrementaron el “crimen ambiental”.

Con el “pulmón del mundo” ardiendo, la fauna salvaje corre un riesgo letal. Una fotografía demuestra claramente.

Publicada en Instagram el último sábado, la postal muestra a Pedro Ribas Alves y un armadillo sediento en medio de la devastación.

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Fue tomada por uno de sus compañeros, cuando recorrían Nova Mutum (a 269 km de Cuiabá, Brasil), como parte de sus trabajos de recopilación de información para la lucha contra los incendios.

En esa zona, el fuego devoró 772 hectáreas. “Íbamos lentamente por la zona afectada y decidí parar. Tomé al armadillo, que no ofrecía resistencia, y le di agua”, contó Ribas Alves a la cadena BBC.

“Cuando percibió el agua, quiso tomar y chupar de la boquilla, pero no tenía fuerzas. Así que pedí un vaso a un colega y le di más”, agregó.

Asentado en la zona más crítica de la catástrofe en Brasil, Ribas Alves se encarga de inspeccionar áreas dañadas por incendios y buscar el origen del fuego para reportar los datos a la Estación de Policía Ambiental.

“También estudio la presencia de animales en la región a fin de mostrar la degradación del medio ambiente y cómo afecta a la fauna de la región”, explicó a la BBC.

La Amazonía, a través del río Amazonas y sus afluentes, proporciona el 20% del agua dulce no congelada de la Tierra.

El bioma amazónico contiene unas 30.000 especies de plantas vasculares, muchas de ellas con enormes calidades alimenticias y medicinales. Según la OTCA, alberga también 2,5 millones de especies de insectos, 2.500 especies de peces, más de 1.500 especies de aves, 550 especies de reptiles y 500 especies de mamíferos.

"Es muy triste ver el bosque completamente aniquilado”

El bosque actúa como un sumidero de carbono, absorbe más CO2 del que emite y libera oxígeno, además de almacenar de 90.000 a 140.000 millones de toneladas de CO2, lo que ayuda a regular el calentamiento global, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

Parte de esa riqueza ha sido reducida a cenizas desde que se iniciaron los incendios forestales, hace 19 días, y hoy es una tragedia ambiental, acaso la más letal de los últimos años.

Así lo siente también el biólogo Izar Aximoff: “Es muy triste ver el bosque completamente aniquilado”, dijo a la BBC Brasil.

Aximoff encontró muchos ejemplares de animales calcinados en los incendios forestales.

Ese paisaje colorido, con flores, sonidos de animales, pájaros cantando, animales en movimiento y el olor a bosque, se transforma en silencio, animales carbonizados, olor a carne quemada, desolación. Todo está negro y uno se llena de todo ese residuo de carbón”, describe ese paisaje desolador.

He visto una boa constrictor quemada, un perezoso carbonizado, una bromelia quemada. Te dan ganas de llorar. La pérdida es invaluable”.

Lo más aterrador, según dijo, es que “las especies en peligro de extinción nunca regresan. Con cada incendio, se pierde la diversidad”.

Según cálculos de organizaciones ecologistas, cerca del 20 % de la Amazonía ha sido destruida durante los últimos 50 años por la acción depredadora del hombre, que ha avanzado sobre la selva para expandir fronteras agrícolas o explotar riquezas minerales.

En Brasil, ese proceso se ha acelerado desde la llegada al poder de Jair Bolsonaro, quien está decidido a abrir la Amazonía para empresas privadas en los sectores de minería, agricultura y turismo, entre otros.

Los incendios en la Amazonía amenazan a especies como el leopardo y el manatí

La propagación de los voraces incendios pueden acelerar la extinción de especies de fauna y flora ya amenazadas, como una especie de leopardo llamada ‘Gato-maracajá’ y el manatí, un mamífero acuático de gran porte.

“Dependiendo del grado del incendio puede presentarse ya una extinción local de algunas especies, porque las que logren sobrevivir no volverán allí y buscarán otros hábitat”, comentó a Efe el biólogo y veterinario Rubens Pascual.

Para el especialista, el otro problema es que no existen en las zonas de los incendios amazónicos centros de atención especializados en veterinaria de emergencia, “que podrían salvar muchos de los animales que están heridos y mueren por falta de atención. Estamos hablando de regiones remotas hasta para ayudar al ser humano”.

Pascual recordó que mamíferos, peces, aves, reptiles y anfibios que habitan la Amazonía ya estaban amenazados por los estragos del hombre con la deforestación, la caza ilegal y la minería.

Por su parte, la bióloga Juliana Diana, profesora universitaria, señaló en un reciente estudio que las especies amenazadas enfrentan “desequilibrio ambiental, caza y pesca predatorias, la polución del suelo, del aire y del agua; alteraciones climáticas, tráfico de animales y la pérdida o fragmentación de sus hábitats”.

La selva amazónica “posee una función ambiental muy importante y el aumento de animales que componen la lista de especies en peligro de extinción viene aumentado a cada año, lo que ha generado un gran impacto en la fauna brasileña”, señaló la especialista de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC).

Diana elaboró una lista de los animales más propensos a extinción y que con el aumento de los incendios su hábitat se verá todavía más reducido.

El leopardo conocido como ‘Gato-maracajá’ encabeza la lista y su nombre también aparece en el Libro Rojo de la Fauna Brasileña del Instituto Chico Mendes de Conservación a la Biodiversidad (ICMBio).

El manatí, un mamífero acuático de gran porte y que cumple una función de agente controlador natural de la vegetación, y la nutria gigante son otras de las especies afectadas por los incendios.

Entre las aves se destacan porsu vulnerabilidad la guacamaya amarilla y el gavilán real.

Otros felinos, como el jaguar y el puma, que habitan el Pantanal, un extenso ecosistema del occidente brasileño próximo a la amazonía y donde se presentaron los primeros focos de incendio, también corren el mismo peligro.

Los primates tampoco se escapan de la amenaza de extinción acelerada por el fuego, como el uacarí, el mono araña, el mono de uñas y el saium de collar, especies que sufren también con la caza por parte de los indígenas.

El oso hormiguero, el pequeño marsupial cuiça, el mono caiarara, el gato montés, el papagayo de pecho violeta, el papagayo chauá, el pájaro jacú y hasta los delfines gris y rosado, estos últimos que están en los ríos de la región y supuestamente protegidos del fuego, pueden sentir también las consecuencias de los incendios.

La flora, apuntó Diana, es la directa afectada con los incendios en una región en la que existen 20.000 especies vegetales nativas, de las cuales ochenta que ya estaban en vía de extinción comienzan a desaparecer más rápido con los incendios.

El ‘Pau rosa’ es una de las plantas que lideran la Lista Oficial de Especies de la Flora Brasileña Amenazadas de Extinción del Ministerio de Medio Ambiente y que está presente en casi todas las regiones donde se presentan focos de incendio.

Otras plantas en zonas de incidencia de los incendios son el xaxim andiroba, el mogno, el cravo-do-Maranhão, la castanheira, la flor de Carajás y el cumaru-de-cheiro, entre otros.

De acuerdo con Diana, la expansión de algunos centros urbanos en la Amazonía y la construcción de hidroeléctricas también contribuyeron en los últimos años a la degradación de las condiciones de preservación la fauna y flora, agravadas ahora con los incendios.


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