Un estudio científico en Estados Unidos comprueba que vivir cerca al mar alarga los años de vida de los humanos
Una investigación de Environmental Research destaca que vivir a menos de 50 km de la costa en Estados Unidos se asocia con una esperanza de vida superior a quienes residen en el interior.
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Una investigación publicada en Environmental Research analizó más de 66.000 áreas censales en Estados Unidos y concluyó que las personas que residen a menos de 50 kilómetros de la costa tienen una esperanza de vida ligeramente mayor que quienes viven en el interior del país.
El estudio reveló que la diferencia se mantiene de forma consistente en distintas regiones, lo que indica que millones de personas en Estados Unidos se benefician de este patrón. Además, los investigadores subrayan que este fenómeno no puede explicarse por factores como ingresos, densidad poblacional o condiciones socioeconómicas.
¿Cuánto aumenta la esperanza de vida al vivir cerca del mar frente a hacerlo en el interior de EE. UU., según el estudio?
El estudio encontró que la cercanía al mar se asocia con un aumento en los años de vida respecto a quienes habitan en ciudades, junto a ríos o cerca de lagos. En estos entornos, la media de longevidad alcanza los 78 años, mientras que en las zonas costeras supera los 79.
De acuerdo con los resultados publicados, la diferencia es de más de un año. Las personas que viven en una franja costera de menos de 50 kilómetros alcanzan, en promedio, más de 79 años de vida. En cambio, en el interior del país, la esperanza de vida se mantiene en torno a los 78 años.
¿Qué factores explican que vivir cerca del mar alargue la vida según el estudio?
Los autores señalan que no existe un único motivo que justifique estas diferencias. Entre las condiciones identificadas figuran un clima más suave con temperaturas más estables, un aire más limpio impulsado por la brisa marina y una mayor facilidad para hacer actividades físicas al aire libre.
El estudio también señala que muchas zonas costeras presentan condiciones socioeconómicas más favorables y menor vulnerabilidad ambiental. En contraste, las áreas urbanas cercanas a ríos o lagos suelen registrar mayores niveles de contaminación, más pobreza y un riesgo elevado de inundaciones, factores que repercuten negativamente en la salud de la población.





















