Durante enero de este año, la producción nacional se contrajo 1,12%, la primera cifra negativa después de 22 meses, de acuerdo con el reporte mensual del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
La actividad económica se vio afectada en el primer mes del 2023 por la caída en sectores como construcción (-11,70%), telecomunicaciones y otros (-9,26%), financiero y seguros (-5,95%), minería e hidrocarburos (-3,61%) y transporte y almacenamiento (-2,94%).
El resultado llega a raíz de la prolongada tensión sociopolítica y el rechazo de la ciudadanía al régimen de Dina Boluarte en búsqueda de una asamblea constituyente, por lo que “no debe sorprender el enfriamiento de enero”, ya que la desaceleración venía observándose desde el año pasado, según el director de Phase Consultores, Juan Carlos Odar.
“Estamos en proceso de normalización de actividades, como telecomunicaciones y financiero, que crecieron con la pandemia, además de construcción. Ahora vemos que se está normalizando”, añadió para La República.
En esa línea, podemos observar que construcción tuvo el descenso más pronunciado en enero y, según el economista, ello se debe al incremento de las tasas de interés del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), a pesar del incremento de la inversión pública.
Según INEI, la caída del consumo interno de cemento (-15,12%) se debe a la menor construcción de obras privadas y autoconstrucción, agravadas por el bloqueo de carreteras en algunas regiones, que se tradujeron en la cancelación de proyectos y suspensión de jornadas laborales.
PUEDES VER: ¿Cómo han afectado las intensas lluvias a los principales productos de la canasta básica?
“La parte privada de la construcción se enfría. El crédito hipotecario se encarece y la cautela y percepción de riesgo es mayor. Es difícil pensar que en este contexto la gente piense en un crédito hipotecario y se endeude, lo cual repercute en el sector construcción”, acotó.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) espera que este año el PBI crezca 3,1%, sin considerar los embates de las lluvias por la emergencia climática y el pánico financiero surgido en Estados Unidos con la quiebra del Silicon Valley Bank.
Odar sostuvo que el MEF ha sido muy optimista desde antes de estos problemas, y recomendó que revisen a la baja sus estimaciones, pese a que demuestren que “no se han dicho las cosas necesariamente bien”.
Por su parte, desde el BBVA Research estiman que el resto del año será retador, ya que la confianza empresarial sigue siendo negativa y persiste la incertidumbre respecto al adelanto de elecciones presidenciales, que, junto con un eventual fenómeno de El Niño Costero, harían que el PBI crezca 2,5% este año, incluso con una posible revisión a la baja en los próximos días.
Desde enero hasta marzo, la economía continuará con un desempeño positivo anual, pero cercano al 0%, ya que las lluvias y la tensión política, así como los factores externos, continuarán chocando contra las expectativas de inversión, prevé Odar.
En términos interanuales desde febrero del año pasado hasta enero del presente año, la producción nacional subió 2,35%, encabezado por el sector alojamiento y restaurantes (21,02%). Aunque persisten las cifras en rojo en rubros como minería e hidrocarburos, manufactura, financiero y seguros.“La caída de la recaudación de impuestos indirectos (-4,82%) supera a la actividad productiva”.