Que el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) tenga previsto extender una semana más el plazo para que Direcagro presente su carta fianza –como informaron a este medio fuentes del sector– no quita que haya pasado un año desde que el presidente Pedro Castillo prometiera en Cusco un salvavidas a la crisis de fertilizantes, que a la postre derivó en tres licitaciones erradas y una cuarta que está por verse.
El Decreto de Urgencia 013-2022, que establecía medidas extraordinarias para la adquisición del fertilizante, llegó en mayo del 2022, cuando era ministro Óscar Zea. La primera convocatoria tuvo lugar el 31 de ese mes, impulsada por su sucesor, Javier Arce, quien intentó retomar el proceso finalmente declarado desierto el 5 de junio. Según Agro Rural, institución a cargo del concurso, ninguna empresa cumplía los requisitos. Arce también se apartó.
El segundo intento llegaría el 6 de junio sobre los hombros de Andrés Alencastre, proceso que concluyó seis días después con la victoria de MF Fertilizantes, empresa que perdió la buena pro porque no cumplió con especificaciones técnicas, como las referidas al periodo de entrega del abono, entre otros.
Alencastre insistiría con una tercera, la “vencida” –como aseguraron desde Midagri–, en un nuevo concurso que se inició el 12 de julio, un mes exactamente después del segundo fracaso, y que concluyó el 9 de setiembre con la adjudicación para Ready Oil Supply, que no cumplió con presentar sus estados financieros y también fue relevada.
Su lugar lo ocupó la italiana Union Sped, que llegó tercera. Sin embargo, pasó tanto tiempo entre uno y otro nombramiento que el precio global de la urea cayó y la oferta de Perú ya no le era rentable. Renunció a ser proveedora y Alencastre, que hasta el último día no hizo un mea culpa, hizo lo propio.
El cuarto proceso llega a destiempo con Jenny Ocampo, sexta ministra de agro para un Gobierno que enarboló la Segunda Reforma Agraria como bandera, pero que no ha podido ofrecer más que el mismo guano de la Guerra del Pacífico. El proceso no dista mucho de los anteriores, con Prime Charters International descalificada por no garantizar la calidad de su urea.
Presión. Ministra Ocampo es la sexta frente al Midagri. Foto: difusión
Ahora, esperan la carta fianza de la accesitaria Direcagro, que debió entregar hasta el 31 de octubre. Pero, a partir de ahí, son 40 días para la entrega en el mejor de los casos, y se teme que la urea llegue cuando las papas ya estén en el mercado.
El Poder Ejecutivo facultó al Midagri a culminar la firma del proceso de compra de urea con la empresa paraguaya en un plazo de 16 días. De esta manera, la cartera encabezada por Ocampo deberá sellar el contrato con Direcagro como máximo el próximo sábado 19 de noviembre.
Según la entidad, son 186.069 productores agrícolas empadronados, de los cuales podrían acceder al fertilizante importado solo 137.736 de concretarse la compra.
Para atender la demanda de los trabajadores del campo, es crucial que el Midagri disponga de las condiciones legales para perfeccionar dicho contrato de compra con el proveedor, ya que de no aplicarse, se afectaría a la producción de alimentos y a la economía nacional, según el DU 024-2022 emitido por el Gobierno el último 3 de noviembre.
La propuesta de Direcagro es entregar la urea en 40 días calendario; más la extensión del plazo, el fertilizante estaría llegando al puerto del Callao en la segunda quincena de diciembre, mientras que la campaña agrícola se inició en agosto.
El Gobierno daría US$17 millones 600.000 para la atención y continuidad de la campaña, pero la oferta de Direcagro es vender el insumo a US$580 por tonelada. Haciendo cálculos costará US$25 millones 520.000, es decir, US$7 millones 920.000 más de lo previsto.
En el Perú, las empresas privadas importaron más de 200.000 toneladas este año a US$900 por tonelada, precio inalcanzable para muchos agricultores.