Sociedad

Los heridos graves de las movilizaciones esperan cirugías y ayuda en hospitales

Situación. Un campesino de 61 años, con herida en el rostro, no puede ser trasladado de Andahuaylas al Cusco. Un joven lucha por su vida en el Loayza y una menor con un ojo dañado sigue en el INO.

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Pasan los días y no hay diálogo sino represión, vandalismo y dolor. Hasta anoche había 20 fallecidos (5 en un contexto de cierre de vías), centenares de heridos y más de 40 hospitalizados tras las movilizaciones que se desarrollan en Apurímac, Ayacucho, Arequipa, La Libertad, Huancavelica y Lima en rechazo al Congreso y a la presidenta Boluarte.

Desde hace una semana, las primeras víctimas esperan cirugías complejas; mientras que sus familiares solicitan apoyo por los gastos, a pesar de que son atendidos en hospitales públicos.

Este es el caso de Víctor Cuaresma Díaz, un campesino quechuahablante de 61 años, a quien le impactó una bomba lacrimógena en el rostro cuando protestaba con sus vecinos en el aeropuerto de Huancabamba. Él se encuentra en el Hospital Subregional de Andahuaylas y necesita ser operado urgentemente. “Mis tíos no tienen hijos que los mantengan, son pobres”, dice Janet, su sobrina, desde los exteriores del nosocomio, acompañada de su tía Felícitas Rosas.

“El señor Víctor debe ser trasladado al hospital del Cusco, pero no puede salir porque la vía está bloqueada”, explica Jessica Pérez, jefa de la oficina de la Defensoría del Pueblo en Andahuaylas, quien señala que él es el caso más grave en la región.

En esa misma ciudad también quedó grave la menor de iniciales A.A.B.C., de 14 años, quien fue afectada en el ojo izquierdo durante las protestas. Ella permanece en observación en el Instituto Nacional de Oftalmología (INO) tras haber pasado por una cirugía. Su madre la acompaña muy preocupada.

Otro internado en el Hospital Regional de Trujillo es Michel Nuninga Escalante, de 21 años, quien resultó herido de bala mientras transitaba a cien metros del puente Chao, en la provincia de Virú (La Libertad). Su amigo Carlos Huamán Cabrera, conocido cantante de cumbia, quien lo acompañaba, falleció tras caerle una piedra en la cabeza.

En el nosocomio Arzobispo Loayza, R.M.R., de 25 años, ingresó el lunes último por un traumatismo maxilofacial por proyectil de arma de fuego que recibió durante las marchas en el Centro de Lima. Él está en cuidados intensivos, ya que tiene un trauma craneoencefálico grave, fractura craneofrontal y edema cerebral. Su estado es reservado.

En la otra línea, también se encuentra internado en el Hospital de la PNP el suboficial de segunda Luis Camacho, quien resultó herido luego de ser atacado en Andahuaylas. “Estamos haciendo nuestro trabajo, cumplimos una misión. Nuestra intención no es maltratar a la gente”, le dijo a la presidenta Boluarte, quien lo visitó en la capital.

Traslado de niños

Ayer, Zulema Tomás, directora del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de San Borja, dijo que hay menores referidos a la capital para recibir tratamiento o ser intervenidos; no obstante, muchos no logran llegar a tiempo por los bloqueos de carreteras. “Estamos esperando a un niñito que ha sido herido de bala, pero el aeropuerto ha sido cerrado en Ayacucho”, dijo.

Fallecidos por bloqueos

Al cierre, según la Defensoría del Pueblo, de los 20 fallecidos, cinco habían perdido la vida en un contexto de cierre de vías.

Lamentablemente, ayer un bebé de Huancavelica, de 13 o 14 días de nacido, venía con una cardiopatía congénita a Lima; sin embargo, por el bloqueo de la carretera, demoró su traslado y murió a la altura de Chincha.

En La Libertad, Yoni Cárdenas Escobal (51) murió arrollado por un camión volquete en Simbal. Un adolescente de 16 años falleció atropellado por una camioneta cuando intentaba colocar piedras en la Panamericana Norte. En Caylloma (Arequipa), la fiscal Marizel Chamana López y su hijo de 4 años perecieron tras esquivar una roca abandonada. Su vehículo se despistó.

“De los 20 fallecidos, cinco habían perdido la vida en un contexto de cierre de vías”.