Dos de los cuatro miembros de la Policía Nacional que resultaron heridos de bala durante las manifestaciones en el distrito de Pichanaki (Junín) fueron trasladados a Lima por vía aérea debido a las graves lesiones que comprometen su salud.
Las autoridades analizan ahora las características de los proyectiles que les impactaron para determinar el tipo de armamento empleado e identificar a los responsables.
Uno de los heridos es el alférez Christian Rafael Quispe Ventura, quien fue alcanzado por una bala en la pelvis. El efectivo, adscrito a la comisaría de Tarma, fue atacado en el puente Pichanaki, donde también falleció un joven de 17 años.
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Asimismo, fue evacuado el suboficial de segunda Jhus Klinman Marín Cárdenas, quien presenta “trauma abdominal abierto, hemoperitoneo y trauma torácico abierto” por proyectil de arma de fuego. El pronóstico de ambos es reservado.
Los policías fueron trasladados a las instalaciones del Complejo Hospitalario PNP Luis N. Saenz, en Lima, donde ya hay 19 agentes heridos en varias zonas del país donde vienen ocurriendo manifestaciones, según la Dirección de Sanidad Policial.
De ellos, 15 llegaron procedentes de Apurímac; dos de Junín; uno de Huancavelica y uno de Lima. Se conoció que dos policías están con pronóstico reservado en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Uno de ellos es Jhus Marín Cárdenas.
Las consecuencias de la ola de manifestaciones pacíficas y violentas, así como la represión de las protestas, se cuentan por cientos. La Defensoría del Pueblo y la Policía Nacional han hecho públicos informes sobre las personas heridas y detenidas, así como la destrucción a locales públicos y privados en el transcurso de las protestas.
Entre el 7 y 16 de diciembre hubo 173 detenidos y 10 retenidos en 392 puntos de bloqueos. Los manifestantes atacaron ocho comisarías y cuatro dependencias, y causaron destrozos y saqueos en 22 locales públicos y 26 privados.
El fin de semana cientos de personas marcharon por diversas ciudades del país para denunciar la dureza con la que la Policía y las Fuerzas Armadas han tratado de contener las protestas.
Policías vigilan mientras ciudadanos protestan para pedir el cierre del Congreso, la convocatoria de elecciones generales y una nueva Constitución. Foto: EFE/ Bienvenido Velasco
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La Defensoría ha documentado la muerte de 25 personas: 20 en enfrentamientos y 5 por accidentes de tránsito y hechos vinculados a bloqueos.
Asimismo, resultaron heridos 279 civiles y 290 policías.
Diversas imágenes han registrado cuando las fuerzas del orden disparan directamente a los manifestantes. Lo que más ha indignado es el uso de perdigones. Es el caso de una niña de 14 años a quien le impactó un perdigón en el ojo izquierdo durante las protestas en Andahuaylas.
Frente a todo esto, el congresista (AP) Luis Aragón pidió las renuncias de los ministros de Defensa y del Interior.
“Estos actos violentos han venido emparejados de una campaña de propaganda destinada a generar zozobra en la población”, expresó el comandante general PNP Raúl Alfaro. “Hay más de 290 agentes heridos, 7 secuestrados, amenazados y humillados”, dijo.