Por: Alexandra Ampuero y Ernesto Carrasco
Ayer el Financial Times publicó un comparativo de las cifras de muertos en diferentes países que han sufrido brotes de coronavirus. Este registro enfrenta los números ofrecidos por los gobiernos versus los aceptados como producto del COVID-19.
El reporte concluyó que, a nivel global, los recuentos oficiales “pueden subestimar significativamente el verdadero número de víctimas de la pandemia”. El diario ya había afirmado a fines de abril en un titular que “la cifra global de muertes por coronavirus podría ser un 60 % más alta que la reportada”.
“Existen preocupaciones de que las muertes reportadas por COVID-19 no estén capturando el verdadero impacto del coronavirus en la mortalidad en todo el mundo”, narra el diario británico. El medio reunió y analizó datos sobre el exceso de mortalidad (número de muertes por encima del promedio histórico) en todo el mundo. “Hemos encontrado que el número de fallecimientos en algunos países es 50 % más alto de lo habitual y, en muchos de ellos, las muertes por coronavirus exceden largamente los números reportados oficialmente”.
La República consultó al diario británico por su método estadístico. El periodista John Burn-Murdoch, autor de la nota, afirmó que las cifras están basadas en las publicadas por el Ministerio de Salud (Minsa) en la página web del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef). “Tomo la cantidad de muertes registradas cada semana del año y resto la cantidad promedio de muertes en la misma semana, respecto a años anteriores”, precisó el periodista.
Como señala el artículo periodístico, este año el Perú habría excedido en 9.500 las muertes del año anterior. Al país se le asigna el 81 % de incremento y para la ciudad de Lima, las muertes registradas en lo que va del año ascienden a 5.800, lo que representaría un 223 % más respecto al 2019. “Perú puede estar luchando contra el brote más severo del mundo”, señala el medio británico.
El diario The New York Times, por otro lado, consigna un total de 6.200 decesos en el mes de abril: “más del doble de su promedio histórico para ese periodo de tiempo, igualando a grandes rasgos la mortalidad de París en su peor mes de pandemia”.
Según las cifras que La República observó en el Sinadef, las muertes en el país en lo que va del 2020 ascienden a 53.365, mientras que en el 2019, de enero a mayo, se contaron 47.014. La diferencia entre ambos años es de 6.351. De esa cantidad, los fallecidos por coronavirus son 2.914.
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Es decir, existen 3.437 fallecimientos de causa desconocida, que no sabemos si murieron de coronavirus o por alguna enfermedad preexistente que se vio agravada por un sistema de salud colapsado, a causa de la pandemia.
Ya los medios Ojo Público e IDL-Reporteros, en abril y mayo, respectivamente, denunciaron un subregistro de muertos por coronavirus en dos regiones del país y acusaron al gobierno de no sincerar los datos de la pandemia.
IDL-Reporteros se basó en la diferencia de las cifras oficiales versus las incineraciones realizadas en dos crematorios de Lima. Por su lado, Ojo Público resaltó el exceso de muertos en el Hospital Regional de Loreto respecto al reporte oficial del Minsa.
Ante estas denuncias, el ministro de Salud, Víctor Zamora, aceptó que no podían contar a los muertos sospechosos por coronavirus en la Sala Situacional, donde se registran diariamente los avances de esta enfermedad.
Por tal, confirmó que el subregistro es una tendencia real no solo en el Perú, sino en todo el mundo. Alegó que el gobierno no tiene una intención por ocultar las cifras del COVID-19 y mucho menos por esconder la cantidad de fallecidos por esta causa. Sin embargo, afirmó el ministro, el conteo en su totalidad excede la capacidad del gobierno.
Hay que precisar que el comparativo ofrecido por el diario Financial Times cuenta a las víctimas del coronavirus desde enero de este año, cuando la enfermedad recién apareció en el Perú dos meses después, en marzo.
Desde el comienzo de la epidemia, se contabilizaron más de 4.943.050 casos de contagio en 196 países o territorios. La cifra de diagnosticados positivos solo refleja, sin embargo, una parte del total de los contagios debido a las políticas dispares de los diferentes países para los diagnósticos, algunos solo lo hacen con las personas hospitalizadas. Las autoridades creen que, hasta ahora, al menos 1.827.200 personas se curaron de la enfermedad. EE.UU., el nuevo centro de la pandemia, registró 1.561 nuevas muertes por el nuevo coronavirus en las últimas 24 horas, una cifra estable en comparación con la víspera, según un conteo del miércoles a las 20H30 de la Universidad Johns Hopkins.
Con esta actualización, el país suma 93.406 muertes por el COVID-19, de lejos el que ha sufrido más fallecidos en el mundo, donde se llevan registrados unos 1,55 millones de casos desde el comienzo de la pandemia, según la universidad estadounidense. Entre los países más golpeados, Bélgica es el que lamenta la mayor tasa de letalidad, con 79 decesos por cada 100.000 habitantes, seguido de España (60), Italia (53), Reino Unido (53) y Francia (43).
Alerta. Estados Unidos está observando con cuidado la situación del coronavirus en Brasil y en toda América del Sur, y considera imponer restricciones de viaje, dijo este miércoles el vicepresidente Mike Pence.
Peligro. Brasil se ha convertido en un importante foco del coronavirus con 17.971 fallecidos y más de 271.000 casos confirmados, que lo convierten en el tercer país del mundo con más contagiados después de EE.UU. y Rusia.
Un informe periodístico asegura que hay muchos más fallecidos que los reportados por varios gobiernos, entre ellos, el Perú. ¿Qué opina?
Esa evaluación también ya la hemos hecho en el Perú, hace un par de semanas. Esos resultados los podríamos asociar a dos eventos, fundamentalmente. Uno, a lo que podríamos llamar la mortalidad directa por COVID-19 que de una u otra forma no se llega a registrar por miles de razones, porque puede haber pacientes que mueren en su casa y no se llegan a inscribir de manera adecuada, pues siempre hay problemas en los certificados de defunción. Es algo histórico en todos los países, debido también a que no se usan los códigos correctos y no se llegan a inscribir.
¿También puede ocurrir?
Sí, y es algo que nos preocupa, muertes por otros males, por ejemplo, a alguien que sufre de diabetes, que por cumplir la cuarentena y dado que se han cerrado los centros hospitalarios de primer nivel, le es difícil acceder a las medicinas o no va a la consulta médica por temor a infectarse, de pronto se descompensa y fallece. No muere de COVID-19, muere de diabetes. Esos picos los estamos viendo en todo los países. Debemos hacer ajustes a lo que podría ser el subregistro, que se podría estar dando de una u otra forma porque no estamos capturando el dato. Y la segunda es que eso empuja a que el sistema de salud tenga que retomar de una vez sus acciones, dado que está afectando los problemas de salud recurrentes.
¿Cómo afecta a la estrategia médica el subregistro?
No, creo que no. Esas comparaciones de muertes en años anteriores, tengo entendido ya lo ha estado revisando el grupo Prospectiva, han realizado estimaciones o tendencias. Eso se demuestra en la infraestructura hospitalaria y médica que, con anticipación, ha sido instalada.
¿Estamos en una meseta?
Una meseta es una situación en la que no hay diferencia de casos por día. Los datos así lo demuestran. Eso es indiscutible. Ese es el resultado de nuestras acciones. Lima está en meseta y ya ha comenzado a bajar, a diferencia de otras regiones. Todo eso es un promedio de una larga tendencia. En adelante, todo depende de lo que la ciudadanía haga tras dejar la cuarentena.
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