El Gobierno de Chile rechazó este 19 de octubre las protestas, en las que incluso se registraron incendios en dos iglesias, por el aniversario del estallido social que se desató y duró varios meses a finales de 2019.
En su conferencia de prensa diaria para ofrecer un balance de la lucha contra el coronavirus, el ministro de Salud, Enrique Paris, se sumó al rechazo e incluso advirtió que existe la posibilidad de que hayan promovido una propagación de la COVID-19.
“Ayer vimos realmente escenas totalmente contrarias a lo que significa mantener la distancia física, mantener las normas de sanidad, evitar el contagio”, lamentó Paris en la transmisión oficial del Ministerio de Salud por redes sociales.
Desaprobó que “colegios profesionales llamaron a marchar y no cumplieron, finalmente, las normas sanitarias que habían prometido”. Ante esto, anticipó que “tienen un riesgo que correr, ya que el Código Sanitario dice que el que pusiera en peligro la salud pública debe ser castigado”.
La jornada de movilizaciones dejó a 580 personas detenidas. De acuerdo a diversos medios, la multitudinaria manifestación se desarrolló principalmente de forma pacífica en la emblemática Plaza Italia de Santiago, donde se llegaron a reunir 30.000 personas en la que fue la movilización más grande de 2020 en el país.
“Una actividad que nosotros manifestamos que apoyábamos si se realizaba de forma tranquila, de forma democrática, manteniendo el distanciamiento físico y las medidas sanitarias, (pero) se transformó en una actividad vandálica, que obviamente no podemos tolerar”, dijo el titular de Salud.
Posteriormente enfatizó: “¡Si en 14 días más nosotros tenemos un brote de coronavirus en Santiago, los que llamaron a manifestarse y no se preocuparon de la salud serán los responsables de ese brote!, así como a nosotros nos hacen responsables, a veces, de lo que ocurre”.
En la misma línea se expresó el ministro de Interior, Víctor Pérez, en otra rueda de prensa citada por la agencia EFE en la que afirmó que “quemar iglesias es una expresión de brutalidad” y destacó que “el rechazo a la violencia debe ser firme”.
El primer santuario en arder fue la Iglesia San Francisco de Borja, usado regularmente por el cuerpo policial de Carabineros para ceremonias institucionales, y horas más tarde fue la Iglesia de la Asunción, una de las más antiguas de la capital, con más de un siglo y medio de antigüedad.
“El vandalismo, la destrucción, el incendio de dos iglesias, que eran patrimonio nacional, atentan obviamente contra la patria, atentan contra nuestros habitantes”, agregó el ministro de Salud.
Al principio de su comparecencia destacó que 11 regiones disminuyeron sus casos de COVID-19 en los últimos siete días y se registró una “bajísima positividad” en Chile de 4,9%. Reportaron 1.545 infectados nuevos, para acumular 493.305, además de 41 fallecidos inscritos, con lo cual llegaron a 13.676.
“Los alcaldes que salieron corriendo de la manifestación serán responsables de ese brote, si es que llega a ocurrir de aquí a 14 días más”, remarcó Enrique Paris.
Aunque no quiso especificar a quién se refería, se recuerda que, el domingo 18 de octubre, el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, fue visto correr de la plaza porque un grupo de encapuchados intentó agredirlo.