El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó ayer su preocupación por las medidas tomadas por las autoridades judiciales y otras instancias en Guatemala para, en su opinión, “socavar el resultado del proceso electoral” celebrado el pasado agosto y que dio como ganador al socialdemócrata Bernardo Arévalo de León.
Las medidas “parecen diseñadas para minar la integridad del proceso electoral y socavar el Estado de derecho en general”, aseguró Türk en un comunicado en el que aludió, entre otros hechos, al registro de la sede del Tribunal Supremo Electoral (TSE) el viernes por parte de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI).
Ese allanamiento, recordó el comunicado de la oficina que dirige Türk, fue solicitado por el juez del juzgado Séptimo Penal, quien ordenó la incautación de las actas oficiales que certifican los resultados de las elecciones presidenciales de agosto, siendo el cuarto registro realizado en la sede del TSE en el contexto poselectoral.
Otro hecho que el alto comisionado consideró preocupante es el intento de levantar la inmunidad de los magistrados del TSE por presuntamente cometer delitos de fraude, incumplimiento de deberes y abuso de autoridad. “Existe seria preocupación sobre la compatibilidad de estas acciones con el derecho internacional, así como con la Constitución guatemalteca y la legislación nacional”, insistió Türk.
El alto comisionado austriaco también consideró “especialmente inquietante” la denuncia de hostigamiento e intimidación contra funcionarios electorales y personas electas, incluidos el presidente electo (Bernardo Arévalo) y la vicepresidenta electa (Karin Herrera).
“Pido a todas las autoridades guatemaltecas que se abstengan de cualquier intento adicional de desafiar la voluntad del voto popular”, concluyó el jefe de DDHH de Naciones Unidos.
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El alto comisionado expresó por otra parte su preocupación por el riesgo de violencia en el país centroamericano “debido a la tensa situación” poselectoral que vive, ante lo cual pidió que “se respete plenamente el derecho de reunión pacífica”.
El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, volvió ayer al país centroamericano tras “el asalto” del Ministerio Público (Fiscalía) a la sede del Tribunal Supremo Electoral, donde el sábado fueron decomisados cientos de actas electorales.
Arévalo salió el pasado 29 de setiembre en una gira de trabajo por México y EE. UU., pero finalmente solo pudo arribar a su primer destino.
“Tuvimos que alterar el viaje, dada la situación que se ha dado con este asalto descarado por parte del Ministerio Público”, dijo el académico mediante sus canales de comunicación.
El Gobierno de EE. UU. anunció restricciones de visa para congresistas y otros funcionarios que “socaven” la democracia en Guatemala tras el allanamiento que realiza la Fiscalía de ese país a la autoridad electoral.
“EE. UU. está gravemente preocupado por los continuos esfuerzos por socavar la transición pacífica del poder en Guatemala”, señaló Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado.