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EE. UU. no quiere salvar a Ucrania, “es una herramienta para luchar contra Rusia”: Editor de Sputnik

En diálogo con La República, Alexander Terekhin, editor en jefe de la agencia rusa Sputnik para Latinoamérica, sostuvo que para Estados Unidos “(la guerra) es un juego, no les importa lo que ocurra con Ucrania”.

Un año después de la guerra que cambió el mundo, las tensiones siguen en aumento. Foto: composición LR/Fabrizio Oviedo/AFP
Un año después de la guerra que cambió el mundo, las tensiones siguen en aumento. Foto: composición LR/Fabrizio Oviedo/AFP

A un año del inicio de la guerra de Ucrania, se abre un nuevo capítulo tras los anuncios del presidente ruso Vladímir Putin —en los que acusó a Occidente de iniciar el conflicto e informó la suspensión del último tratado de desarme nuclear con EE. UU.— y la respuesta casi inmediata de su homólogo norteamericano, Joe Biden —quien llamó a Putin “dictador” que “trata de reconstruir un imperio”—. A propósito esta triste fecha, La República conversó con Alexander Terekhin, editor en jefe de la agencia rusa Sputnik para Latinoamérica con respecto a los balances de la batalla, las acusaciones de “crímenes contra la humanidad en Ucrania”, la libertad de expresión y la posibilidad de una guerra de proporciones mundiales.

<strong> Alexander Terekhin</strong> es editor en jefe de la agencia rusa <strong>Sputnik</strong> para <strong>Latinoamérica</strong>. Foto: cortesía Alexander Terekhin

Alexander Terekhin es editor en jefe de la agencia rusa Sputnik para Latinoamérica. Foto: cortesía Alexander Terekhin

—A un año del inicio del conflicto que ha dividido al mundo, ¿cuál es su balance de este proceso?

—A casi un año, pues mira, el balance de este proceso va mucho más allá de los campos de batalla y se está reescribiendo los procesos geopolíticos y económicos de prácticamente todo el mundo. En términos puramente militares, hay que destacar que los avances del ejército ruso han sido más que tangibles, pero al mismo tiempo yo tengo que decir que están infraestimados. En el ámbito económico —y si nos ponemos a analizar los datos— yo personalmente podría decir, con toda confianza, que Washington está librando una guerra contra Europa porque ha empezado a ver en Europa a un rival, a un verdadero rival económico y político. Eso se puede ver tanto —podríamos decir— en el robo de las compañías europeas que se están ahora mudando a Estados Unidos como en el corte de las fuentes de energía baratas que tenía Europa con el Nord Stream.

Curiosamente, en lo que se refiere a Rusia, con todas las sanciones antirrusas que se han impuesto, yo diría incluso que han tenido un efecto más pronunciado en la economía europea que en la rusa porque, sí, hubo alguno que otro bache, alguno que otro inconveniente, pero realmente, si estas en Rusia, apenas notarás diferencia. Sí, se fue McDonald's y Starbucks, pero esas no son cosas que cambian la vida de la gente en realidad.

—¿Cómo recuerda usted el inicio de la guerra Rusia-Ucrania?

—Ha sido algo por un lado inesperado, porque todos esperan que no hubiera empezado, obviamente (...), pero, en realidad, —como digo— apenas ha afectado la vida de la gente. Se habla más de los cambios en el occidente de los que hay en realidad. Lógicamente, hubo toda clase de reacciones, porque obviamente la sociedad rusa es heterogénea y cada uno tiene su opinión. Entonces, hay quienes lo aprueban, quienes no, pero la vasta mayoría está de acuerdo.

Soldados ucranianos participan en ejercicios militares que simulan un posible ataque en la zona de Chernobyl, a pocos kilómetros de la frontera con Bielorrusia. Foto: AFP

Soldados ucranianos participan en ejercicios militares que simulan un posible ataque en la zona de Chernobyl, a pocos kilómetros de la frontera con Bielorrusia. Foto: AFP

—EE. UU., a través de la vicepresidenta Kamala Harris, ha acusado a Rusia de "crímenes contra la humanidad en Ucrania", ¿qué opina al respecto de esta afirmación?

—Estados Unidos siempre es el primero en acusar a los demás de cometer crímenes, pero al mismo tiempo son los que lideran históricamente este aspecto. También creo que, con toda la santificación de Volodímir Zelenski (que ahora es el judío del año, el político del año, el líder del año y que le están haciendo rotondas en Madrid y monumentos ahí y allá), todos hacen la vista gorda a los crímenes contra la humanidad que el régimen de Kiev estuvo perpetrando durante años y años en el Dombás, bombardeando a la gente.

Luego, también está el tema que yo he estudiado a fondo y que, en cierto modo, incluso podría decir que las cosas que he visto sobre los batallones neonazis, que operaron en el medio este de Ucrania desde el 2014, a más de una persona le dejarían trastocada psicológicamente.

