Una creencia popular señala que, cuando alguien está hablando mal de ti, tus orejas se vuelven rojas. Pero esta es una superstición: la ciencia dice que el enrojecimiento de este órgano tiene varias causas, entre ellas los cambios de emoción o las quemaduras por exposición solar.
Ahora, si ninguno de estos motivos explica la frecuencia o la incomodidad que te genera tener la oreja roja, quizás otras anomalías pueden estar ocurriendo en tu cuerpo y deberías consultar con tu médico.
Aquí recopilamos algunas condiciones de salud ocultas tras este síntoma, que han sido expuestas por prestigiosas instituciones médicas (como Mayo Clinic y Healthline), así como en materiales públicos especializados en esta rama de la ciencia.
Este raro síndrome —llamado RES por sus siglas en inglés— fue descrito por primera vez en 1996 por el neurólogo australiano James W. Lance.
En la mayoría de los casos, el enrojecimiento del órgano suele presentarse solo en un lado y es acompañado por una sensación de dolor y hormigueo, que puede variar en intensidad, frecuencia y duración.
Si bien las causas por las que ocurre todavía son un misterio, los neurólogos sugieren que puede deberse a un problema nervioso en la columna cervical o en el tronco encefálico. La condición también se asocia al padecimiento de migraña.
Asimismo, el color rojo de la oreja puede activarse con el ejercicio, la exposición al calor, el tacto o el movimiento del cuello.
Una enfermedad rara de posibles causas genéticas que afecta solo a tres o cuatro personas en una población de un millón.
Se caracteriza porque los cartílagos y tejidos del cuerpo se inflaman episódicamente. Esta irritación se manifiesta con mayor frecuencia en el cartílago de las orejas y, después, en la nariz, los ojos, el aparato respiratorio o los riñones.
La condición ocurre en ambos sexos por igual. Comienza en la mediana edad de la vida y suele ser más grave cuando daña órganos y aparatos internos.
Existen distintos tipos de infecciones por bacterias que se manifiestan con el enrojecimiento de las orejas.
La otitis externa es una de ellas: un tipo de celulitis en los tejidos blandos del conducto auditivo externo originado cuando las bacterias ingresan a través de heridas abiertas. No es contagiosa.
Otra infección puede ser del oído de nadador en su etapa avanzada. Esta es causada por las bacterias que quedan atrapadas después de nadar y encuentran en el oído húmedo un ambiente propicio para multiplicarse. Por esa razón, es importante de conservar el cerumen en dicho órgano.