Las delegaciones de Finlandia y Suecia, que planean llegar a Turquía para discutir su adhesión a la OTAN, pueden no molestarse en hacerlo, ya que Ankara nunca aceptará su entrada en la alianza, informó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
“Turquía no dirá ‘sí’ a la adhesión de los países que imponen sanciones contra nuestro país a una organización de seguridad. No repetiremos el mismo error”, declaró.
Llamó a las delegaciones de estas naciones a “no molestarse” en tratar de convencer a su país de que cambie de opinión.
Además, acusó a ambos países de apoyar al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), proscrito por Ankara como terrorista.
El último domingo, Finlandia y Suecia anunciaron su decisión de solicitar oficialmente la adhesión a la OTAN.
La operación militar lanzada por Rusia en Ucrania, el 24 de febrero, obligó a Estocolmo y Helsinki a replantearse su tradicional política de neutralidad e inclinó la opinión pública a favor del ingreso en la Alianza Atlántica.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores ruso advirtió en reiteradas ocasiones que el ingreso de esos países nórdicos a la OTAN implicaría consecuencias tanto para sus relaciones bilaterales con Rusia como para el conjunto de la arquitectura de seguridad europea.