—El presidente Putin culpó hace prácticamente un año a los batallones neonazis al momento de declarar el inicio del conflicto.

—Hay que diferenciar dos cosas. Por un lado, no podemos decir que todos esos ucranianos son neonazis. Eso no es así, pero al mismo tiempo no podemos desestimar la presencia de grandes grupos neonazis. Algunos de ellos son literalmente nazis, idolatran a Hitler, son supremacistas blancos que van a erradicar a todos. No podemos decir que ellos no existen. Alguien podría decir que son pequeños grupos que no tienen influencia (...), pero decir que ellos no tienen poder en el país es lo mismo que decir que el Isis o Daesh no tiene influencia en Siria. Ellos no están en el Gobierno, pero decir que ellos no afectan y no tienen una enorme influencia y poder sería una estupidez rotunda. Existieron muchos grupos y siguen existiendo a día de hoy. Son batallones literalmente neonazis que van con esta símbología y, en muchos casos, obligaban al Gobierno a cambiar de su opinión.

 El presidente estadounidense Biden viajó repentinamente a Ucrania. Foto: AFP

El presidente estadounidense Biden viajó repentinamente a Ucrania. Foto: AFP

—Ante las reiteradas tensiones con EE. UU. y la Unión Europea, ¿estamos a vísperas de una guerra de proporciones mundiales?

—Yo lo dudo mucho porque, ante todo, Rusia es una potencia nuclear, y esa es una buena herramienta disuasoria; si no, vayan a preguntárselo a Corea del Norte, que tiene menos armas y menos sofisticadas, pero precisamente a ellos nadie les toca, nadie quiere meterse con ellos. Estados Unidos si quisiera expandir el conflicto, o la Unión Europea —en realidad, en este contexto, yo hablaría de EE. UU. porque la UE está simplemente haciendo lo que se les dice. Apenas tiene soberanía real en este momento—, sería abrir un segundo frente como montar un conflicto entre Georgia o Rusia, pero lo veo muy poco probable.

Lo que va ir ocurriendo es que van a entrar a Ucrania con más y más armamento hasta que simplemente se le acaben las fuerzas humanas y simplemente van a haber mercenarios. Más de un político estadounidense dijo que van a luchar hasta el último ucraniano, porque, para ellos es un juego, no son ciudadanos estadounidenses o británicos o franceses. En la política real, no existen emociones ni moralidad como tal, existen intereses y fuerza. Estados Unidos tiene sus intereses y tiene sus fuerzas, y ellos las persiguen. No les importa lo que le vaya a ocurrir a Ucrania en realidad. Eso no les importa para nada y todo el apoyo que están recibiendo ahora no es porque quieran salvar a Ucrania o quieran luchar por su libertad. Simplemente es una herramienta para luchar contra Rusia, para debilitarla.

—¿Cómo ha sido la guerra informática en los reportes de la agencia Sputnik?

—Sería una mentira si yo te dijera que esta guerra informática no tuvo efecto alguno en nuestra agencia de noticias. Al fin y al cabo, nuestra web quedó bloqueada en muchos países del mundo al igual que nuestras redes sociales e, incluso, nuestro canal de telegram. Puedo decirte que hemos perdido algunos usuarios, pero, al mismo tiempo, según las estadísticas y los metadatos, el número de visitas y de visualizaciones de nuestras noticias ha disminuido muy poco, o sea, estamos hablando de un porcentaje de un solo dígito.

 Estados Unidos acusó formalmente a Rusia de "crímenes contra la humanidad" en Ucrania. Foto: composición LR/AFP

Estados Unidos acusó formalmente a Rusia de "crímenes contra la humanidad" en Ucrania. Foto: composición LR/AFP

—“Rusia condena a seis años a la periodista María Ponomarenko por una publicación sobre un bombardeo en Ucrania”, afirma Amnistía Internacional, ¿cuál su posición respecto a las acusaciones contra la libertad de expresión en Rusia?

—Están las leyes y la periodista, al escribir, sabía a lo que iba. Yo personalmente veo que en Rusia, a pesar de lo que se diga, hay mucha más libertad que en muchos países de Occidente como Estados Unidos: sin ir más lejos, respecto a Ohio, a un periodista que estaba cuestionando las actuaciones de las autoridades y que estaba cubriendo los abusos y la catástrofe ecológica que ha surgido por las acciones las autoridades lo han detenido ahí mismo, en medio de la conferencia de prensa.

Hay unas reglas bastante explícitas que están expuestas claramente a todos y acatarse ellas no es difícil. En cierto modo, yo entiendo por qué están ahí. Muchas veces, especialmente en nuestros tiempos, hay mucha desinformación que puede tener unas repercusiones muy graves. Así que, en esencia, las leyes están obligando a la gente a informarse mejor antes de informar a los demás.

—¿A qué leyes específicamente se refiere?

La desinformación sobre las Fuerzas Armadas por la que arrestaron a la periodista que acabas de mencionar.