Cargando...
Mundo

Rusia afianza apoyo de China y EE. UU. visita a aliados en Europa

Guerra en Ucrania. Vladímir Putin pateó el tablero del tratado de desarme nuclear, mientras que Pekín afianza su alianza con el Kremlin. Joe Biden se pasea por Polonia y critica a Rusia.



Sin atisbos de la paz. Una ciudadana de Kiev acompaña el ataúd con los restos de su hijo muerto en los combates con las tropas rusas en la frontera. Foto: EFE

“Nos quieren asestar una derrota estratégica y se meten en nuestras instalaciones nucleares. Por ello, me veo obligado a anunciar que Rusia suspende su participación en el Tratado sobre Armamento Estratégico Ofensivo”, dijo Vladimir Putin en su mensaje sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento.

Durante una hora y 45 minutos de discurso no hizo ni una sola mención a un posible diálogo, defendió “el derecho de Rusia a ser fuerte” y acusó a Occidente de ser el único responsable de la tensión geopolítica en el mundo, incluido en Ucrania.

El guante lo recogió inmediatamente la OTAN, cuyo secretario general, Jens Stoltenberg, denunció que con la decisión de Rusia había quedado desmantelada “toda la arquitectura de control de armas”.

Putin, que insiste en que Moscú dispone de armamento hipersónico sin parangón en el mundo, matizó que “Rusia no abandona, sino que solo suspende” el cumplimiento del tratado suscrito en el 2010, prorrogado en el 2021 por el líder ruso y el presidente de EE. UU., Joe Biden, y que expira en el 2026.

Café a Occidente. Discurso de Vladímir Putin en Moscú. Foto: EFE

Entre otras cosas, el Nuevo START reduce en un 30% el número de cabezas nucleares, hasta 1.550 por país.

EE. UU. suspendió el diálogo sobre control de armas tras el inicio hace casi un año de la “operación militar especial” y el último intento de reanudarlo en noviembre pasado fue pospuesto indefinidamente por Moscú.

El presidente ruso acusó a Occidente de querer “acabar” con Rusia “de una vez por todas”, lo que amenazaría la “existencia del país”, condición para el empleo de armas nucleares, según la doctrina militar rusa.

Al tiempo que denunció que la OTAN quiere convertir un conflicto local en una “confrontación global”, Putin advirtió que la derrota de Rusia en el campo de batalla “es imposible”.

“Una cosa debe quedarles clara a todos: cuanto mayor sea el alcance del armamento suministrado a Ucrania, más nos veremos obligados a alejar la amenaza de nuestras fronteras”, afirmó.

El líder ruso denunció que “Occidente utiliza a Ucrania como un polígono, como un ariete contra Rusia”.

Por su parte, Joe Biden prometió que Washington y sus aliados siempre respaldarán a Kiev y aseguró que Rusia “nunca” vencerá a Ucrania, en un duro discurso plagado de acusaciones contra Putin.

El discurso que Biden pronunció este martes en los jardines del antiguo castillo real de Varsovia no estaba dirigido solo a los cientos de personas que le escuchaban entusiasmadas a pesar del frío, sino también al pueblo estadounidense, al ruso y al de los países del flanco este de la OTAN.

A todos ellos, el mandatario quiso trasladarles el mismo mensaje: Estados Unidos y el resto de las democracias de Occidente quieren la paz en Ucrania, mientras que Vladímir Putin —al que calificó de autócrata— solo busca satisfacer su sed de conquista con una sangrienta guerra.

Café a Occidente. Discurso de Vladímir Putin en Moscú. Foto: EFE

China y Rusia: “sólidas como una roca”

Las relaciones entre China y Rusia son “sólidas como una roca” y superarán cualquier prueba de la actual situación internacional variable, declaró el máximo responsable de la diplomacia china, Wang Yi, tras una reunión en Moscú con el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev.

China ha lanzado una iniciativa de paz en Ucrania y el mismo Wang aseguró hace dos días en Múnich que Ucrania y Moscú deberían iniciar negociaciones directas sobre la paz, para lograr un acuerdo político.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó por su parte que no se descarta un encuentro entre Wang y Putin.

La clave

Acuerdo en veremos. El Tratado de Reducción de Armas Nucleares Estratégicas (START-1) fue firmado por el expresidente estadounidense George Bush y de la URSS Mijaíl Gorbachov, el 31 de diciembre de 1991.