Entre enero y mayo, el PBI se contrajo 0,49%, lo cual ha generado que las diversas entidades revisen a la baja sus estimados que incluso llegan a un crecimiento de apenas 1%. Frente a este escenario, el exministro de Economía Carlos Oliva hace una análisis sobre la economía y el impacto que tendrá el país al tener un crecimiento bajo.
—¿Cómo evalúa el desempeño que ha tenido la economía en la primera mitad del año?
— Lamentablemente, ha sido un semestre en el que la economía se ha estancado. El crecimiento que se espera para el primer semestre es de 0% o incluso algunas décimas negativas; entonces, bajo todo punto de vista es un resultado que está muy por debajo de las posibilidades de crecimiento del país. Ha habido algunos factores que han hecho que la cifra sea peor de la que todos estábamos esperando, principalmente los conflictos sociales de principio de año y también el fenómeno de El Niño a partir de marzo, pero aun así notamos que hay una inversión privada que no está creciendo y lamentablemente está en negativo.
—El ministro de Economía dice que en julio se tendría la tasa de crecimiento más alta.
— Decir que será la cifra más alta del año no nos dice mucho, la más alta ha sido 0,3%, así que realmente no estamos para más que eso; en lugar de decir eso, hubiera dado su pronóstico de julio. Más allá que eso, el segundo semestre sí se espera que sea mejor que el primero, especialmente porque esos factores exógenos aparentemente van a desaparecer, sobre todo lo de la crisis social, no se espera que haya algo parecido en el segundo semestre. Por lo tanto, podríamos tener una segunda mitad del año creciendo por encima del 2%, y eso como promedio final del 2023 nos da un crecimiento cercano al 1%, lo cual es decepcionante para el Perú.
Visión. El MEF espera que el PBI cierre este año en 2,5%. Foto: difusión
—¿Cuánto pierde la economía al no crecer a tasas de 4%?
— Muchísimo. Un punto del PBI son casi S/10.000 millones; perder cuatro puntos de crecimiento son S/40.000 millones, y lo más preocupante es que la pobreza no se va reducir, sino todo lo contrario; es muy probable que este año aumente la pobreza aún más de lo que aumentó el año pasado. Las pérdidas van por las caídas de ingreso de un porcentaje importante de la población por la falta de un dinamismo del empleo formal, y eso afecta en la calidad de vida de muchísimas personas.
—¿La confianza empresarial ha mejorado?
— Lamentablemente, la confianza se ha deteriorado, según la última medición que ha hecho el BCRP. Seguramente, en los próximos meses que se espera que la economía crezca un poco más, la confianza se empiece a recuperar, pero no se va a recuperar tanto como debiera ser; hay una serie de factores que afectan la expectativa de inversión de todo tipo de empresario.
—¿Cuáles son esos factores?
— Tiene que ver primero por el que no hay una hoja de ruta clara para los próximos años, muchas de las medidas por parte del Gobierno son de corto plazo, pero no se han visto medidas que aumenten la competitividad de la economía, hay un Plan Nacional de Competitividad que en la práctica se ha dejado de lado por más que todavía sigue vigente; entonces, si se le pregunta a alguien cuál es la expectativa en términos económicos para los próximos años, no se sabe. Por otro lado, hay una serie de elementos del Congreso que son nocivos para la economía y el Ejecutivo no dice nada o es muy tímido en hacerse notar. Hay un tema institucional que preocupa y si se combina con la falta de esta hoja de ruta, cualquier empresario lo piensa dos veces antes de aumentar la inversión.
—Tampoco hay grandes proyectos mineros.
— En la parte minera, hay una cartera de US$50.000 millones que anuncian que lo promoverán, pero en la práctica no se ve y cada vez las mineras mueven para adelante las fechas de inicios de sus proyectos, los cuales estaban previstos para el 2023 y ahora están para el 2025 o 2026.
—La recaudación ha caído. ¿Cuánto podría influir en el presupuesto del 2024?
— Eso es superimportante. Queremos que el MEF actualice sus cifras de crecimiento para este año y sobre todo para el próximo; la última actualización de abril ya está muy fuera de la realidad y eso influye en el presupuesto del 2024. En el Consejo Fiscal deberíamos recibir el Marco Macroeconómico Multianual a fin de mes para emitir nuestra opinión. Vamos a ver qué plantea el Gobierno. Más allá de ese optimismo moderado, tiene que ser realista y no proyectar grandes crecimientos que nadie está viendo y que, por el contrario, te puede hacer que infles la cifra de impuestos y al final, cuando crezcas menos, te quedas con el gasto y el impuesto es menor del previsto, y eso te genera déficit. En el Consejo Fiscal estamos bastante preocupados por el cumplimiento de la regla fiscal.
—¿Los programas del MEF han tenido el efecto esperado?
— Ahí hay dos problemas: primero que solo se ha ejecutado el 30% de todo lo que se ha prometido en Con Punche 1 y 2 y por emergencia. Y, segundo, es un programa bastante limitado; se necesita más que eso para generar un aumento de las expectativas. Hay otras acciones que tendrían mayor impacto que el Con Punche, como la recuperación del Plan Nacional de Competitividad y la derogación de los decretos supremos del mercado laboral como tercerización y de los sindicatos.