Diogo Alves da Silva, de 26 años, nació en Río de Janeiro, en Brasil, sin brazos y con las piernas atrofiadas. A pesar de su condición congénita, logró cumplir su sueño de convertirse en un programador informático, materia que actualmente imparte a decenas de internautas.
Desde los 14 años, el muchacho ha sido un apasionado de la programación. Al no contar con sus manos, empezó a utilizar sus pies para trabajar en la computadora.
Su familia lo considera el ‘técnico de Internet’ en casa por las habilidades informáticas que mostró desde muy joven, según recogió el portal VGN.
“Incluso, muy joven, siempre tuve una destreza”, contó. “Y comencé a estudiar para conocerlos, porque tenía curiosidad, miraba las cosas. Entonces, de repente, comencé a hacer lo básico y, cuando lo vi, estaba programando”, añadió.
Diogo narra que aprendió el primer lenguaje de programación, PHP, viendo muchos videos en Internet. También sostiene que creó problemas y trató de resolverlos en sistemas para perfeccionar su destreza.
Desde entonces, su desarrollo en la materia no ha hecho más que progresar. Graduado en Informática y formado como técnico en el rubro, Diogo relata que sufre de varios prejuicios debido a su problema congénito.
“He pasado por varias situaciones donde la gente simplemente me excluye de las vacantes, porque no era una vacante para personas con discapacidad, o los procesos de selección seguían adelante, pero, cuando llegó el momento en que dije lo que necesitaba para trabajar, me fue excluido”, confesó.
En la actualidad, se enfoca en enseñar lo que sabe a cibernautas a través de internet. “Estudio mucho, me encanta lo que hago. Eso me permite tener el conocimiento para conquistar mi espacio y seguir con mi carrera”, manifestó.
Tiene una cuenta de Instagram, denominada Galinha Programadora, en la que ya tiene casi 60.000 seguidores. Admitió que la idea de crearla surgió del humor, de compartir memes sobre la programación. Con el pasar del tiempo, el sitio fue creciendo y los usuarios comenzaron a buscar a Diogo para hacerle preguntas técnicas y cada vez más avanzadas.
“Empecé a darme cuenta de que, además de publicar memes, que es algo que siempre me ha gustado, siempre he sido una persona extrovertida. También puedo enseñar a estos chicos, porque aprenderán riendo, ¿sabes? Y así surgió la idea de empezar a dar clases”, concluyó.