Entre el 2017 y 2021 se han reportado 54.546 casos de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes (NNA), lo que equivale a 30 casos diarios, según cifras del Centro de Emergencia Mujer (CEM) del Ministerio de la Mujer (MIMP).
Entre las distintas formas de violencia sexual existentes hay algunas más frecuentes, como las violaciones sexuales, los tocamientos indebidos, el acoso sexual en espacios públicos, el hostigamiento sexual, así como la pornografía. En el periodo en mención, 42.513 niñas y adolescentes mujeres fueron víctimas de estos delitos, mientras que en el caso de niños y adolescentes hombres la cifra fue de 3.791.
Al respecto, la ministra de la Mujer, Claudia Dávila, indica que ‘’el abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes es una de las peores formas de violencia’'. Agregó que, pese a ser una problemática creciente, la mayoría de casos no son detectados ni denunciados, debido a su complejidad. Por ello, es vital oír a los menores, ya que en múltiples ocasiones guardan silencio por temor, culpa, impotencia y vergüenza. ‘’Qué poderosa es la comunicación cuando evidencia que ha habido un abuso. Por ese motivo es imprescindible prestarles atención, privacidad y escucharlos sin juzgarlos’'.
La titular del MIMP, quien participó en el lanzamiento de la campaña ‘Quitémonos la Venda’, promovida por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) con el fin de llamar la atención de la sociedad frente a la violencia sexual hacia NNA, resaltó la importancia de ‘’desmitificar’' el abuso sexual contra menores. Por ejemplo, precisó, no se debe pensar que son eventos fortuitos o que los agresores son ajenos al entorno de los niños, niñas y adolescentes. Tampoco debe asumirse que los abusos son cometidos únicamente en estratos sociales bajos o en zonas rurales.
. Foto: Rosa Quincho
En ese sentido, Unicef presentó cifras respecto al perfil del agresor denunciado por violencia sexual contra menores de edad, las cuales señalan que el 99% son hombres. De este universo, el 24% es el padrastro de la víctima, el 23% es el tío, el 20% es el padre y 20% una persona que continúa viviendo en la misma vivienda del niño, niña o adolescente (ver infografía); es decir, al menos el 67% de agresores son familiares cercanos.
Un caso reciente que evidencia esta dura realidad es el de la niña de dos años que fue abusada sexualmente y luego asesinada por su padrastro en Pucallpa, Ucayali. Etxon Roberto Panduro de Souza (22) confesó que cometió el ataque sexual un día antes de agredirla físicamente, lo que le provocó posteriormente la muerte.
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Y en lo que va de este año, el panorama no parece mejorar. La ministra Dávila sostuvo que entre enero y agosto los CEM han atendido 36.234 denuncias de violencia contra NNA, de las cuales el 35.5% representan casos de violencia sexual.
Unicef detalló que 7 de cada 10 casos de violencia sexual se dan en niños, niñas y adolescentes.
Las regiones con más casos de violencia sexual contra NNA, entre el 2017 y 2021, fueron Lima, La Libertad, Junín, Cusco y San Martín.
Entre otros tipos de violencia sexual están las uniones forzadas/matrimonio infantil. Las niñas y adolescentes casadas pasaron de un 63% en el 2007 a un 82% en el 2017 (UNFPA 2019).
Violencia sexual contra menores