Impotencia y miedo: inseguridad cobra 287 vidas en el Callao
En los últimos 18 meses. La mayoría son obra de bandas que se disputan el control de la venta de drogas, la trata y el cobro de cupos. Estado de emergencia aún no muestra ningún resultado.
Anthony Carlos Zevallos Chacaliaza fue asesinado de 11 balazos mientras caminaba por el Callao, junto a su enamorada, quien resultó herida. Ocurrió la madrugada del 29 de junio. ¿Los autores? Una banda de extorsionadores que se disputa con otras organizaciones el cobro de los cupos.
Jonathan Alvarado Calle, de 26 años, es otra de las víctimas de las bandas que están tiñendo de sangre el puerto chalaco. El 14 de setiembre fue interceptado por sicarios en la avenida Costanera, en La Perla. Jonathan recibió 40 balazos.
En el Callao, el saldo de la inseguridad espanta: 287 muertes en los últimos 18 meses, un periodo en el que la violencia se descontroló a causa de la guerra por el tráfico y venta de drogas, y el cobro de cupos a empresarios, negociantes y pequeños constructores.
Según la Policía, en el último año y medio los grupos criminales se fragmentaron. Y lo que parecía ser una señal de debilidad, ocultaba en realidad el nacimiento de una nueva forma de violencia: la guerra entre bandas.
Este año, solo entre enero y junio, se registraron 82 homicidios en la región Callao. Y durante el 2021 hubo 264 asesinatos, 205 de los cuales fueron obra de criminales a sueldo.
Robos y homicidios
“De estas cifras, los delitos más comunes que se producen por la tenencia de armas son el robo agravado y los homicidios. Algunas veces el poseer armas implica formar parte de bandas u organizaciones criminales”, señala Jorge Fernández Sucapuca, juez de la Corte Superior de Justicia del Callao.
Las autoridades han detectado, además, que las segundas y terceras líneas de las bandas pugnan por convertirse en lideres de las mismas, y eso hace que se cometan más crímenes por venganza o rivalidad.
Extorsiones y menores
A la par de la cifra de homicidios, hay otros factores que complican el panorama y alimentan el reguero de sangre en el Callao: la aparición de extorsionadores en obras de construcción civil y de mujeres que son explotadas sexualmente por mafias de trata.
El 7 de julio la Policía y el Ministerio Público desarticularon la banda criminal ‘Los Bravos de la Construcción’, que se dedicaba al cobro de cupos y la extorsión. “Tenían en la mira a pequeños empresarios a través de un grupo armado y los amenazaban de muerte. Les cobraban cupos de 160,000 soles”, dice el fiscal Jorge Chávez Cotrina.
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“No solo creció el narcotráfico, fragmentado en pequeñas bandas, sino también se expandió la sensación de terror que se hace visible en la mayoría de los barrios chalacos”, señala el excoronel PNP Jorge Mejía.
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En el Callao, la violencia está lejos de ser controlada con el estado de emergencia.
“Hay jóvenes delincuentes que quieren ganar presencia territorial para vender drogas, para extorsionar o ir ganando liderazgo. Por eso existen enfrentamientos entre bandas rivales que cuentan con armamento que compran en el mercado negro y no tienen límites ni miedo al momento de disparar”, dice César Ortiz Anderson, analista de seguridad y presidente de Aprosec.
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Otro grave problema en el Callao es que hay menores de edad que utilizan armas de fuego e integran bandas criminales. Solo en el primer semestre fueron sorprendidos cerca de 500 niños y adolescentes cometiendo graves infracciones.
Y lo peor es que algunos son utilizados como sicarios y cobran entre mil o dos mil soles por un ataque. Así está el Callao.
Un sicariato menor viene cobrando vidas
Enfoque: por Lucía Nuñovero C., abogada y criminóloga
De acuerdo con la PNP, entre enero y junio del 2022 se registraron 82 homicidios en el Callao. Los datos del INEI también muestran, desde el 2018, cifras de más de 160 homicidios al año en esta región. El extendido mercado ilegal de armas de fuego está vinculado a la expansión del sicariato, a la alta incidencia de extorsiones y victimización con armas.
Los asesinatos por encargo, que han existido con anterioridad a la tipificación del sicariato, se relacionan con dinámicas de crimen organizado, ajustes de cuentas y venganzas. De hecho, el estado de emergencia decretado en el Callao en el 2015 tuvo como objetivo reducir la incidencia de estos homicidios.
Sin embargo, hoy, con la presencia de sicarios de origen extranjero, el crecimiento del mercado ilegal de armas y el debilitamiento de la PNP, un sicariato de menor sofisticación y envergadura cobra la vida de ciudadanos sin que se evidencien logros del estado de emergencia.
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Canales de ayuda
Recuerda que, ante una emergencia, los números de teléfono a los que te debes comunicar son el 116, número de los Bomberos, y el 105, número de la Central de Emergencia de la Policía Nacional del Perú.
