Vía paralela a Evitamiento sin peaje que dejó López Aliaga sería 'insostenible' en el tiempo: "Preferirán pagar"
El proyecto que busca ofrecer una ruta alterna sin peaje sería solo una solución temporal. Según un especialista en infraestructura vial, la falta de mantenimiento y la alta congestión harán que los conductores regresen a la vía concesionada.
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En octubre de este año, el exalcalde de Lima, Rafael López Aliaga, inauguró una de las numerosas obras que llevó a cabo en los últimos días de su gestión, antes de dejar el cargo por renuncia. La vía alternativa a la Vía Evitamiento nació bajo una consiga: que los conductores de Lima Este cuenten con otras rutas para no pagar peaje de manera obligatoria.
La inauguración de la obra de 200 metros se realizó a mediados del mencionado mes, junto al alcalde de La Molina, Diego Uceda, en un acto protocolar. Seguidamente, Lima Expresa advirtió que el flamante proyecto representaba un descato a una orden del Tribunal Internacional de arbitraje (CIADI). Entre otras cosas, indicaron que dificultaría el tránsito y degradaría la seguridad vial. Al respecto La República consultó con un especialista, quien indicó que la falta de mantenimiento y la alta congestión harán que los conductores regresen a la vía concesionada.
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Una obra que “rompe el equilibrio” pero no soluciona el tráfico
Según el exministro de Transportes, Carlos Estremadoyro, esta iniciativa es “una vía que no se sostiene en el tiempo”. “El problema es que, al crear una ruta paralela sin peaje, estas carreteras terminan descuidadas, congestionadas y con el tiempo los usuarios vuelven a preferir pagar peaje por una vía rápida y segura”, añadió.
El especialista ejemplificó la situación con otras carreteras del país. “Pasa lo mismo en la Panamericana Sur. La antigua ruta por Chincha está libre de peaje, pero nadie la usa porque está llena de tráfico urbano. Todos prefieren pagar y avanzar sin perder tiempo”, comentó. Además, destacó que, a pesar de que la intención del municipio de crear una ruta alternativa parece positiva, al final deja a los usuarios decidiendo entre una "vía urbana congestionada o una vía rápida con peaje".
“No hay mantenimiento sin recursos”: el problema de las vías gratuitas
Más allá del debate legal, el especialista enfatizó que la dificultad de mantener vías sin peaje es un problema estructural del Estado peruano. “Los municipios no tienen presupuesto para gasto corriente, que es donde entra el mantenimiento”, afirma. Explica que esto ocurre debido a que el Ministerio de Economía no asignaría suficiente dinero, ya que se considera “un fondo perdido”. En otras palabras, construir infraestructura como carreteras, colegios u hospitales es posible si se consigue financiamiento, pero su operación y mantenimiento, que forman parte del gasto corriente, es donde el Estado enfrenta mayores dificultades.
Por ello, advirtió que con el paso del tiempo estas vías tienden a deteriorarse rápidamente. “Esa vía terminará llena de huecos y abandonada, y eso empeora el tráfico. La gente solita va a regresar a la vía con peaje porque se vuelve intransitable”, aseguró. Además, aseguró que este tipo de obras pueden funcionar temporalmente, pero su sostenibilidad depende de una planificación técnica sólida. “El impacto será muy pequeño, tal vez una reducción del 10 o 20% del tráfico, y eso solo para autos particulares. El transporte pesado seguirá circulando por la Vía Evitamiento”, precisó.
Una alternativa parcial, no una solución
El experto considera que la nueva vía puede aliviar un poco el tráfico, pero no lo resolverá. “Toda obra ayuda, aunque sea poco. Pero no podemos creer que con esto se solucionará la congestión de Lima”, afirmó. En su opinión, el proyecto responde más a una urgencia política que a una estrategia técnica de movilidad urbana. “Cuando una obra no tiene mantenimiento asegurado ni estudios de tráfico claros, termina siendo un parche. Ayuda un tiempo, pero no cambia la realidad”, comentó.
Incluso comparó el caso con otras obras de la capital. “Es como el tren de Chosica: puede mover a 7.000 personas, digamos, cuando en realidad se trasladan más de 100.000 al día. ¿Ayuda?, sí, pero no soluciona el problema de fondo”, señaló.
En este sentido, también se refirió al comunicado emitido por Lima Expresa, en el cual advirtió sobre riesgos viales en los nuevos empalmes de la vía gratuita, algo con lo que el especialista coincide parcialmente. “Cuando se abren nuevas intersecciones, siempre hay accidentes. Como te digo, esta es una vía nueva que empalmará con caminos donde las personas ya tienen una costumbre de circulación, y ahí es donde surgen los problemas: muchos conductores siguen a la misma velocidad y no reducen al llegar a la nueva intersección, lo que puede generar incidentes".
“Se puede conciliar, pero no improvisar”
Finalmente, el especialista sostuvo que la solución pasa por el diálogo y la planificación, no por la improvisación. “Todo se puede resolver conversando. Si la vía gratuita afecta en algo los ingresos de la concesionaria, se pueden renegociar los términos. Es cuestión de voluntad”, dijo. Sin embargo, subrayó que la prioridad debe ser garantizar vías sostenibles y seguras para los limeños. “No se trata solo de abrir caminos, sino de mantenerlos. Si no se hace bien, lo que hoy parece una alternativa, mañana será un problema más”, concluyó.
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