Tenía antecedentes por tráfico ilícito de drogas, tenencia de armas de fuego y estuvo preso en un penal de Lima. Marco Antonio Huaytahuillca Gómez fue ejecutado este viernes a balazos en San Juan de Lurigancho, en un presunto ajuste de cuentas. Fuentes de la División de Homicidios comunicaron que el hombre de 28 años habría estado implicados últimamente en delitos agravados y que, aparentemente, era buscado por integrantes de una banda criminal.
Huaytahuillca fue asesinado en la noche de este viernes 10 de febrero —alrededor de las 21.40 horas— frente a la mz. 98, lote 5 UPIS, a la altura del paradero 3 de Huáscar, en el distrito de SJL. Las pericias determinaron que lo mataron de dos tiros desde corta distancia, con un arma de grueso calibre. Vecinos del asentamiento responsabilizaron de lo ocurrido a los sicarios de una banda con la que la víctima se habría peleado y que era intensamente buscado.
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Según se informó, tenía denuncias por tráfico de drogas del 25 de agosto del 2022 y por tenencia de arma del 30 de marzo del 2017. A las 3.00 a. m., cuando agentes de la Brigada Especial contra la Criminalidad conocieron sobre el homicidio por parte del personal de la comisaría de Santa Elizabeth, se constituyeron al escenario y hallaron dos casquillos de bala en una mototaxi de placa 016-2FB estacionada en el lugar. Al lado derecho del vehículo, se encontraba tendido el cadáver de Marco Antonio con dos impactos de proyectil en el cuerpo, según comprobó la fiscal Ruth Marañón García.
Dicha información, que dirigió el rumbo del caso a un posible ajuste de cuentas, se sumó a la declaración de un testigo que le relató a los policías que, luego del tiroteo, vio a dos jóvenes que escaparon del lugar con sus armas en ristre. Así como varias muertes fueron fruto de un error por parte de quien apretó el gatillo, algunas son el resultado de un plan establecido para matar a cualquier persona dentro del territorio que disputan las organizaciones criminales. El sicariato sigue imparable en Lima, provocando caos o temor.