Las posibilidades de que este año haya un Niño incrementan. Según la reciente actualización de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), hay una probabilidad del 60% de que el fenómeno comience entre mayo y julio, un 70% entre junio y agosto, y un 80% de que sea entre julio y setiembre.
Christian Yarlequé, profesor de Meteorología y Climatología de la carrera de Geografía de la PUCP, señala que 70% es una probabilidad bastante alta y 80% es “prácticamente una declaratoria”. Y si bien la duración de El Niño es incierta, el experto sostiene que, al tener en cuenta eventos pasados, este podría ser de nueve meses a dos años. Por su lado, la OMM dice que, hasta el momento, no se conoce cuál sería su fuerza.
Sin embargo, sí es muy probable que el fenómeno provoque un “nuevo repunte del calentamiento global y aumenten las posibilidades de batir récords de temperatura”, manifiesta Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
En el caso peruano, El Niño generaría, sobre todo, precipitaciones intensas en el norte debido al calentamiento de los mares, indica Yarlequé.
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Estas lluvias afectarían principalmente las regiones de Piura y Tumbes, mientras que en la zona sur del país habría otro evento: una reducción de precipitaciones. En la sierra central y el altiplano, que serían los lugares más afectados por estos cambios, habría una disminución de cerca del 30% en las lluvias habituales.
Ayer, ante la Comisión de Seguimiento al Proceso de Reconstrucción en las Zonas Afectadas por El Niño Costero, en la que participó Raphael Anaya, jefe de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC), alcaldes de Piura explicaron la situación de sus distritos y, en nombre de su población, pidieron que se hagan obras urgentes.
Eddy Cruz, burgomaestre de Catacaos, preguntó a Anaya por qué había demoras por parte del Ministerio de Economía en la transferencia de 77.000 soles al sector Vivienda, destinados para actualizar el expediente técnico del proyecto integral que les dará solución al problema que arrastran desde el 2017, cuando el desborde del río hizo que colapsaran servicios básicos, como agua y alcantarillado. Hay otros proyectos pendientes también. “Creo que ya ha llegado el momento de que (…) la RCC nos mire con mayor atención”, exigió.
Los afectados. Quedan algunos meses para que las autoridades hagan trabajos de prevención y eviten que las lluvias vuelvan a golpear a la población. Foto: difusión
En esa línea, Anaya informó que desde el 2017 a la fecha se han concluido 7.461 intervenciones de un total de 10.810; es decir, un 69%.
Para Yarlequé, en tanto, además de las obras, las autoridades deben prestar atención desde ahora al sector pesquero, salud, seguridad, entre otros, debido a que ya se sabe qué es lo podría venir con un nuevo Niño.
Christian Yarlequé, Docente de la PUCP
“El Niño impacta en todo: en los recursos pesqueros, en la salud, en la seguridad (…). Esto (requiere de) un trabajo, un plan multisectorial para afrontar El Niño. Y a veces, aunque tengamos el plan, se necesita decisión política”.