Amenazas de extorsionadores obligan a transportistas a detener rutas en Villa El Salvador: piden 20 soles diarios
Conductores lamentan que tengan que llegar a un acuerdo con los delincuentes para recién salir a trabajar y vida no esté expuesta al peligro.

La noche del martes 17 de septiembre, un nuevo atentado contra la empresa de transportes Santa Catalina desató el temor entre sus trabajadores. Según imágenes de las cámaras de seguridad, dos hombres llegaron en motocicleta, el copiloto descendió, arrojó una carta, sacó un arma y disparó antes de huir del lugar.
En la misiva, los extorsionadores amenazan con atentar contra los conductores si no se comunican para “dialogar” sobre su seguridad: "Como estamos amigos, ojalá este sea el último acto. Presencia que necesitan para poder entrar en diálogo porque, si no, a partir de mañana se irá un chofer en plena ruta. Comuníquese con mi persona y vean su seguridad", se lee en la carta. Además, exigen un pago de 20 soles diarios por unidad a los transportistas para permitirles trabajar.
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Choferes paralizan rutas por miedo a atentados
Debido a esta amenaza, los choferes y cobradores de la Línea 21, ruta A, no saldrán a trabajar este jueves 18 de septiembre, paralizando el servicio y generando preocupación entre los usuarios habituales.
Un transportista, que prefirió mantener su nombre en reserva por seguridad, declaró a La República: “No ha salido ningún bus; son entre 45 a 50 buses que están acatando medida hasta que la Policía se pronuncie, y no se sabe hasta cuándo. En todo caso, hasta que lleguen a un acuerdo con los delincuentes para que les dejen trabajar. Lamentablemente, tenemos que llegar a esto”.
El trabajador agregó que, semanas atrás, un compañero de la ruta B resultó herido en un ataque similar y expresó su preocupación por la falta de respuesta de las autoridades. “Esperamos que se pronuncien, porque los transportistas no ganamos un montón de dinero. Nos levantamos a las tres de la mañana para trabajar para día a día; la canasta familiar está alta y tenemos que cubrir gastos familiares. Un día parado es pérdida para nosotros y usuarios que no tienen buses donde viajar”, señaló.
Sobre los dueños de la empresa, mencionó: “Ellos también están asustados; es natural del ser humano. Ellos están esperando a que reaccione la policía o en todo caso llegar a acuerdo a delincuentes. Es lamentable que tengamos llegar a someternos”.
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Una empresa bajo fuego
La compañía Santa Catalina no es nueva en este tipo de ataques. El pasado 21 de agosto de 2025, en medio del paro de transportistas, Alejandro Vargas, chofer de la empresa, fue baleado mientras iniciaba su jornada laboral en San Juan de Lurigancho. Un disparo en la mejilla lo llevó de emergencia al hospital.
Días después, el 28 de agosto de 2025, un falso pasajero abordó un bus en el paradero 8 de Canto Grande, en el mismo distrito, y a la altura del paradero 15 sacó un arma, encañonó al conductor y dejó una carta extorsiva antes de escapar.
Meses antes, el 23 de junio de 2025, otra de sus unidades de la ruta C fue atacada a balazos en plena avenida Canto Grande, también en San Juan de Lurigancho. Y en septiembre de 2024, la banda criminal “La batería de San Juan de Lurigancho” disparó contra un bus en Villa María del Triunfo.























